Juego de palabras
Sólo era eso: asaltarte los eneros, ser el nudo de una trama imposible y contarle los dientes al lobo. Hoy ha aparecido una página nueva en mi diario. Al abrirlo se ha escapado un 'quizás', me ha retado un 'pero' y me ha guiñado el ojo un '¡vamos!'. Y voy.
Hermoso juego de palabras en el que con tu habitual maestría nos dejas, tras ese "quizás" y "pero" un ¡vamos! que deja abiertas todas las puertas de la esperanza y los buenos augurios.
ResponderEliminarA mí me encanta todo lo que escribes. Lo haces con una fluidez acompañada de imaginación que me deja pasmado uno y otra vez. No dejo de aprender contigo, Patricia, desde enero hasta diciembre.
Un beso.
Pablo
Si es que no me toman en serio ni las palabras que escribo yo... Se me ríen, se dan la vuelta y me confunden. Siguiéndolas encontré la puerta de la esperanza, la traspasé y allí se han hecho un fuerte desde el que retan a los mismísimos apaches. ¡Vamos, que necesito refuerzos para ponerlas en orden!
EliminarAllí te espero, camarada.
Un besote.
Comenzar el día y plantarle cara, sin amilanarse con sus posibilidades inciertas y sus problemas de entrada, siempre con ese "¡vamos!" lleno de energía y positividad. Unas ganas de vivir y, sobre todo de hacer, resumidas en una palabra de cinco letras que tanto se identifica contigo, con esa sana inquietud que a mí me parece admirable y no quiero perderme.
ResponderEliminarLa jornada puede traer lo que quiera, pero ahí estaremos, para eso alguien o algo nos ha puesto aquí y, si no, que no lo hubiera hecho.
En ese juego de palabras que es la vida cotidiana que nunca falten las tuyas.
Te mando un abrazote de verano, que es lo que toca, lo dice el diario y el telediario.
¿Ya es verano? Ves, yo he estado buscando el invierno y mis palabras burlonas no me han avisado de que había llegado el calor. Son unas gamberras y voy a tener que castigarlas. Las voy a obligar a pasar las vacaciones en un internado para señoritas, para que aprendan un poco de decoro y no me dejen en mal lugar, que luego pasa lo que pasa. Tienen vida propia y se inventan cosas que no escribiría nunca, de verdad, señor juez, que yo no pretendía asaltarle los eneros ni tirarle de la barba. Aunque a ti, Ángel, te queda muy bien y vas a tener que cambiarte el avatar. Eso te dicen mis palabras. ¿Ves cómo son?
EliminarDefinitivamente, hay que domarlas.¡Vamos!
Besos y abrazos para todo el verano.
La nueva página de tu diario trae positividad, energía... No podía ser de otro modo, siendo su dueña Patricia Ritchmond. Me encanta, como todo lo tuyo. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, María José. ¿Y si te mando algún "pero" a la Coruña? Es que ya no puedo sola con ellos y he pensado que ahí, contigo en la biblioteca, pueden aprender a camuflarse en cuartetos y tercetos y sorprenderme en algún soneto que no me avergüence. Que si yo contara lo que me hacen pasar...
Eliminar¡Vamos, dime que sí y acógelos un par de meses! Así, mientras, me dedicaré a jugar a los barcos conmigo misma y hundiré mi propia flota.
Espero noticias. Un beso.
"Juego de palabras". Y la oportunidad de jugar con ellas. Tú qué bien lo haces, Patricia.
ResponderEliminarEn la vida jugar a ponerles palabras a las vivencia para que al ser leídas por el otro disfrute él tb. con ellas.
Cuando el "¡vamos!" del final tuyo (qué fuerza, mamma mía) es la orden inapelable que emite el deseo. Sí, el deseo de compañía, donde las palabras son lazo.
Vamos, que me ha gustado un montón!
Oh, qué bonitas palabras, Carmelo. Ten cuidado con ellas, te lo aviso como amiga. Les das confianzas, les preparas una casa de páginas, con bonitas tapas duras, y te lo pagan cambiando significados y enredando todo lo que pueden, haciéndose las ingenuas. Los "quizás" son los peores, que tiran la piedra y esconden la mano.
EliminarYo no sé si el otro disfruta leyéndolas, pero alguna colleja me he llevado.
Un besote, Carmelo, y vigila, que las carga el diablo.
Qué bonito es poder jugar con las palabras y con los cuentos. Si, además, nos hemos encontrado otra página nueva en el diario, todo se carga de positividad. ¡Adelante, Patricia!
