Enfadados
¿Bajaste la tapa del inodoro? ¿Sacaste la bolsa de basura? Mirá que te dije que no te hurgaras la nariz en público.
¿Cómo puede ser que siendo tu perro, de tanto oír a Mercedes regañarte, me lo aprendiera de memoria?
Y vos, tan grosero como siempre, ¿justo ahora pretendés suicidarte?
¿Cómo puede ser que siendo tu perro, de tanto oír a Mercedes regañarte, me lo aprendiera de memoria?
Y vos, tan grosero como siempre, ¿justo ahora pretendés suicidarte?
Muy duro el relato, Lucía. Si he entendido bien el perro, ya cansado de oír las indicaciones de Mercedes, intenta concienciar al marido. Pero éste, ha tocado fondo y pretende quitarse la vida. No sé si mi interpretación es correcta.
ResponderEliminarUn beso, Lucía.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo coincido con tu interpretación Enrique.
ResponderEliminarPobre hombre, solo él sabe el torbellino de visicitudes que lo han llevado a esa condición, a estar cercano a ese acto último de cobardía, para escapar de la vida. No lo excuso de ninguna manera, pues al parecer el perro parece condenarlo desde ya, y mucha culpa ha de tener, pero si reflexiono en que en su interior ese hombre desde hace tiempo, debe estar muerto en vida.
El relato es duro y son los himbres quienes mejor lo entienden.
EliminarLas mujeres tienden a creer que regañando al marido por tonterías y teniendo la cssa en orden alcanza para der felices. No me incluyo aunque no diré que nunca caíen esa ttampa.
Yo bajo la tapa del inodoro y saco la basura (a partir de las nueve de la noche, por supuesto) sin que mi mujer tenga que decirme nada, pero desde luego no es por eso por lo que quiero suicidarme.
ResponderEliminarSaludos, Lucía
Jajaja.
EliminarGenial respuesta que por cierto me deja la intriga. Hay un etupendo cuento en ese principio narrativo. Espero leerlo algún día.
Estupendo. Disculpa.
EliminarMetes el dedo en la llaga. Está claro que , para algunos, esos comentarios negativos pueden considerarse tonterías, pero, para otros, ese machaqueo constante puede hacerte dudar de tu valía y casi preferirías la muerte a tener que seguir soportando ese desprecio. Suerte y saludos, Lucía.
ResponderEliminarClaro. El punto es que el narrador es el perro y se da cuenta del padecimiento de su compañero. El 'justo ahora" permite inferir que tocaba paseo u otra actividad grata para la mascota del inminente suicida.
Eliminar