Escena del crimen
Al fin había acorralado al impostor. No podía sino matarlo. Aguardó a que estuviera solo en la casa. Entró. Hizo lo que tenía que hacer y, para no dejar rastros, se puso a limpiar la escena del crimen. Entonces alguien llamó a la puerta. Era él... que venía a matarlo.
Eres tan meticuloso en todo, Andrés...
ResponderEliminar¡Uf, qué lío! Aquí hace falta Jessica Fletcher, pero de urgencia... Las tornas cambian en cualquier momento. Muy bueno, Andrés. Todo un trabajo de ingeniería criminal. Un abrazo.
ResponderEliminarAquí puede que haya un bucle de tiempo cerrado, una esfera de realidad paralela o una múltiple identidad esquizoide... lo que sea deja un interesante rastro de suspense tras el punto final. Saludos, Andrés.
ResponderEliminarVaya vaya. Qué genialidad aquí. Y pensé que sólo yo me había perdido de algún detalle que explicara todo.
ResponderEliminarConcuerdo con Manuel Bocanegra en que puede ser un caso de personalidades múltiples, en donde en un ciclo de presente progresivo, cada nueva personalidad que emerge, creyéndose la original, encuentra "sola" a la personalidad impostora y la asesina.
Ya nos dirás cual es la realidad subyacente aquí o en una siguiente parte.
Me encantan estos relatos intrigrantes. Que genio creador se encuentra uno en esta red. ¡Enhorabuena!
Un micro que parece que no va a tener final. ¿Seguirán llegando asesinos hasta el final de los tiempos?
ResponderEliminarSaludos, Andrés
Yo creo que es un caso de desdoblamiento de personalidad, pero el resultado es un buen micro del género fantástico.
ResponderEliminarMe ha gustado, Andrés.
Jajaja que maravillosa coincidencia hemos tenido este mes con nuestros relatos.
ResponderEliminarUn abrazo Galindo y suerte con las votaciones.