Demasiado tarde
Ausente, inmerso en la desidia, no lo ve venir. Sólo porque no mira. Pasa ante sus ojos, ciegos, sin pestañear, fijos en la ausencia. Quizás sí lo viese pero le bastó con mirar hacia otro lado.
Sólo cuando ya a penas era capaz de respirar, lo vio: ella se había ido.
Sólo cuando ya a penas era capaz de respirar, lo vio: ella se había ido.
Como bien recrea tu micro, hay un instante en que en que todo es aún posible si nos atrevemos a enfrentar la realidad. Pero la peor ceguera es la de quien no quiere ver. El tiempo de ser, cumple y se va.
ResponderEliminarSaludos, Lulu
A veces hacemos como los avestruces y metemos la cabeza bajo tierra para no enterarnos de lo que sucede a nuestro alrededor... Y pensamos que eso nos libra de lo que haya de acontecer. Lo mejor es afrontar con valentía, aunque las fuerzas no siempre nos asisten, claro. Un micro que refleja lo que es la naturaleza humana. Muy bonito, Lulú. Un beso.
ResponderEliminarPerdón, Lulu.
ResponderEliminarDescribes muy bien, Lulu, lo que en francés se llama esprit de l'escalier: nos damos cuentas de las cosas cuando ya es demasiado tarde. Saludos
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