Domingo (I)
Sí, era agosto, pero llovía. El ambiente estaba impregnado de tristeza y adioses. Elsa estaba cansada de dar abrazos a desconocidos, de explicar una y mil veces cómo había sido: "Me asusté porque sabía que de aquella noche no pasaba, pero me acobardé y me fui".
Un relato muy sugerente, al que, quizás, le falte dar una pista sobre el hecho sucedido, aunque yo me lo imagino.
ResponderEliminarHay momentos en la vida en que una huida a tiempo es fiel reflejo de nuestra frágil humanidad. Hay tacto, atmósfera y sentimiento en tu relato, Catalina. Saludos.
ResponderEliminarEl relato muestra solo una parte. A mí me sugiere que ese día de abrazos y despedidas es el del funeral de la persona a la que Elsa no acompañó hasta el final. Nunca sabemos si estamos preparados para afrontar la muerte de nuestros seres queridos hasta que llega el momento.
ResponderEliminarUn beso, Catalina.
Hasta en el título rezuma la nostalgia que pide el relato: el final de agosto, la lluvia. Todo recuerda a tristeza y es que has escogido el clima y las fechas más tristes del calendario para meternos de lleno en la situación de tu personaje.
ResponderEliminarA mí me maravillan estas cosas. Es impecable tu relato.
Enhorabuena.
Un beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsa lluvia podría ser material, auténtica, o lluvia imaginada en la mente de la persona que está apenada. El "de aquella noche no pasaba" pienso, como Carmen, que se refiere a la pérdida de un ser querido, aunque con un giro también puede significar una situación concreta que inevitablemente se dará. En cualquier caso, me parece muy bonito, Catalina. Un besito.
ResponderEliminarPues, como en dos partes tu historia, la primera me ha llevado a un velatorio, pero la frase puesta en boca de la protagonista me ha sugerido una eutanasia en la que finalmente no se ha atrevido a participar, pero eso es lo que dice; creo que no es cierto. Quizá estoy equivocada en ambas interpretaciones. Me quedo con la duda Un saludo, Catalina.
ResponderEliminarPor mucho que lo leo, no entiendo qué le sucedió al protagonista. ¿De qué se acobardó? ¿Por qué se fue? Desde luego, me gustan los micros sugerentes, pero no tanto que lleguen a ser crípticos.
ResponderEliminarSaludos, Catalina