Sonrisa
La sangre le recordaba el mundo insalubre en el que vivimos. Las pinzas salían una y otra vez en rojo carmesí, sosteniendo esos pequeños tesoros. Cada diente en simbología de cada pecado y tantos pecados en seres tan pequeños.
Porque la mejor sonrisa es aquella que no muestra la dentadura.
Porque la mejor sonrisa es aquella que no muestra la dentadura.
Leído el relato, un escalofrío me recorre la espalda. Si mi lectura es la correcta... ¡qué espanto! Se me heló la sonrisa.
ResponderEliminarUn micro que impacta literalmente. Saludos, Ricardo.
Gracias por darle vida a esta sonrisa.
EliminarLa ley de Talion autoinfligida
ResponderEliminarGracias por la lectura María.
EliminarTerrorífico. Esto es lo que se conoce como arrancar la sonrisa.
ResponderEliminarSaludos, Ricardo
EL comentario que embona más en este micro. Gracias.
EliminarOjo por ojo, diente por di... Miedito del bueno. Yo ya voy por Maldivas, eché a correr hace un rato, me ha dado tiempo a coger dos aviones. Pies para que os quiero...
ResponderEliminarGenial, Ricardo. Un abrazo.
Gracias, me hiciste sonreir.
EliminarMaravilloso relato en prosa poetica. Profundo y con clase. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Iñaki.
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