Estrés
Después de que el médico revisó sus exámenes y descartara sus dos principales teorías de su misteriosa enfermedad, cuando salió de consulta, en vez de dirigirse a la farmacia fue a la agencia de viaje más cercana, porque su récipe le recomendaba: días de playa, besos y muchas piñas coladas.
Un retrato de nuestra realidad actual. Muy bien por este micro.
ResponderEliminarTomo esa receta prestada, Sir, viene que ni pintada para el tiempo en que estamos. Hay que recordar que muchas veces es el tipo de vida acelerada que llevamos la causa de nuestro mal. Vivamos felices, nadando y besando y tomando, si es posible.
ResponderEliminarSaludos.
La mejor receta para el estrés, sin duda. Creo que me la autoaplico ahora mismo. Muy bueno. Un abrazo, Sir.
ResponderEliminarAconsejo al protagonista de tu historia, Helder, la receta tantas veces recomendada por García Márquez: un jarabe de buenas lecturas. Resulta más barata que viajar.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos
Buena receta antiestrés, creo que voy a apuntárme ese tratamiento.
ResponderEliminarUn abrazo.