No hay dos sin tres
—Mamá, no necesito ir al colegio.
—¿Qué pasa?
—Contigo aprendo más...
—Bobadas
—Mamá, el verbo "amar" me lo enseñaste tú.
—¿Y?
—También matemáticas.
—¿Como qué?
—Pues que tú y yo nunca dejaremos de ser tres.
—¿Tres, cómo es eso?
—Papá nos protege desde el cielo, dijiste...
—Verdad, hijo, somos tres.
—¿Qué pasa?
—Contigo aprendo más...
—Bobadas
—Mamá, el verbo "amar" me lo enseñaste tú.
—¿Y?
—También matemáticas.
—¿Como qué?
—Pues que tú y yo nunca dejaremos de ser tres.
—¿Tres, cómo es eso?
—Papá nos protege desde el cielo, dijiste...
—Verdad, hijo, somos tres.
Entrañable y bien desarrollado diálogo entre madre e hijo, hasta la última línea donde descubrimos el "quid" de la historia.
ResponderEliminarBien, por la ingenuidad del niño.
Suerte y un saludo
Qué bello diálogo. Parece que es un infante de primaria el que habla con su mamá. Esa inocencia cargada de profundo amor hacia su madre y su padre que ya partió. Te ha quedado maravilloso.
ResponderEliminarMe gusta esa manera de sumar. Hasta ahora admitía que 1 más 1 no siempre son dos, pero me has descubierto que amor más inocencia convierten en posible el resultado más improbable.
ResponderEliminarA los colegios, normalmente, les suele faltar esta visión emocional de las matemáticas.
Sensible y directo. Saludos, Ismael.
En mi caso, que confieso ser muy "de letras", que respeto los números como necesarios pero me parecen muy fríos, me quedo con la forma de sumar de ese pequeño tan lúcido. Bien orgullosa ha de estar esa madre y también el padre. Un diálogo entrañable y un título muy bien traído.
ResponderEliminarUn saludo, Ismael
Qué hermoso!
ResponderEliminarOhhhhhhh. Precioso. Me ha encantado, enhorabuena.
ResponderEliminarSentimiento puro. Lindo. Un beso.
ResponderEliminarMe ha entristecido este dialogo,pero al mismo tiempo,me ha gustado por su sencillez y sorpresivo desenlace. Y es que toda buena historia ha de tener un final sorprendente. Un saludo
ResponderEliminarUn micro entrañable, Ismael.
ResponderEliminarSaludos
Un micro cargado de ternura y profundo sentimiento. Felicidades, Ismael. Saludos.
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