Celebración
Todo estaba en orden para el acontecimiento. Sobre la mesa, el mantel blanco, buen pan, aceite de oliva virgen extra, y un vino Rioja de la última cosecha. Nadie se durmió y esperaban impacientes al invitado principal. El Minotauro no tardó en llegar. Él traía el queso y las aceitunas.
¡Qué bueno, Mª Luisa! Es un relato mágico. No se necesita saber qué celebran, ni quiénes ni por qué, para contagiarse de los nervios y de la atmósfera de ilusión que destila.
ResponderEliminarÚltimamente no saco mi sombrero lo que debiera, pero aquí lo tengo, recién aireado y listo para hacerte con él una reverencia y pedirte que me invites a esa fiesta, por favor. Llevaré frutas de Aragón.
Un abrazo.
¡Cómo me gustan las fiestas de disfraces! Veo que lo que quieres reivindicar, es menos flower power ibicenco, y más cultura de la nuestra, mitología autóctona. Vamos a ver, si las ponemos de moda... Yo lo veo... Jajaja Es broma. Me ha gustado tu pincelada de fantasía, como dice Patricia, le da un halo al relato diferente.
ResponderEliminarUn abrazo
No importa qué acontecimiento los ha reunido en torno a la mesa. Es una celebración mediterránea -los manjares y el vino así lo indican- en la que no falta la tradición mitológica, un canto a la vida.
ResponderEliminarEnhorabuena, María Luisa. Un beso.
M. Luisa, tu relato destila sabores y aromas mediterráneos, si a eso le unimos la magia de nuestra mitología, la celebración ya puede comenzar, el motivo es lo que menos importa.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Besos.
Me gusta mucho cómo vas desplegando la historia, que parece una imagen de una reunión de los más normal, para rematar con ese personaje que hace que la historia de un giro hacia la fantasía. Y con lo que me gusta el queso, yo también me quedo esperando al Minotauro.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo
Muchas gracias a todos los que ya habéis hecho vuestros comentarios a pesar de ser domingo y, no digo temprano, pero sí pronto. Estoy todavía en la costa mediterránea y el Minotauro viene de vez en cuando. A él también le gusta y se resiste a irse.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte a todos
Una celebración con todos los ingredientes necesarios, y como toda buena celebración con un invitado principal, al cual homenajear o ¿no será así en está ocasión?
ResponderEliminarBuen relato, María Luisa.
Un abrazo.
Pues nada, a prepararse una ensalada griega. Y que viva la dieta mediterránea. En lo que pueda ocurrir al terminar la cena no me meto. Suerte y saludos, María Jesús.
ResponderEliminarUna celebración muy nuestra en la que todos disfrutan y esperan expectantes el ingrediente mitológico.
ResponderEliminarParece que ya no falta de nada. Apunta bien la reunión.
Muy bueno, María Luisa!
Pues tiene toda la pinta de una fiesta con familia y amigos, donde la llegada de un personaje mitológico pone el broche de oro. Si yo estuviera invitado, llevaría las cocas y el moscatel.
ResponderEliminarYo estuve en esa fiesta y lleve pastas de Cañete. Afortunadamente me fui antes de que llegara el Minotauro.
ResponderEliminarNieves Tomás
De su laberinto llegó con queso y aceitunas, me imagino que para el resto de los invitados. Y me pregunto: ¿Qué comería el Minotauro?
ResponderEliminarMe gusta tu micro, muy visual y apetitoso y que deja a nuestra imaginación el desarrollo del ágape.
Saludos, Ma. Luisa.
A estas horas, se dispara el apetito, con tan buen menú e invitado sorpresa.
ResponderEliminarToda una fiesta para recordar.
Un saludo, María Luisa
Espero que sea carnaval, porque, si no, en menudo laberinto se han metido los invitados.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos, Mª Luisa
Manjares y expectación que no defraudan. El gran invitado se sienta a la mesa con queso y aceitunas. El Mediterráneo alegra, imagino, con su canción de mar el espíritu de la fiesta.
ResponderEliminarSabroso y festivo, Mª Luisa. Buen provecho.
Dicen que en Dédalo hay un queso exquisito, así que seguro que el Minotauro no defrauda.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Pues nada, buen provecho. Eso sí cuidadito con el Rioja, que el vino es un buen esclavo, pero un mal señor. Muy imaginativo tu micro, Mª Luisa, con sabores mediterráneos y una lograda sorpresa final. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Me puedo unir a esa celbración?
ResponderEliminarOriginal y mediterráneo relato, tocaya. Te ha quedado de lujo. Seguro que todos quedan encantados.
Un beso.
Malu.