Te daré tus sueños
Danzan sus manos melodías en blanco y negro. Desde su oscuridad, le basta rozarlas con gráciles dedos. Debe alzar lejos el vuelo para aprender e, ingrávida, poder acariciar el cielo.
Su abuela cumplió sus anhelos, le legó sus sueños. Elisa sonríe cuando, frente al espejo, la reconoce en sus ojos.
Su abuela cumplió sus anhelos, le legó sus sueños. Elisa sonríe cuando, frente al espejo, la reconoce en sus ojos.
Pilar, nos regalas una bella historia de amor, un amor más allá de los límites, el que siente esta abuela por su nieta. En tu primer párrafo nos presentas a la primera protagonista, esta pianista ciega, con esas frases que lo dicen todo: "Danzan sus manos melodías en blanco y negro" o "Desde su oscuridad".
ResponderEliminarPero en tu segundo párrafo nos muestras la bondad infinita de su abuela, ese amor eterno que he nombrado antes, que es capaz de donarle sus ojos para que se cumplan los sueños de su nieta. Tu última frase es una fotografía, nos muestras como la nieta se ve reflejada y reconoce los ojos a través de los cuales puede ver.
Un texto muy bello, escrito con sentimiento, que traspasa más allá del papel y nos hace sentir lo que sienten sus protagonistas. Tus palabras tan bien utilizadas son tan bellas como las melodías que salen del piano de tu protagonista.
Excelente relato, Pilar, me ha gustado mucho, felicidades por tus letras.
Muchos besos.
Javier, has sabido ver a la perfección toda la historia. La abuela, con su amor infinito, hace posible los sueños de su nieta ciega, ser una gran pianista. Como para ello necesita poder valerse por si misma lejos de casa, le da sus ojos.
EliminarLa nieta, al recuperar la visión, reconoce a su abuela en sus ojos.
Mil gracias por tus bellas palabras y tu hermoso comentario.
Besos muy muy apretados.
Hola, Pilar, una vez más en tu relato se aúnan sentimiento y belleza. Las palabras orquestan una sinfonía donde el amor es el culmen de una partitura escrita sobre el papel de los sueños, que se legan de generación a generación en el pálpito de que lo que no es hoy, podrá ser mañana en quienes nos suceden.
ResponderEliminarUna bella historia, escrita con el cuidado y delicadeza de quien puliera piezas de cristal para obtener diamantes. Así brilla.
Besos, Pilar, apretaos.
Manuel, muchísimas gracias por todas y cada una de tus preciosas palabras.
EliminarBesos muy apretados, amigo.
Precioso relato Pilar. Música en las palabras. Me ha sonado, en el interior, "para Elisa" , mientras lo leía. Bellísima composición de principio a fin. Enhorabuena. Besitos.
ResponderEliminarCarmen, el nombre de Elisa lo elegí como homenaje a Chopin y su "Para Elisa". Muchas gracias amiga por tu bello comentario.
EliminarBesos apretados.
Perdón "Para Elisa" es de Beethoven.
EliminarHola, Pilar. ¡Qué bonito escribes y con cuánta sensibilidad! Es hermoso reconocerte heredera de aquellas personas que tanto te enseñaron y amaron, como son los abuelos. En este caso a través de unos ojos, que siempre nos cuentan no pocas cosas. El legado puede ser físico (inevitable parecido familiar) y también espiritual ( ideario, metas, creencias, etc). Pienso que en este hermoso pasaje están incluidos ambos. Ma avilloso texto, querida amiga. Se nota que viene de unos mágicos dedos.
ResponderEliminarNube de besitos.
M. José, tienes razón. Es precioso reconocer en nosotros a nuestros antepasados. En este caso la abuela de da sus ojos, de verdad, para que recupere la visión y pueda cumplir su sueño.
EliminarMe has emocionado con tus palabras para mí y para mi micro. Ya sabes, siempre escribo desde el corazón.
Muchas gracias, preciosa.
Besos apretados.
