Accidente nuclear
La ciudad fue evacuada, aislada, quedó vacía, entregada a la naturaleza.
El padre era bombero con pocos conocimientos. Respiró, tocó y comenzó a envenenar con su proximidad, con sus abrazos.
Fueron muriendo a partir de mayo. Él, los hijos. La mujer, en diciembre, sin entender por qué estaba tan cansada.
El padre era bombero con pocos conocimientos. Respiró, tocó y comenzó a envenenar con su proximidad, con sus abrazos.
Fueron muriendo a partir de mayo. Él, los hijos. La mujer, en diciembre, sin entender por qué estaba tan cansada.
Que triste. Pero bueno es verdad que en este tipo de sucesos siempre pagan justos por pecadores. Me viene a la memoria los trabajadores que sellaron cuando el accidente de chernovil que fueron a una muerte segura. O las chicas del radio, que trabajaban pintando relojes para que se iluminarán en la oscuridad. Me ha gustado mucho tu relato.
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué soberbio homenaje a los bomberos y a todos aquellos que ponen en riesgo su vida para salvar a los demás!
ResponderEliminarUn final muy duro que no hace justicia a toda la vocación y altruismo de aquel hombre. Murió por la causa.
Estremecedor relato que nos hace reflexionar sobre las magulladuras que sufren los que ayudan: las marcas de los héroes.
Felicidades, Yolanda.
Un beso.
Muy triste... Y muy buen micro!
ResponderEliminarTu micro me ha recordado el primer testimonio que aparece en Voces de Chernóbil. Terrible.
ResponderEliminarHas sabido narrarlo muy bien, Yolanda. Saludos
Terrible lo que nos muestras en tu relato, Yolanda. La inconsciencia o esa falta de conocimientos de un hombre que lleva consigo la muerte y se la traslada a todos los que quiere. Saludos y suerte.
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