La decepción de la sirena
Se dio cuenta de que había sacrificado su voz para nada, aunque pudiera hablar nunca conquistaría el corazón del príncipe. Ahora en tierra firme, observó cómo contoneaba las caderas al andar, algo que no notó cuando salvó su vida. Volvería al mar, cualquier tritón habría tenido más éxito que ella.
Cómo ha cambiado el cuento, espero que el cangrejo Sebastián llegue a tiempo para hacer de celestino entre el príncipe y la sirenita con su "bajo del mar". Nuestra Ariel debe valorarse más y no rendirse a las primeras de cambio, si ya ha llegado hasta allí hay que tirar hacia delante; para atrás ni para tomar carrerilla. Ya ha perdido su voz, ahora no puede perder su corazón.
ResponderEliminarUn micro muy simpático.
Hmmm....Pido disculpas anticipadamente si interpreto el micro por el lado equivocado. Creo entender que el principe contonea sus caderas al andar (cosa que la sirena no notó antes ─al salvarlo─) y de allí podría inferir que el principe es más bien homosexual y por ello la sirena concluye que un tritón lo habría enamorado mejor. Muy original el micro. Saludos Perraka.
ResponderEliminarLa verdad que después de leer el comentario de Alejandro coincido con su interpretación. No lo había imaginado de esa forma pero lo cierto es que ahora creo que es lo que verdaderamente trata de reflejar el micro.
ResponderEliminarMuy original micro, siempre presuponemos que los protagonistas de las historias de Disney son heterosexuales. En esta historia Ariel se ha dado cuenta de su error, pero ya es tarde.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya decepción la de la sirenita... prefiere volver al mar antes que ver como el príncipe hace ojillos al mozo que cuida del castillo...
ResponderEliminarBuena vuelta al cuento.
¡Saludos!
Carme.