Menudo patón he metido, je je... A veces, hace falta leer un texto varías veces para captar su verdadera esencia. Ahora que lo releo, efectivamente me apercibo de que la historia es la que tú dices. Siento mi desacertada y apresurada exégesis, Pilar.
EliminarBesitos de disculpa, guapísima.
M. José, no has metido la pata. Tu interpretación es también válida, además de preciosa. Me ha encantado saber lo que te ha hecho sentir mi micro.
EliminarAgradecida siempre por tus comentarios.
Besos apretados.
Me faltan adjetivos para describir semejante preciosidad de relato, Pilar. Es impresionante ver como a la belleza del lenguaje se le une un magistral mensaje de amor de una abuela para su nieta.
ResponderEliminarCon que sutileza dejas entrever las teclas de un piano que van marcando, melodiosamente, los sueños y anhelos para partir de aquella adorable anciana -y artista-.
El broche de oro está en el final; esa escena de la nieta viendo a su abuela a través del propio reflejo del espejo marca diferencias entre un buen relato y uno sobresaliente.
Felicidades, Pilar, por semejante obra de arte.
Enrique, me siento desbordada por tus bellas palabras. Me alegro mucho que te haya gustado mi pequeña historia.
EliminarMuchísimas gracias por tu valoración para mi micro.
Besos apretados.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué belleza de relato Pilar. La poesía danza de palabra en palabra en éste escrito, y lo hace con una música de fondo exquisita. Casi se puede ver y sentir ese grácil toque de teclas de la protagonista, que cumple sueños de dos generaciones en la consumación de su arte. Los de su abuela y los de ella. Qué garbo tienen tus letras para describir sentimientos que trascienden generaciones. Muchos aplausos.
EliminarAlejandro, qué contenta estoy de que se valore mi micro por su prosa poética. He intentado elegir cada palabra para contar esta historia de amor infinito de una abuela por su nieta. No debemos olvidar todo el amor que nos dan los abuelos y que darían hasta su vida por ver cumplido el sueño de sus nietos.
EliminarMuchísimas gracias, Alejandro.
Besos apretados.
Un relato en el que utiliza hermosas metáforas para contarnos una bonita y sensible historia. Muy bueno el recurso, muy bueno el micro.
ResponderEliminarSaludos.
Beto, muchas gracias por tu bello comentario. Cuanto me alegro que te haya gustado.
EliminarBesos apretados.
Me encanta Pilar. Es trasgeneracional, libertador. Es como un soplo de aire fresco, lleno de esperanza. Y muy femenino. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo
Raquel, qué bonito todo lo que has sabido ver en mi pequeña historia.
EliminarMil gracias por tu comentario.
Besos apretados.
Una historia entrañable contada con una prosa poética que emociona. Me ha encantado, Pilar. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarJuana, una historia tan hermosa como esta merecía las más bellas palabras. Muchas gracias por valorar mi prosa poética y por tu buena valoración.
EliminarBesos apretados.
En esos cuatro trazos que permiten las cincuenta palabras de rigor has esbozado toda una larga historia: la que ha unido a una abuela y a su nieta. Y lo has hecho con un lenguaje poético que sugiere más que explica, que deja un enorme espacio para la imaginación. Pues lo que late en tu historia es la entrañable y larga relación entre esas dos personas unidas por lazos de sangre, y si importante suele ser la madre, a veces, lo es tanto o más la abuela. Marcel Proust, en su extensa obra En busca de el tiempo perdido, homenajea a ambas figuras, únicas e imprescindibles para él, y su pérdida le supuso sendos desgarros en su vida.
ResponderEliminarAquí lo que une a abuela y nieta es nada menos que la música, ese arte tan misterioso que nos habla de lo más íntimo que somos sin necesidad de palabras, ese arte que ha pasado de la abuela a la nieta y que, por ello, hace que la abuela siga vida dentro de la nieta, de hecho, estará viva mientras ella lo esté, por eso, al mirarse en el espejo, puede reconocerla, pueda verla en ella misma.