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado que coincidiéramos el mismo día, Carmen. Nuestros relatos son las dos caras del espejo y podrían complementarse. Abre la ventana, que se airee bien tu página, y deja que las palabras te la líen, que conmigo ya se aburren.
EliminarUn abrazo.
No podía dar otra respuesta la capitana de mares y vientos. Sorprendida y retada por el acontecer de lo imprevisto, además de agallas, le sobran intuición y pericia para saber que en los juegos de palabras de los días está la clave para vencer el reto intenso que es vivir.
ResponderEliminarSon juegos de palabras, sí, pero escritos por el alma de una maestra. Besos, Patricia.
Gracias, Manuel. La capitana está un poco cansada de penalidades y un día se levantó, sorprendió a un revoltijo de palabras que se reían de ella, y empezó un diario nuevo. Desde entonces lo llena con palabras, a lo loco, sin sentido, descaradas a veces, y aguanta el vendaval sin preocuparse de los cansinos agoreros que le reclaman seriedad y que se ponga en su lugar.
Eliminar¡Vamos! Juguemos con las palabras para vivir, para reír y para bailar las olas de Mundaka.
Abracicos.
Hola, Patricia. Me quedo con la enorme carga positiva que destila tus palabras. Ojalá nos vistiéramos con el traje de la ilusión al levantarnos cada día. Estas noches de bochorno no invitan en demasía a ello, pero se intenta. Te dan ganas de saltar al leer el micro. ¡Vamos! Transmite mucho este pequeñín. Un beso.
ResponderEliminarGracias, María José. Me has emocionado, que conste. Este pequeñín me ha salido un poco revoltoso y sin sal. Es que, para qué engañar a nadie, si ya sabéis que vivo con una gallina en la cabeza. Yo creo que es ella la que me revuelve las palabras del diario. Voy a racionarle el picadillo de las obras completas de Freud, que igual es eso.
EliminarUn beso.
Muy bueno eso de jugar con las palabras... No se te ocurra domesticarlas. Déjalas a su bola, que ellas saben darle la vuelta a los asuntos. Que no hay "quizá", sin un "pero" que incordie. Pero si me dicen ven, lo dejo todo... ¿no?. Hala pues! Vamos que nos vamos y que sea lo que Dios quiera jeje
ResponderEliminarGrande Patricia... como siempre.
Besos maños!
Es lo mejor que tiene nuestra afición, jugar con las palabras y dejar que nos enreden en mil aventuras y reinos inconquistables en la real realidad. Ahora, que estas mías están un poco pallá, lo reconozco.
EliminarBesicos, Galilea y buen verano.
Vaya, tu micro me deja una carga positiva y ese inconfundible sabor de ¡hoy me quiero comer el mundo! Por esa esquinita desde la que me tocó vivir. Tu micro y tus comentarios irradian alegría y un como alboroto de quién vive la vida en forma descomplicada y con algarabía. Muchas felicidades por cada una de esas cosas.
ResponderEliminarYo lo intento, de verdad, pero a veces no te dejan vivir descomplicadamente y se me alborotan las palabras. ¿Sera el subconsciente? No sé, tendré que investigarlo ahora que vienen las vacaciones y tendré tiempo para meditar sobre la felicidad de la algarabía.
EliminarMuchas gracias, Alejandro.
¿Ves? Se me alborotan tanto las palabras que me escupen los acentos.
EliminarPalabra a palabrita, una historia. Original forma de presentarla, ante los ojos ávidos de los lectores.
ResponderEliminarBesitos y abracitos virtuales, Patri
Gracias, MJ. Los ávidos lectores están votando para decidir si me echan o me mandan a tomar las aguas. Si sale lo segundo, que sea en un balneario con todo incluido, por favor, que lo aprovecharé bien, lo prometo.
EliminarTe deseo un verano lleno de letras y risas.
Abracicos.
Yo quiero jugar. Tenderé pasos sobre los diciembres. Dejaré finales abiertos al final de un comienzo inesperado. Destaparé todas las lunas para que aúllen los lobos desdentados.
ResponderEliminarNo temas, abre esa página y verás un olvidado 'quizás' y un escuálido 'pero' bajo la enorme huella del primer ¡Vamos!
Una maravilla de relato, Patricia. Me ha seducido.
Un fuerte abrazo.
Aquí te espero, amigo Antonio, con un diccionario y un lapicero. Buscaremos sustantivos, conjugaremos verbos y lanzaremos preposiciones al viento. Con un maestro a mi lado, mis palabritas aprenderán a escribir respetando las normas de urbanidad. ¡Ven pronto!
EliminarTe mando un abrazo y te deseo unas buenas y relajadas vacaciones. Y besos para Aurora.
