Por un beso de la flaca
"¡Un, dos, tres! Repite, ¡un, dos, tres!".
"Sigue, no pares, sigue así, que vas bien".
Ernesto, pasado de años y peso, con tal de tener contenta a su mulata, seguía sin parar todas las noches hasta altas horas de la madrugada, a ritmo de samba y sin perder el compás.
"Sigue, no pares, sigue así, que vas bien".
Ernesto, pasado de años y peso, con tal de tener contenta a su mulata, seguía sin parar todas las noches hasta altas horas de la madrugada, a ritmo de samba y sin perder el compás.
Malu, Ernesto, no sé si conseguirá el beso de su flaca. Ahora lo que es posible es que antes le de un jamacuco y se muera bailando samba. Pero por lo menos se morirá a gusto.
ResponderEliminarBuen y gracioso relato, Malu, que hace esbozar una sonrisa al leerlo. Además me has dejado tarareando la canción de Jarabe de Palo.
Besos.
Pues esperemos que el ejercicio continuado le sirva para rejuvenecer y perder algo peso, pero, por desgracia, me da que no es el primero que la palma con tanta actividad. Suerte, Malu. saludos.
ResponderEliminar¡Cómo no! Malu tenía que llegar con ritmo de verano. Eres única. Te sientan bien tus zapatos de baile. Tus letras, tan frescas como brisa que pasa por el aparato de aire acondicionado, pone un pie tras otro, palabra con palabra y nace un son con cincuenta palabras.
ResponderEliminarSabrosón, fresquito y con doble lectura, para ir abriendo boca.
Ha llegado Malu...que empiece la orquesta. Un beso grande.
Creo que Ernesto prefiere otra actividad antes que el baile. No pares, sigue así..Muy apropiado el relato paga estas fechas.A mi también me hizo esbozar una sonrisa. Muy bueno.
ResponderEliminarSi nos atenemos a la doble lectura que propone con picardía Manuel, el pobre Ernesto tiene los días contados. Qué digo, las noches contadas. "Hasta altas horas de la madrugada", flaca, ¿no te estás pasando varios pueblos?
ResponderEliminarJaja y saludos, Malu!
Simpático relato, Malu. A mí también me has dejado tarareando a Jarabe de Palo. Parece que Ernesto se siente joven y aventurero y dispuesto a disfrutar la vida con su amante.
ResponderEliminar¡Ernesto daría lo que fuera por un beso de la flaca! Nunca se es lo suficientemente viejo como para vivir la vida; los kilos y los años son sólo un número para nuestro protagonista.
Muy divertido y sambero, Malu.
Un beso.
Lo que se hace por un beso....
ResponderEliminarVamos a darle una oportunidad a Ernesto y pensar que conseguir ese beso de la flaca es para él una motivación para moverse y perder peso. Quizás, si se queda quieto, esté corriendo también un alto riesgo de morirse; además triste y sin beso. Un relato con mucho ritmo, muy apropiado para estas fechas de vacaciones. Un beso, Malu.
ResponderEliminarNo sé lo que daría Ernesto por un beso de la flaca, pero yo daría cualquier cosa por seguir leyéndote siempre. Y por tener la frescura de tu escritura, que abarca desde los sentimientos más profundos, hasta la escena de un hombre que se derrite por un beso a ritmo de una inolvidable canción.
ResponderEliminarTe diría que eres genial, pero sería repetirme.
Ernesto tiene suerte, pues todo personaje creado por ti es un elegido.
Un beso grande
Pablo.
Decía Woody Allen que siempre se apreciaría más un drama que una comedia y, si no recuerdo mal, decía que Ciudadano Kane y algún otro gran drama cinematográfico siempre se valorarían más que Con faldas y a lo loco, por ejemplo.
ResponderEliminarTambién se pone a Hamlet por encima de El sueño de una noche de verano, por traer a Shakesperare a colación. Por otra parte, de la Grecia clásica nos han llegado tragedias de tres grandes clásicos –Esquilo, Sófocles y Eurípides-, y comedias sólo de Aristófanes.
Quizá sea porque la vida tiene más de drama que de comedia, o porque la comedia, al ser más ligera, pasa rozándonos la psique con la suavidad de una pluma, mientras que la tragedia nos hiere como un puñal afilado donde más nos duele. Todo esto un poco por encima, porque daría para un libro o varios profundizar en el tema.
Sea como fuere, escribir comedia no es nada fácil, tener sentido del humor, provocar la risa... Y ya no es que toda corte necesite bufones, sino que los bufones deberían ser los cargos más importantes de cualquier corte, los que deberían estar más protegidos, pues serían algo así como los purgantes de las porquerías que vamos acumulando en la psique –los siete pecados capitales y alguno más- y, por tanto, más necesarios que cualquier monarca, presidente o ministro.
Así que enhorabuena, Malu, por este micro tan refrescante, que deja en los labios –por robarle a Serrat una frase- gusto a mojito, y una amplia sonrisa al imaginarse uno al pobre de Ernesto sudando la gota gorda por conseguir un beso de la flaca.
