Promesa cumplida
Le hizo prometer a su hijo que, mientras ella viviera, no se casaría con aquella mala mujer. "Tenía razón", medita la novia al tiempo que avanza parsimoniosa hacia el altar. Bastó un almohadón para demostrar mi vileza. Aunque el médico certificó que le falló el corazón: algo que nunca poseyó.
Expectativas negativas cumplidas. La suegra se salió con la suya,tenía razón; pero ha engendrado un monstruo, un personaje de armas tomar con enjundia de protagonista de novela negra. Un micro con forma y contenido contundentes. Saludos, Mª José.
ResponderEliminarEs un clásico eso de las batallas mileniales entre suegras y nueras.
ResponderEliminarTu relato tiene esa pizca de jocosidad necesaria para aderezar una trama , digamos, de asesinato pasional (porque qué pasiones se levantan entre suegras y nueras)... Pobre el hombre de esta historia, qué le espera con una esposa así. Un abrazo Ma. José.
La intuición de esa mujer, aunque indemostrable, resultó ser de lo más atinada al creer que la novia de su hijo no podría traerle nada bueno ni a él ni a nadie. La prueba está en que a la susodicha le ha faltado tiempo para darle la razón; además, tiene la desfachatez de justificarlo como si fuese un favor que hace, no se sabe a quién. Desconocemos cómo sería el corazón de la pobre victima, pero sabemos con certeza que el de su asesina es vengativo, calculador y frío, que no ha dudado en eliminar un obstáculo que parecía molestarla.
ResponderEliminarBuen relato, María José, con unos personajes muy bien perfilados.
Un abrazo
A grandes males, grandes remedios. Aunque por el bien de tu protagonista, espero que no haya policía entre nosotros que coja al vuelo la confesión.
ResponderEliminarUn saludo, María josé.
Vaya vaya... reconoce que tenía razón su "suegra", reconociendo su vileza. Pero a pesar de todo, culpa a su víctima de no tener corazón. Supongo que haga el daño que haga, siempre encontrará una justificación. El novio/marido lo va a tener crudo...Posiblemente y sin tardar, le convencerå para que se haga un buen seguro de vida, con ella como beneficiaria.
ResponderEliminarBuen micro!
M. José, el novio deberá tener mucho cuidado con lo que le dice a la novia a partir de ahora. Y que no se le ocurra decirle nunca "por encima de mi cadaver", que ella actúa rápidamente.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Besos.
Menuda prenda de nuera, María José. Está claro que se le atragantó la suegra desde el minuto cero, quizá porque la pobre mujer la caló enseguida. Con razón el dicho de : "la mejor palabra es la que no se dice". Calladita hubiera estado mejor, aunque el amor a los hijos puede con todo, claro. Muy bueno, tocaya. Un besito.
ResponderEliminarSuegra y nuera se habrían llevado bien: eran tal para cual.
ResponderEliminarSaludos, María José
¡Vaya dos serpientes, a cual peor! Y el pobre novio no sabe lo que le espera.
ResponderEliminarUn beso Mª José.
Malu.