Sin final (senza fine)
"En el principio fue el verbo".
Le sugirieron una excedencia: tendría todo el tiempo para el ocio, sentiría el placer de no hacer nada.
Comenzó con una primera palabra. Pensaba que se acercaba al final, pero no se daba cuenta. Decidió vivir cada segundo dejando en cada palabra su vida.
Le sugirieron una excedencia: tendría todo el tiempo para el ocio, sentiría el placer de no hacer nada.
Comenzó con una primera palabra. Pensaba que se acercaba al final, pero no se daba cuenta. Decidió vivir cada segundo dejando en cada palabra su vida.
Escribir nos ayuda a sentir más intensamente la vida. ¿Es así? o escribimos tan intensamente porque necesitamos expresar la intensidad de lo vivido.
ResponderEliminarUn relato sin final que es todo un comienzo de vida nueva. Felicidades, Francisco.
Bello comienzo con la frase bíblica. Quienes participamos en esta página amamos el verbo, amamos las palabras. Escribir es un modo de vivir con mayor intensidad. Habrá otros, sin duda, pero hemos elegido este. Me ha gustado mucho esta excedencia que se le concede al protagonista. Un abrazo, Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias. Tienes razón: una palabra crea un pensamiento. Un pensamiento da a luz a nuevas ideas.
EliminarEsa excedencia... ¡Me suena!. Deseo y te animo a que, con motivo de la nueva situación, llenes tu vida de letras, palabras, textos escritos que luego me deajarás leer.
ResponderEliminarPor cierto, el título me ha encantado "Senza fine" que me recuerda la preciosa canción del mismo nombre, así como la película maravillosa: Avanti.
Querido compañero, te felicito por tu relato y te envío un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Isidro. El gran Gino Paoli, creador de una melodía que atenaza. Un fuerte abrazo.
EliminarEscribir es dar vida a las letras y tú lo acabas de hacer y muy intensamente, por cierto. No hay final para esta tarea, desde luego que no. Encadenar palabras, frases, párrafos, capítulos... Todo es empezar. Es como un vicio; si te enganchas no terminas nunca...
ResponderEliminarMuy bueno, Francisco. Un abrazo.
Vamos a intentar caer en esa adicción. Intentaremos disfrutar de la mejor inversión que he hecho nunca: invertir en tiempo libre. Un abrazo, María José.
EliminarEl tiempo libre concedido para "no hacer nada" lo llenó de letras y se dio cuenta de lo absorbentes que pueden ser, pues lo colman todo y, si se quiere y se puede, no tienen fin, tanto las que leemos de otros como las propias Lo que daría yo por una excedencia de esas.
ResponderEliminarUn saludo Francisco
Muchas gracias. Todo llega. El inexorable paso del tiempo es una paradoja por lo relativo que transcurre en cada situación que vivimos. Incluso, ahora me faltan horas. Un cordial saludo, Ángel.
EliminarYa lo dice el Eclesiastés: El escribir no tiene término.
ResponderEliminarUn bello micro. Saludos, Francisco