Me encantan tus micros, Patricia, porque en ellos encuentro la belleza pura de las palabras libres, lo que nunca he podido lograr en los míos, prisioneros de una lógica redundante que no les permite levantar vuelo.
ResponderEliminarSeguramente es por ello que te leo con admiración no excenta de un pelín de envidia.
Un abrazo.
Calla, calla, que te están leyendo y tengo a todo mi vocabulario alborotado. Toda yo entera estoy prisionera de mis palabras malvadas y cada mes me exigen fianza para seguir escribiendo. Esta vez me piden adverbios interrogativos y me tienen loca con los dónde, cuándo, cómo... ¿Quién puede escribir nada decente así?
EliminarCreo que voy a probar con un exorcita, que será lo mejor. Ya os contaré. Mientras tanto, te deseo unas buenas y merecidas vacaciones para que sigas escribiendo tus fantásticos relatos.
Un beso, Georges.
¡Menudo diario tienes! Sin duda, entre el ‘quizá’, el ‘pero’ y el ‘¡vamos!’, has escogido la mejor opción.
ResponderEliminarEnhorabuena por el micro, Patricia. Saludos
Gracias, Plácido. ¡Y eso que no sé escribir! Cualquier día de estos aprendo, que parece diver.
EliminarSaludicos vacacionales.
(Yo me quedo preparando ciertas esquinas para recibir como se merece a cierto escritor cuyo blog frecuentamos los dos).
Yo también voy... Me encantan los juegos de palabras. Muacksssss, sin peros.
ResponderEliminar¡Sin peros que valgan! Sí, de pie sobre el mascarón de proa, con los brazos extendidos, cara al viento, ¡vamos!
EliminarUn abrazo volador, Carmen, y con olor de vacaciones.
Tienes una forma de escribir que me encanta, te sales de las normas (en el buen sentido) y le das dos vueltas de tuerca a la realidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, es de los que hay que leer y releer.
Un beso.
Me salgo hasta de la página... pero puedo servir para algo muy instructivo: como mal ejemplo. Queridos niños y niñas, no escribáis como la tía Pati, que acabaréis como ella, tal vez... Pero, vamos, seguro.
EliminarOtro beso, Asun, y buenas vacaciones.
Pues si que eres buena enredando al lector con un micro que me anima a escribir. Vamos a hacerlo. Tu relato es todo un reto. Gracias y besitos.
ResponderEliminar¡Qué feliz me hace tu comentario, Carmen! ¡Sí, vamos a escribir! Déjate enredar y enreda, que enredando se atan palabras y se arman ejércitos para hacer frente a retos y juegos.
EliminarUn beso fuerte y a escribir.
Las palabras, a veces, suelen jugar ellas solas, y hasta nos corrigen cuando queremos decir algo, mostrándonos otra opción mucho más imaginativa y sorprendente.
ResponderEliminarUn Diario, caro o barato, es un buen lugar para experimentar con las palabras, para hacerse a uno mismo confesiones de esas que no le diríamos a nadie, y para ir dejando bosquejos que pueden convertirse en frondosidades donde la pobre mente llega a extraviarse.
Así que esa página nueva que ha aparecido en el diario de la, o del protagonista de tu microcuento, con sus quizás, el pero y ese vamos imperativo, abre sin duda un mundo de posibilidades que tendrá que explorar como si buscase las fuentes del Nilo; pues ya antes ha tomado unas determinaciones de lo más arriesgadas, porque vaya usted a saber lo que se esconde tras ese simbolismo de asaltar los eneros –si sopla el cierzo pueden ser heladores-, ser el nudo de una trama imposible -¿una intrincada novela negra?- y contarle los dientes al lobo, algo sólo al alcance de una osada Caperucita.
Aunque todas son acciones arriesgadas y valientes y, sin duda, a esa nueva página del diario se le añadirán otras de las que se irán escapando los juegos de palabras más sorprendentes, las historias más fantásticas y los mundos más lúdicos, donde volver a ser el niño que aún patalea en nuestro interior porque alguna vez lo traicionamos creyéndonos la seriedad y el prosaísmo del mundo de los adultos, por no hablar de sus crueldades. Pero aún tenemos tiempo de corregir esa injusticia, así que: ¡vamos!
Un abrazo y una gran ovación por estos microcuentos tuyos tan especiales. Feliz verano, Patricia.
¡Vamos, Enrique! Juguemos con las palabras. No importa cómo: ouija, escritura automática, simbolismo, todo sirve en el juego mágico de la escritura.
