El escritor
Perfumado de alcohol y de la mortal nicotina, decidió una mañana despertar a todo el mundo con sus disparos de divorciado de la vida. Nadie de su entorno conocía los motivos que tenía para suicidarse. Sólo el barman que le servía los daiquiris: estaba desesperado y ya no podía escribir.
Interesante punto de vista sobre el creador literario, María Luisa. Cuando un autor prolífico tiene sequía de ideas puede suceder lo que nos cuentas. Celebro la temática que abordas porque yo, en mi microrrelato trato otro aspecto de la creación e interpretación de una obra.
ResponderEliminarUn abrazo.
cuanto daria tu escritor por atrapar a su musa. A veces te quedas en blanco y llega la sequia de ideas. Pero hay mucho mas de trabajo que de inspiracion. Buen relato. Abrazos Maria Luisa.
ResponderEliminarLa sequía es mortal.
ResponderEliminarY los camareros, esos buenos "escuchantes".
Buen relato.
Un buen camarero puede ser también un gran receptor de historias. La naturaleza humana necesita desahogarse de vez en cuando; nada mejor para ello que alguien presto a la escucha y dispuesto a servir copas, que siempre desatan la lengua.
ResponderEliminarMe alegra leerte también por aquí, María Luisa.
Un abrazo y buen verano
Vaya un amor por la letras (y la habilidad de producirlas), a tal punto que definen el núcleo y el envoltorio de tu vida misma; sin lo cual, la vida pierde todo sentido. ¡Vaya un amor así!
ResponderEliminarSupongo que describes lo que le ocurrió a Hemingway. ¿Merece la pena una vida sin escritura?
ResponderEliminarSaludos, Mª Luisa
Muy bien Plácido. Es Hemingway el escritor al que le dedico este micro. Posiblemente él pensó que no valía la pena vivir sin escritura y puso el punto final.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios, siempre aportan mucho.
Han sido muchos los escritores que, después de haber triunfado, dejaron de escribir, como es el caso de Juan Rulfo, de Sallinger y tantos otros. De muchos de ellos nunca sabremos a qué se debió su renuncia, si al desinterés, al miedo a no alcanzar la altura anterior o a la carencia de ideas. Parece que tu escritor equipara el oficio literario a la vida. De ahí el recurso al suicidio cuando se ve abocado a la sequía.
ResponderEliminarMuy interesante, María Luisa. Felices vacaciones y besos.
La expresión "divorciado de la vida" me ha encantado María luisa. Me ha recordado a la de los hermanos Marx: "que paren la vida, que yo me bajo" o algo así.
ResponderEliminarBonito homenaje.
Un abrazo
Qué gran manera de describir ese "divorcio con la vida", María Luisa. El alcohol y la nicotina fueron el detonante para el desesperado protagonista. Las confidencias que le hacía al barman le convierten en el único sabedor del tema.
ResponderEliminarLa metáfora creo que sitúa a un escritor que abandona la escritura por haber tocado fondo.
Espero estar acertado y que el "divorciado" opte por retomar la escritura como método y terapia de cura.
Un beso.
Un vacío que se llena entre alcohol y nicotina, termina por hacerse tan inmenso, que se come la vida entera. Una vez ciego, ya sólo ve una salida, a una vida que no le entiende.
ResponderEliminarMuy bueno, M. Luisa!
Tu historia me hace evocar esas novelas o películas negras donde el protagonista atormentado se echa en brazos de alcohol, con el camarero casi siempre dispuesto a escuchar y aconsejar. Me ha gustado. Suerte y un saludo, María Luisa.
ResponderEliminarQue bien perfumado está de estilo literario, solo que siento pena por el barman, que ya no podrá escribir. Espero que a ti no te pasen ninguna de las dos cosas, porque tienes que seguir escribiendo así de bien.
ResponderEliminar¿Eres malu?
Un abrazo de los dos
Una sórdida historia muy bien contada. Ese "divorciado de la vida" representa muy bien al personaje atormentado que nos describes.
ResponderEliminarUn abrazo.