En definitiva, como escribió Eduardo Galeano: “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero un pajarito me dijo que estamos hechos de historias”.
Y esas historias de las que estamos hechos van con nosotros mientras vivimos, se hacen añejas y nos dejan en el paladar de la mente un sabor entre la ternura y la nostalgia, y una sensación de misterio que todos deseamos que alguien nos explicase alguna vez, de ahí nuestra sed de trascendencia.
Excelente historia, besos apretados, Pilar.
Enrique, a veces nos olvidamos del amor de los abuelos y es inmenso. En la actualidad están siendo la salvación de muchas familias con problemas económicos. Son tan generosos que darían su vida por su familia.
EliminarEn mi historia la abuela le da sus ojos a su nieta ciega para que pueda cumplir su sueño, ser una gran pianista. Su nieta la reconoce en su mirada al poder ver con sus ojos. Siempre vivirá en ella junto con su sueño, la música.
El nombre de la protagonista, Elisa, es como homenaje al "Para Elisa de Chopin.
Muchísimas gracias por tu generosidad a la hora de comentar mi micro.
Besos muy apretados, amigo.
Perdón, Enrique, he cometido un error. "Para Elisa" es de Beethoven. No se en que estaría yo pensando... Ja ja ja.
EliminarLa mente nos hace alguna jugarreta de esas de vez en cuando. Quizá dentro de nuestras cabezas vivan algunos duendes burlones.
EliminarBellas palabras para contarnos una bella historia. Estás hecha una experta en mostrar los lazos familiares y lo que ocurre entre los personajes con relatos llenos de sensibilidad.
ResponderEliminarUn beso, artista.
Carme.
M. Carme, me encantan tus palabras para mí y para mi micro. Una historia como ésta, merecía las más bella forma de contarla.
EliminarMuchas gracias por tu hermoso comentario.
Besos apretados.
¡Qué hermoso micro! Todo en él es poesía, desde su título. Me encantan las bellas figuras que utilizas y el sentimiento que las desborda. Y ese final es un broche estupendo para esta joya de relato en el que las palabras a su vez aportan una melodía que trasciende su significado.
ResponderEliminarEnhorabuena, Pilar, es un placer leerte.
Besos.
Georges, he enmudecido ante la belleza de tus palabras. Si te he hecho sentir todas esas emociones, ya me siento contenta. La historia merecía las más bellas palabras.
EliminarMuchísimas gracias por tan precioso comentario.
Besos apretados.
Dos grandes amores llenan de vida esta historia, Pilar: el de Elisa por la música, con ese piano en blanco y negro sobre el que danzan sus manos, y el amor de la abuela por su nieta, quien se convierte en mentora, guía y donante de los ojos con los que la pianista se mira y la reconoce.
ResponderEliminarDelicados y emotivos sentimientos, expresados con un lenguaje poético y una sensibilidad que dominas ampliamente y de los que has dejado constancia en muchos cincuenta.
Enhorabuena por este bellísimo micro, amiga. Suerte y besos sonoros.
Carmen, has interpretado perfectamente todas las metáforas con las que he querido contar esta bella historia de amor infinito de la abuela por su nieta (las teclas del piano, blancas y negras, la oscuridad en que vive la niña por su ceguera, la necesidad de tener que ir a estudiar fuera para ser una gran pianista y el que cumpla sus sueños, al devolverle la visión, dándole sus ojos y su vida entera). Cuando recupera la visión su abuela sigue presente en su mirada.
EliminarMuchísimas gracias por valorar el lenguaje poético que he utilizado para que fluyan los sentimientos que el relato encierra. Así como por tu acertado y bello comentario.
Besos muy apretados, amiga.
Un gran homenaje a esos abuelos. Me has hecho recordar a mi abuela materna con la que siempre me iba de vaciones en verano, que era mi mejor aliada; de la que todo aprendí; la que más amor me dio; a la que nunca olvidaré. No puedo estar más de acuerdo en que los abuelos son un tesoro, como tu esmerada prosa, y el asidero de muchas familias.