EliminarDeja que cada cual, niño o adulto, entienda lo que quiera y vámonos de vacaciones, que fuera de tu microclima los demás nos cocemos.
Abrazote y gracias, Enrique.
¡ERES GRANDE, RICHMOND!
ResponderEliminarLa vida está para vivirla, para comérsela a mordiscos, para disfrutarla, para plantarle cara. Creo que voy a imprimir tu micro y lo voy a pegar en la puerta de casa para leerlo cada mañana.
Un beso enorme.
Malu.
¡Malu, mala mujer! que me has escrito unas palabras tan grandes que me han caído encima y me han roto siete vértebras, dos costillas, medio peroné y se me ha abierto la cabeza... Aunque igual no es malo, que me entra ahora por la cuquera una brisa marina la mar de fresquita. Debe venir de tu relato.
EliminarUn beso grande, pa ti, amiga.
Son muchos los filósofos y sicólogos que afirman que sin lenguaje no hay pensamiento. Yo no estoy de acuerdo (bendita ignorancia), pero sí creo que con las palabras podemos hacer asequibles ciertos pensamientos (asiendo parte de su esencia, a modo de bosquejo o caricatura) que de otro modo escaparían por completo a nuestro entendimiento, colocando así ladrillos, uno por cada concepto asimilado, para la construcción del pensamiento... Y no sigo por ahí porque acabaré contradiciéndome, jaja. Sea como sea, parece aconsejable que seamos nosotros los que juguemos con las palabras, del modo tan maravilloso que, por ejemplo, lo haces tú, y no al contrario. Como también que cedamos ante esos "vamos" de la vida, a pesar de las dudas y los inconvenientes que intenten paralizarnos. Interpreto que hablas de frialdad, problemas y miedos, pero también que la actitud tomada para abordarlos es la adecuada.
ResponderEliminarPerdona si me he ido mucho del asunto; hay días en que se me rebela el pensamiento, o las palabras, vete a saber.
Un abrazo, Patricia, y enhorabuena por este intenso y gran relato.
Qué sudores, Enrique. Me has recordado una asignatura de 5º de mi carrera, Pensamiento y Lenguaje, la más dura y difícil. Qué tiempos, aquellos... Y claro, ahí se quedó el trauma y ahora aflora en forma de infectos relatos sobre la simpleza de la vida. ¿Para qué complicarse tanto? Lancémonos a la aventura de descifrar el sencillo concepto simbolizado en las palabras que hemos inventado para relacionarnos y, ¡vamos, que solo tenemos 50 palabras y se acaban enseguida!
EliminarMuchas gracias y un abrazo con brisa veraniega, ligera y sin intensidades, que hace mucho calorcico.
Como ya te comenté, Patricia, tus últimos relatos me hacen pensar muuuuuuuucho. Si se trata de jugar con las palabras, ningún pero de mi parte. ¡Vamos! Un beso.
ResponderEliminarSí, Juana, juguemos a fabricar espejismos, a redondear enigmas y a abrir el cofre de las palabras prohibidas. (No pienses, que hace calor).
EliminarUn abrazo largo, como de aquí a Pamplona.
Y nosotros, como tus buenos lectores y admiradores, decimos vamos" contigo, acompañándote y sin importar ningún "pero".
ResponderEliminarTambién decimos besos y abrazos...
Y yo digo "¡Amigos, al tren!", que nos vamos. Hay un pero, para partir en nuestro tren de los 50 destinos hay que escribir una historia de 50 finales. ¿Dónde está la tuya? Hasta que no la factures, no subes.
EliminarAbracicos hasta entonces y buenos deseos veraniegos.
Acabo de ver que no está mi comentario que creía haberte escrito en su día. Como ya llego "fuera de hora", sólo te digo... ¡Suerte, guapetona! mereces, efectivamente, estar en la final.
ResponderEliminarUsted no llega nunca tarde, Sr. Moreno. También yo espera verte por las alturas. No creo merecerlo y me da pena que se hayan quedado fuera algunos mejores. Pero es la sal y la gracia de esta familia nuestra: seguiremos escribiendo y celebrando el triunfo de lo mejor de esta casa, la ilusión que nos guía. Y me voy a comer, que no me llega ya el riego al cerebro.
EliminarGracias, Isidro, y besicos veraniegos.
Exquisita como siempre Patricia.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte con las votaciones.
Brindemos por esa página nueva en el diario. Así que "vamos!", todos a celebrar la buena escritura. Como la tuya.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas Patricia. Reparo "tarde" más que "pronto" en este texto; cosa de los adverbios juguetones. Ingenioso micro. Un beso respetuoso.
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