Estrella de luz
Tumbada en el sofá inspiro, espiro y cierro los ojos. Me concentro en mi respiración tocando mi abdomen con las manos. Siento mi cuerpo flotar, ingrávido y relajado, como volando en el espacio.
Ahí estás tú. Que siempre me guías. Mi pequeña estrella de luz. Tú. Que nunca te fuiste.
Ahí estás tú. Que siempre me guías. Mi pequeña estrella de luz. Tú. Que nunca te fuiste.
No sé si he interpretado bien tu micro, Maest. Pienso que aludes a un embarazo con resultado de pérdida del bebé. Debe de ser algo terrible y un dolor de alma, enorme. Tú has logrado transmitirlo con elegancia y mucha sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas tardes, Maria José.
EliminarEfectivamente eso era lo que trataba de contar. Un bebé perdido pero nunca olvidado. Supongo que ese vacío será complicado de llenar, por mucho tiempo que pase.
Gracias. Un abrazo.
Puede que sea cierto que exista, o al menos eso queremos pensar, una presencia constante de un creador que de alguna forma es responsable de habernos puesto en el mundo. Todos hemos leído la coincidencia de casos de personas que casi llegan a morir y regresan, como todas dicen haber visto una luz que de alguna forma les guía.
ResponderEliminarUn relato basado en algo indemostrable, pero que quizá exista y, con ello, la esperanza que supone que todo no termina aquí.
Un saludo
Quizá exista esa luz y algunos afortunados la han conocido. O quizá solo sea una ilusión por querer que haya algo más. Que cuando nos vayamos nos acoja.
EliminarGracias Ángel, saludos
Excelente micro: alguien se ha ido, pero sigue ahí, para siempre. Saludos, Maest
ResponderEliminarMientras nos acordemos de esa persona siempre vivirá algo de ella.
EliminarSaludos. GRacias
Si la meditación sirve para contactar con tus seres queridos del más allá. Creo que voy a empezar a practicarla ya. Claro que creo que es una metáfora sobre el yo. Y puede que sea un renacer de tus propias cenizas. De cualquier modo excelente relato.
ResponderEliminarUn abrazo Maest.
Creo que meditar nos hace más conscientes de quien somos. De nuestras necesidades. Y de los que nos rodean. Que tanta prisa no es buena para la mente.
EliminarGracias Raquel. Saludos
Veo varias posibles interpretaciones para este genial micro, Maest. Creo que has querido dejar la puerta abierta al lector para decantarse por varias opciones.
ResponderEliminarPor un lado, parece que la protagonista tiene un reencuentro con un ser querido; alguien al que está en el Más Allá y solamente puede contactar en ese estado de inconsciencia y ensoñación.
Por otro lado, parece que la protagonista entra en trance; algo así como en un viaje astral. Y, fruto de ese viaje, conecta consigo misma en una visión más amplia.
Sea como sea la interpretación, es un micro sobresaliente.
Felicidades, Maest.
Un abrazo.
Me encanta cuando veis tantas posibilidades en un micro tan pequeño. Eso es lo mejor de todo esto. Que te abre la mente de una manera sorprendente y genial.
EliminarTodo lo que leas puede ser perfectamente válido.
50 palabras a veces cuentan mucho más de lo que se ve a simple vista.
Gracias, Gracias, Gracias
Un abrazo Enrique
La pérdida de un hijo que llevas en tu vientre, deja un vacío inmenso. De sentirte profundamente acompañada, se pasa a la nada más absoluta. La búsqueda de esa pequeña estrella de luz, es una necesidad de reencuentro. La necesidad de "no olvidar" de estar presente en ese instante. De volver a recrear esa sensación de plenitud... Porque hasta el recuerdo matizado por los días, los meses... que se suceden, duele.
ResponderEliminarMuy bello tu cincuenta, Maest!
Muy sensible tu historia, Maest. También me resulta atrayente que la protagonista acepte la situación y que el recuerdo y la compañía de esa pequeña estrella de luz le sirva de guía. Suerte y un saludo.
ResponderEliminar