La soledad
Faltaste aquella noche para darle cuerda al reloj, desde entonces aguarda callado tu regreso; dejaste sin conocer el final de la historia del libro, que con tanta emoción leías. El último cuadro, sin secar, con la falta de tu firma...
Una oscura carretera secundaria, la lluvia...
La soledad era esto.
Una oscura carretera secundaria, la lluvia...
La soledad era esto.
Hermosa pintura de algo tan triste como es la soledad no buscada, la que te encuentras a la fuerza, cuando alguien se va sin terminar lo que había empezado. Me ha gustado mucho, Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien contada esta historia tan triste, marcada por esa soledad y el camino que ha llevado a ella.
ResponderEliminarUn beso, Carmen.
Las pequeñas cosas son las que nos hablan de esa soledad. Muy bonita forma de contarlo.
ResponderEliminarParece llover tristeza en tu relato. Como lágrimas, las palabras caen marcando el tiempo de la soledad.
ResponderEliminarPrecioso. Un beso, Carmen.
Preciosa forma de contar, lo que una tragedia se lleva por delante. Todo lo inacabado que queda suspendido en el aire para siempre... Acompañando esa soledad.
ResponderEliminarMe ha encantado, Carmen.
Me gusta mucho Carmen como dice Galilea se trasmite muy bien la idea de lo "inacabado" y a través de ella, el echar de menos a ese ser querido a través de los objetos y de la ausencia. La lluvia también trasmite el peligro y la tragedia en aquella carretera pero además, trasmite la tristeza de la persona que añora. Cosa que rematas estupendamente con la poética frase final. Que por cierto, es la antítesis a otra de un relato que escribí también aquí hará unos años (la felicidad era esto).
ResponderEliminarUn abrazo Carmen
Gracias a todas y a todos por vuestros comentarios. Y si, es cierto ese pesar que se queda pegadao a cada objeto, el olor que impregna durante años la ropa, los enseres y hasta las huellas que vemos en el suelo, último recuerdo de la persona amada. Abrazos.
ResponderEliminarLa ausencia es una insaciable presencia...
ResponderEliminarLa más grande de las soledades, ciertamente. Vivida entre dolorosos recuerdos.
ResponderEliminarEl tiempo se detiene cuando desaparece un ser querido y, sin embargo, continúa.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos, Carmen
Una persona desaparece, deja huellas físicas de acciones sin terminar, aunque lo peor es el vacío inexplicable, sin solución, que hace que quienes le conocieron, para quienes la vida sigue, se sientan huérfanos de su presencia, estén más solos. La soledad es tener que seguir sin alguien a quien se espera y necesita y no volverá.
ResponderEliminarLa última frase, al igual que el título de una novela de Juan José Millás, define muy bien la esencia de este relato.
Un saludo, Carmen
Qué gran forma de contar la marcha de un ser querido, Carmen. Aquella carretera secundaria puso fin a todas aquellas historias que quedaron sin cerrar. Un micro que genera mucha nostalgia y que logra llegar al lector.
ResponderEliminarFelicidades, Carmen.
Un beso.
Que cuadro mas triste, que bien dibujado
ResponderEliminarUna vida malograda que deja todo inacabado, porque el tiempo no ha sabido esperar. La presencia de todo aquello que emprendió acentúa la soledad del protagonista.
ResponderEliminarComo a Ángel, la última frase me ha recordado a la novela de Millás. Muy bien elegida.
Felices vacaciones y besos.
Esa soledad desgranada te empapa de tristeza hasta el final. Muy bien conseguido, Carmen. Saludos.
ResponderEliminarCarmen, las cosas de otro, esos detalles que nos hacen recordar, son las cosas que más nos hacen ver la falta de alguien y darnos cuenta que no están. Entonces se agudiza más aún esa sensación de soledad que tan bien has descrito en tu relato.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Besos.
Muy sugestivo tu relato: lo que cuentas y como lo cuentas, lo que no sabemos, por qué pasó lo que pudo haber pasado... Suerte, Carmen. Saludos.
ResponderEliminarCarmen, precioso.
ResponderEliminarSe puede masticar la añoranza y la nostalgia de días mejores. Casi se vive.
Besitos veraniegos.
La poesía de la tristeza en estado puro.
ResponderEliminarMuy bonito, Carmen.