Final alternativo
Es que no tuviste bastante y mira que te lo he advertido; yo te quiero, pero un hombre debe hacerse respetar, saber imponer disciplina. Creo que podemos recomponer nuestra relación, aunque... no sé, creo que el cuchillo de la cocina clavado en mi tripa no nos va a ayudar nada.
Esto me suena a decir: "A ver, te saco el cuchillo y comenzamos de nuevo ¿sí? Hola,me llamo Alejandro". Tan hilarante como crudo. Felicidades Jesús.
ResponderEliminar¡¡Ostras!! Con cuchillo y todo, son palabras mayores. No creo que sea hacer apología de la violencia de género pero...
ResponderEliminarNo obstante lo bueno si es bueno... Saluidos
Un micro que lleva tanta tragedia y carga emocional como nivel de denuncia hacia la violencia de género.
ResponderEliminarEl elemento del cuchillo logra crear más impacto -si cabe- al relato. Felicidades, Jesús, creo que tu historia ayuda a aportar ese granito de arena que la causa merece.
Un abrazo.
Depende de la capacidad de perdón que tenga el "acuchillado", depende.
ResponderEliminarjejeje
Es cierto que la capacidad de perdón de la víctima aquí influye sobre manera. Pero esta capacidad debería ser muy fuerte y yo no sé si estaría dispuesta a ello...
ResponderEliminarLa eterna escena del perdón. Se repetirá mil veces, hasta que el cuchillo acierte en la diana.
ResponderEliminarUna buena muestra de humor negro.
Saludos, Jesús
Que bueno es el relato, me dejas frio. No creo que recompónganla relación, aunque el imponga su disciplina, porque el cuchillo duele y no se olvida fácilmente.
ResponderEliminarUn buen relato, y que sirva de advertencia.
Un abrazo de lso dos
Jesús, tremendo relato. Un asunto espinoso y terriblemente actual. A veces pienso que el cielo debería estar plagado de aviones que en lugar de lanzar bombas lanzasen toneladas de corazones rebosantes de amor. Es lo que hace falta, bajo mi punto de vista.
ResponderEliminarPor lo demás me ha gustado tu tono de humor negro grisáceo, ja, ja...
Muy agudo. Estupendamente planteado.
Besitos y feliz verano.
Pelillos, digo, cuchillos a la mar. Menuda sorpresa final.
ResponderEliminarExcelente micro. Saludos, Jesús
Hola muchas gracias por los comentarios y sabiendo que es un tema, por desgracia, muy actual he querido hacer una aproximación con un cierto humor negro. Pero lo que de verdad espero, es que llegue un día en que no tengamos que hablar de ninguna muerte.
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