Hombre y filantropía
Salí en busca del almuerzo. Un indigente mostraba un plato vacío. A la vianda le agregué un sándwich de jamón y queso. Regresé, no estaba en su lugar. Tenía que dárselo, calmar mi necesidad. Lo vi en la Plaza. Se lo ofrecí. Sorprendido, lo tomó y su boca lo despedazó.
Hola, Yolanda. A veces, a esa vena solidaria hay que darse salida como sea... Y que sean muchas veces, ojalá. Si el mendigo lo aprovechó, genial. O tal vez hubiera preferido dinerillo. No sabemos. Me ha gustado mucho. Un besito.
ResponderEliminarUn buen ejercicio de filantropía. La primera escala siempre es pequeña, pero con práctica se llega a más, y las buenas acciones (aunque hay quien les da mala prensa) ayudan, como cuenta tu micro a las dos partes que entran en relación. La próxima, que le invite a menú completo, verás que emoción.
ResponderEliminarUn micro con vertiente humanitaria. Saludos, Yolanda.
La filantropía tiene, a veces, mala prensa, por aquello de la diferencia entre la caridad que humilla y la justicia social. En cualquier caso, la ayuda humanitaria beneficia a las dos partes. Ya dices que el protagonista quería calmar esa necesidad.
ResponderEliminarBuen micro, Yolanda. Un beso.
Huy veces que se dice que el que regala disfruta tanto o más que al que se le da el presente.
ResponderEliminarEn tu relato queda claro la simbiosis perfecta entre el necesitado y la necesidad de dar.
Sí el mundo fuera tan simple y la parte que tiene más necesitara dar al que menos tiene, la vida no sería tan complicada y los telediarios durarían el tiempo de dar el parte metereológico y los deportes.
Un micro de los que da que pensar.
Me gustó.
Un beso, Yolanda.
Pablo.
Los dos calmaron su hambre.
ResponderEliminarEstá claro que el que da, siente una recompensa interior que le lleva a la paz consigo mismo.
El que recibe cuando no tiene nada... es una pequeña luz que se abre.
Todo tiene su ida y su vuelta.
Me ha gustado mucho tu cincuenta.
Los son protagonistas de tu micro, Yolanda, sienten necesidad: uno, de alimento; otro, de tranquilizar su conciencia. Un buen micro. Saludos
ResponderEliminar