ResponderEliminarPor último, y espero que no te moleste, Chopin era un gran compositor de obras de piano, pero "Para Elisa", es una bagatela que compuso Beethoven dedicada a una alumna suya de la que estaba enamorado, llamada Teresa. La pieza la tituló "Para Teresa", pero la mala letra de Beethoven no la supo descifrar el transcriptor y la escribió en en la partirura como "Para Elisa", y así se quedó. Y después de esta parrafada que tampoco viene mucho al caso, pues de lo que aquí se trata es de admirar tu sensibilidad y tus letras, te mando un beso apretado y toda la suerte del mundo.
Otro besote más.
Pablo.
Pablo, lo primero agradecerte que me hayas sacado del error. Tienes razón. "Para Elisa" es de Beethoven. Por lo visto la noche me confunde... Ja ja ja.
EliminarMe alegra que mi micro te haya evocado a tus abuelos y sobre todo a esa abuela tan querida para ti.
A veces se nos olvida todo el amor que nos han dado, a lo largo de su vida, de una manera incondicional. Dicen que el amor hacia los nietos supera al de los hijos. Actualmente son el sostén de muchas familias, gracias a sus pensiones.
Gracias por tu hermoso comentario.
Besos apretados.
Una historia con fuerza conmovedora. Se me han humedecido los ojos.
ResponderEliminarMe imagino la figura de la abuela, en su ceguera, acariciando las teclas del piano, elevando las notas al cielo, hasta encontrarse con él, y desde allí enviar a su nieta su identidad y protección.
Muy bueno, Pilar
Besitos virtuales.
M. Jesús, muchas gracias por tus palabras para mi micro. Si te he emocionado con mi relato ya me siento satisfecha.
EliminarBesos apretados.
Nos dejas una preciosa historia, teñida de tristeza pero también de alegría. Curiosamente, ya que se dice que la interpretación de un relato, una vez salido de la mente y los dedos de sus autor, pertenece al lector, yo había visto otra circunstancia distinta a la que tan bien glosa en su comentario Javier. Saludos, Pilar. Suerte.
ResponderEliminarJesús, como bien dices, lo importante es lo que le haga sentir mi relato al lector. Aunque cuando lo escribí intenté contar una determinada historia, tu interpretación seguro que también es posible y será preciosa. Es bonito que haya múltiples interpretaciones para un mismo texto.
EliminarMuchísimas gracias por dejarme tan bonito comentario.
Besos apretados.
Echando un vistazo a los comentarios que han hecho de tu relato, pienso que poco me queda por decir. Simplemente, que me ha encantado y que hay belleza poética y sentimiento en esas frases, tan bien escogidas. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
M. José, muchas gracias por tus palabras. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarBesos apretados.
Preciosa historia por lo que significa y por cómo la has narrado, Pilar.
ResponderEliminarL@s abuel@s son un tesoro.
Un beso.
Asun, los abuelos lo dan todo, primero por los hijos y luego por los nietos.
EliminarMuchas gracias por tu hermoso comentario.
Besos apretados.
El bagaje de nuestro linaje no es tanto el que los genes acumulan sino aquello que los nuestros han sido capaces de transmitirnos. Ceder la propia luz para quebrar a la oscuridad y permitir ascender a través de una escalera de siete notas, es un regalo que solo el que ama es capaz de ofrecer.
ResponderEliminarDesde la poesía, de nuevo nos cuentas una historia de entrega y generosidad con admirable intensidad. Enhorabuena, Pilar.
Un fuerte abrazo.
Antonio, no todo el mundo es capaz de dar su vida para dar la luz y un futuro a un ser querido. En este caso, el amor incondicional es el verdadero protagonista de mi historia.
EliminarMuchísimas gracias por comentar mi micro con palabras tan bellas, que le dan un valor añadido a tu comentario.
Besos apretados, amigo.