La fuente maldita
El verano agoniza dando los últimos coletazos y el alba conserva los rescoldos de una tórrida noche. Ella zarandea las sábanas, como queriendo ahuyentar al dragón dormido que aún reposa en sus sueños. Jorge entra en la habitación y la calma con ternura.
—¡Buenos días, princesa! ¿De nuevo las pesadillas?
—¡Buenos días, princesa! ¿De nuevo las pesadillas?
Muy buena metáfora. Y bien traídos los nombres.
ResponderEliminarUn genial micro.
Vibra cada uno de los resortes del relato; ofrece tantas lecturas como sensaciones pueden sentirse. Saludos, Macarena.
ResponderEliminarSugerente relato. Menos mal que aún queda algun Jorge para aliviar los pesares nocturnos, capaces de alterar a la más dulce de las doncellas, que atemorizan a su princesa. me ha gustado. Suerte, Macarena. Saludos.
ResponderEliminar¡Me encanta el micro!
ResponderEliminar¡Ay princesa y su tórrido romance onírico con algún fogoso dragón!
El fantástico mundo de los sueños que tanto ha dado que hablar, investigar y soñar. Nos ocurren las cosas más inesperadas y apasionantes en ellos, y también algunas muy macabras.
¡Aplausos Macarena!
Sensaciones y simbolismo en un triángulo cuyo lado más quimérico parece condenado a llevar la peor parte.
ResponderEliminarBello e intrigante.
Un abrazo, Macarena.
Muchas gracias por vuestros comentarios. El mundo de los sueños abarca tanto que es una fuente de inspiración continua. Un abrazo, a todos.
ResponderEliminarMágico, Macarena. Me gusta muchísimo, de principio a fin. ¡Qué bonito tener a un Jorge que le salve a una del dragón!
ResponderEliminarEnhorabuena, un beso.
Malu.