El secreto de los campos de lavanda

Era ingenua y alegre, pero, a menudo, lloraba desconsolada sobre los campos florecidos, y un día desapareció.

Mamá callaba. Papá se ocultaba. Yo siempre la esperé y, abrazada a una niña violácea que olía a espliego, regresó.

—¿Es mi sobrina? —pregunté entusiasmado.
—Sí —respondió serena—, y también tu hermana —añadió.
Escrito por María José Escudero

7 comentarios :

  1. Espléndida la forma cándida con que nos presentas una situación realmente traumática.
    Me ha gustado mucho, María José.
    Suerte.

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  2. Un tema de incesto, si no me equivoco. Narrado, como bien dice Rafa, con mucha dulzura. Exquisito, tocaya.

    Besitos estivales.

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  3. N. José, en tu micro todo parece bello y perfumado de lavanda hasta que, al llegar a la última palabra, nos desvelas que se trata de un incesto. Lo has tratado con mucha sutileza. Enhorabuena.
    Besos.

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  4. Vaya. Se queda uno pasmado ante el final inesperado. Lo pintas tal cual puede ser en la vida real, niñas cándidas que son violentadas a vivir una realidad de pesadilla. Qué lacra para la humanidad esos bajos instintos perversos que rayan en la locura. Magníficamente relatado Mª José.

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  5. Enrique Caño17/8/17, 15:51

    ¡Vaya forma tan sorpresiva de finalizar el micro!Como he leído anteriormente, la humanidad se ve lastrada por este tipo de actitudes locas.
    Impactante relato, María José.
    Un beso

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  6. Bajo el aroma de las flores, el "aroma", de la violación. Un contraste acertado para agitar las conciencias.
    Suerte y un besito, María José

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  7. Una historia de incesto brutal, una menor traumatizada de por vida, con la connivencia de la madre. Un espanto muy bien presentado.
    Un abrazo

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