Entereza
Sus pies no desisten, camina tan rápido como puede dejando huella de sus botas viejas en el lodo. Queda poco tiempo y el camino aún es largo; a cuestas, la bolsa plástica que guarda sus atesorados libros.
Seguramente nunca conocerá el océano, pero hoy el maestro le hablará de él.
Seguramente nunca conocerá el océano, pero hoy el maestro le hablará de él.
Es evidente que entre alumno y maestro hay un vínculo, un compromiso indestructible creado por la actitud de uno y el buen hacer del otro. La del primero se llama hambre de saber o curiosidad o inquietud del alma; la del segundo dedicación, profesionalidad, fe en la educación. Uno la entereza, otro la entrega. Ambos, a cuestas, la mochila de las palabras, las ideas y el pensamiento, que almacenan la ilusión, la motivación, el crecimiento.
ResponderEliminarLa energía positiva de tu relato me llena, Selene. Conozca o no el océano, sus horizontes son abietos, imposibles de determinar. Saludos.
Hola, Selene. Opino igual que Manuel, tu relato es pura positividad. Relación preciosa la del maestro y su discípulo. Todo lo que venga de ese manantial de sabiduría es recibido con expectación por quien desea empaparse de tan nobles conocimientos. Muy bonito. Un beso.
ResponderEliminarUn arduo camino emprende cada día este alumno hasta la escuela. Consigo lleva los libros y un gran afán de aprender. El maestro lo espera para hablarle de mundos que no conoce. El proceso educativo encuentra aquí los pilares básicos, la sed de conocimiento y la entrega del maestro. Por humilde que sea el origen del alumno, su mente llegará muy lejos.
ResponderEliminarPrecioso micro sobre la educación, Selene. Un beso.
Maestro y libros. Un buen dueto que abrirá horizontes en éste y otros alumnos que seguramente sí, creo, conocerán el océano y muchas más cosas.
ResponderEliminarOjalá todos los niños acudieran con tanto entusiasmo a la escuela.
ResponderEliminarSaludos, Selene
Selene, bello relato en el que el protagonista se enfrenta cada día a un largo y duro camino hasta llegar a la escuela, pero su deseo de aprender es mucho más poderoso que las dificultades que debe superar.
ResponderEliminarEn algunos países así ocurre. Los niños que a veces lo tienen más fácil no valoran lo afortunados que son.
Muy buen micro.
Besos.
Me encanta este relato, Selene, tanto por el significado tan hermoso que encierra como por la ternura con que tratas al personaje. La última frase me parece antológica.
ResponderEliminarEnhorabuena y mucha suerte con él.
Saludos.