El destino del desertor
Desde la colina se oía el rumor del frente como si fuera una tormenta lejana. Corría rápido, pero la muerte le alcanzó haciéndole un agujero en el cráneo . Hace años conoció a un viejo nigromante que adivinó su nombre porque lo había visto en un sueño, escrito sobre una bala.
Ingenioso relato en el que, además del desarrollo, me ha encantado ese final tan de novela fantástica. El título, genial.
ResponderEliminarUn beso, Encarna.
Pablo
Parece que se cierra, como quien no quiere la cosa, una vida, con ese ¿castigo? previsto en ese sueño maldito. Me gusta, Encarna. Saludos y suerte.
ResponderEliminarQue el destino está escrito es creencia extendida, pero no esperaba la sorpresa del soporte.
ResponderEliminarMuy bueno, Encarna. Un beso.