Una foto: la vida misma
Aquella foto de boda fue quedando vacía. En ella, sonreían los novios, las hermanas de la novia, su mejor amiga y la pareja de esta. El novio de su amiga resultó ser un maltratador, las hermanas pelearon, el marido la abandonó por su amiga. Ni siquiera tiene ya el vestido...
Carmen, las fotos retienen el tiempo, lo congelan en una imagen indeleble. Luego la vida va cambiándolo todo. Unas veces a peor, como en tu certero micro, pero otras a mejor. Afortunadamente.
ResponderEliminarMe ha gustado pues, como bien dices en el título, es la vida misma.
Un cordial saludo!
Sin duda, la vida en una estampa. Gracias Carmelo por tu acertado comentario. Un abrazo y me alegro que te haya gustado.
EliminarUna fotografía es un intento de perpetuar un momento, al tiempo que produce un espejismo, la ilusión de que las personas que en ella aparecen no cambiarán nunca, cuando en realidad se encuentran en continua transformación, desde su envoltura externa a su interior, relaciones y circunstancias. Una imagen, la que reflejas, que al contemplarla con el tiempo, motiva a decir aquello de: "Quién iba a decir entonces lo que iba a suceder".
ResponderEliminarHas reflejado muy bien ese guión en mudanza permanente que es la vida.
Un abrazo, Carmen
Muchas gracias Ángel. Es cierto, nos parece que nada va a cambiar en la vida, como en las fotos y hasta ellas pierden su color. Un abrazo grande amigo.
EliminarEl tramposo encanto de una fotografía consiste en dejar atrapado lo que no ha dejado de escapar, en congelar ese instante que sólo existió en ese instante y que lo mantiene embalsado, aislado del fluir de la vida, a merced del interesado recuerdo.
ResponderEliminarGran reflexión presentada en un muy buen relato, Carmen. Enhorabuena.
Un abrazo.
Así es Antonio. El fluir de la vida congelado en la foto. Me alegra mucho que te guste. Muchas gracias. Un abrazo.
EliminarTragicómica resulta la mirada sobre esa fotografía, vista con la perspectiva que da el tiempo. Entre la vieja y la nueva composición ha transcurrido la vida misma.
ResponderEliminarMuy jugoso, Carmen. Saludos.
La vida misma, con su tragedia y su comedia. Gracias Manuel. Un abrazo.
EliminarCarmen, todas las fotografías tienen su historia, pero la tuya escrita en 50 palabras contiene, como indicas en tu acertado título, toda una vida.
ResponderEliminarHas contado una historia que contiene 3 o 4 que subyacen en la misma, que se entremezclan y que confluyen en una fotografía.
Genial relato, me ha gustado mucho.
Besos.
Gracias Javier. Las vidas están compuestas de historias de cada día. Esa foto que nos muestro o cambia la vida a cada paso. Las novias de antes conservaban las fotos y el vestido de novia, aunque fuera para recordar el dolor. Los tiempos han cambiado. Me alegra mucho que te haya gustado. Un abrazo. Como siempre algo de realidad hay en él, o demasiada realidad... Jejeje. Besitos
ResponderEliminarHola, Carmen. La vida da tantas vueltas que nunca sabes el desenlace de lo que un día empezaste, ni para bien, ni para mal. En este caso, a tu foto también podría haber seguido otra con la familia aumentada, junta, en amor y compañía... Otro posible final, que no se ha dado. Pero podría haber sido. El destino.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un besito.
Gracias María José. Sin duda la vida nos hace ir en distintas direcciones. También nosotros elegimos camino. El día a día está lleno de bifurcaciones. Un abrazo grande.
EliminarLa fotografía congela un instante de felicidad de varios personajes en torno a una novia. Pero la vida no es estática, es un continuo fluir, una transformación permanente en la que estos personajes corales han ido desapareciendo del entorno de la protagonista. La vida misma se ha encargado de despojarla de sus seres queridos. Seguro que le ofrecerá otras amistades y lazos amorosos nuevos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Carmen. A veces no nos reconocemos en quienes fuimos. Un beso.
Gracias Carmen. No nos reconocemos, no. De tantas vueltas que da acabamos en un lugar desconocido, con gente desconocida. Una misma no es ni e reflejo se lo que fue. Lo dicho, la vida misma. Un abrazo grande
EliminarA partir de un presente congelado en una foto, desgranas el futuro que procedió a aquel instante feliz, y que una tormenta esperaba para desbaratar las buenas intenciones de ese momento.
ResponderEliminarMe ha encantado, Carmen.
Un beso grande.
Pablo
Muchas gracias Pablo. En nuestras vidas se suceden las tormentas. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo grande
EliminarAhora que se pueden retocar las fotos habría que echar mano del Photoshop, pero a la inversa, para intentar arreglar esas vidas nuestras que se van torciendo y desdibujan los momentos que quisimos guardar para siempre.
ResponderEliminarMientras lo inventan, sigamos leyendo y escribiendo.
Un abrazo, Carmen.
Tendremos que aguardar a los avances del futuro. Ojalá fuera posible. A ver en mi próxima boda qué fotos nos hacemos jajajajajajaj. Gracias Patricia. Un abrazo grande
EliminarUna vez hicieron un reportaje en la casa de Raquel Revuelta. Presumió de una foto vestida de novia en la que aparecía sola; no tenía ninguna con su ya entonces ex marido. Me pareció curioso y ridículo. En tu micro siguen estando todos juntos en la foto, aunque su vida hace mucho que está rota. Real, sí, como la vida misma.
ResponderEliminarEnhorabuena por la historia, Carmen. Saludos
Qué curiosa historia. Hay gente para todo jejejeej. Gracias por tus palabras Plácido. Un abrazo grande.
EliminarCarmen, una fotografía capta un instante concreto de nuestra vida, pero luego todo cambia y nada es lo que parece, además de las ausencias que se van produciendo a nuestro alrededor, por distintos motivos.
ResponderEliminarMuy bonito, amiga.
Besos apretados.
Gracias amiga. Me alegra mucho que te haya gustado. La vida misma jejeje. Besitos a millones.
EliminarCara y cruz de un momento. Buen retrato de una ilusión y una maldita realidad.
ResponderEliminarPara pensar...
Besito virtual, Carmen
Así es María Jesús. La vida nos mueve, trae y lleva. Un beso te envío también por las redes a través de esta ventana.
EliminarRealista visión de un instante que aparenta ser feliz y duradero. La vida pone a cada uno en su sitio.
ResponderEliminarMe ha gustado, Carmen.
Muchas gracias Asunción. Así es, es cuestión de tiempo que la verdad salga a la luz. Besitos
EliminarBueno, esperemos que, como en la canción de Aute, al menos quede la música. Qué bien has plasmado esa sensación que dejan algunas fotos (principalmente aquellas en las que aparece mucha gente) sobre las vueltas que da, y lo cruel que a veces puede ser, la vida.
ResponderEliminarFresco, y triste al mismo tiempo, relato.
Un abrazo, Carmen.
La música siempre nos acompaña... Gracias Enrique. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarMuy cierto es que las fotos plasman un momento que el tiempo se encarga de cambiar. Lo has descrito muy bien Carmen, dejando un relato cierto y triste.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso.
Es...como la vida misma. En tu supuesto de lo que pudo ser y no fue, porque todo se torció... habrá muchas fotos por ahí, contando historias parecidas. Es una pena que se desdibuje un recuerdo que pretendía un futuro bonito... Pero pasa, y muy a menudo, lamentablemente.
ResponderEliminarMuy bueno tu cincuenta.