Un abrazo.
Malu, con tu divertido micro, me has llevado a pensar en algo menos gracioso: en los hombres mayores que se van a países cálidos pensando que algunas de las jóvenes mujeres que se van a encontrar se enamorarán realmente de ellos y no de su dinero. Algunos hombres, llevados por su ingenuidad o sus ganas de "marcha", acaban escaldados...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Al final, con tanto ejercicio, será un besos entre flaco y flaca jajajajajajaj. Me ha encantado. Besitos
ResponderEliminarNos traes esta vez un micro fresco y divertido, Malu. A ritmo de samba, noche tras noche, Ernesto perderá peso y se sentirá joven con los besos de su rítmica mulata. ¿Qué no hará un enamorado por conseguir un beso de su amada? Y aquí nos tienes a todos tus lectores tarareando la canción a la que alude el título y moviendo los pies. Gracias por alegrarnos con tu relato estos calores estivales.
ResponderEliminarMe ha encantado. Muchos besos.
Malu, nos traes un relato fresco y con doble sentido. Me parece que la mulata ha encontrado una forma indolora de enviudar.
ResponderEliminarDivertido relato.
Besos apretados, Malu. Feliz verano.
Quede claro que he hecho el comentario, sin mirar quien era al autor, ahora me gusta más.
ResponderEliminarErnesto es hombre de vivir al límite jeje
ResponderEliminarDice que el que sigue lo consigue, y no será por no insistir.
A ver si la flaca da el visto bueno... y este hombre consigue descansar jajaja
Muy bueno, Malu!
Cuando se acumulan los años y se abulta la barriga, se complica complacer y mantener contenta a una ardiente mulata. Estimada Malú, sus letras nunca pierden el compás, muy divertido su relato.
ResponderEliminarSaludos.
Una muerte feliz del hombre danzado ante su mulata. Y una mulata feliz al imaginarse libre.
ResponderEliminarEspero que nadie aplique el método, querida Malu.
Un besito virtual
Es de esos comienzos que te dejan la libertad de pensar lo que quieras, si te gusta la literatura erótica, la costumbrista, la neo o la realista, contenta a todos. Yo estaba encantada, imaginando a esa flaca dando órdenes. Bien, fantástico este micro, como todos los tuyos. Las flacas al poder. Beso
ResponderEliminarLas cosas que se hacen por amor... Pero bueno eso le da vidilla. Siempre esta bien sacar un pie fuera de la zona de confort, y si es a ritmo de samba mucho mejor "ya tu sabes".
ResponderEliminarUn saludo
Sólo con leerlo ya te pones a bailar...
ResponderEliminarNos has iluminado con tu ritmo caribeño, sabrosón y contagioso. Creo que, aparte de Ernesto, todos los micros de Cincuenta están moviendo el esqueleto sin parar.
Propio para esta época. Me ha gustado mucho, Malu.
Besitos de verano.
Un relato donde la diferencia de edad o peso se disuelven a golpe de cadera, donde el baile es la antesala de un premio mayor que se intuye entre el ritmo de los primeros párrafos.
ResponderEliminarUna historia que brilla como el sudor arropado por las tropicales noches de Río.
Ha sido un placer bailar contigo, Malu.
Un fuerte abrazo.
¿Hay algo mejor que mantener la ilusión? Bailando con la flaca, escribiendo cincuentas o resolviendo crucigramas. Y los demás, que miren.
ResponderEliminarMuy bueno, Malu.
Mis queridísimos cincuentistas, me vais a perdonar por no contestaros uno a uno a vuestros amables comentarios como era mi intención; el verano, la samba, los bailes, los mojitos, la playa, el mar, el sol, alguna tormenta y el exceso de vida social me han robado todo el tiempo y he perdido el compás.
ResponderEliminarLa historia que os he dejado este mes, aunque en tono ligero y humorístico es real. Me han dicho que la flaca ya no lo está tanto, aunque sigue bailando a diferente ritmo y con otro compás.
Os mando un beso enorme a todos. Mil gracias por comentar, Javier, Jesús, Manuel, Jorge, Carmelo, Enrique Caño, Mila, Juana, Pablo, Enrique Angulo, Mª José Viz, Carmen Martagón, Carmen Cano, Pilar, Jose Mari, Galilea, Beto, Mª Jesús Briones, Patty, Raquel, Mª José Sánchez, Antonio y Rich, sois auténticas joyas cincuentistas y me encanta leer vuestros micros y comentarios.
Desde hoy me meto en cintura y prometo estar al pie del cañón en esta casa.
Malu.
Una historia que también se repite mucho aquí en el Caribe. Saludos.
ResponderEliminar...y quien no haya contado hasta tres alguna vez en su vida por una mulata o por una rubia que tire la primera piedra :-) Gracias por la sonrisa Malú. Fuerte beso!
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