Nido vacío
El silencio ocupa la casa habitada de recuerdos. Todo está en su sitio, nada perturba el orden: ni una colcha arrugada, ni un balón por el pasillo. Y mientras él evade ausencias tras el periódico, ella se confunde al poner la mesa y pela cebollas en la cocina para disimular.
Ooooohhhh!!!!!. María José, no es que me haya gustado, sino lo siguiente. Magnífico relato, de los que se me va a quedar en la memoria mucho tiempo. Un título insuperable y una manera de contar una ausencia, simplemente magistral. Un 10. ¡Qué bueno encontrar tesoros como el que has escrito!
ResponderEliminarUn beso.
Pablo
Una casa des-habitada es el preludio de un relato como el tuyo, pleno de vibración y sentido. Derroche de sensibilidad y estilo para hacer sitio al vacío. Como dice Pablo, un tesoro.
ResponderEliminarBesos, Mª José.
Tanto desear que los hijos permitan a una pareja volver a serlo, preparándoles desde que nacen para que vuelen solos, para que cuando llegue el momento sintamos en la garganta un nudo, que solo es la punta del iceberg de lo que ocurre en el alma. Los padres tratan de sobrellevarlo, pero, al menos en sus inicios, no debe ser fácil, como no lo es escribir un micro tan redondo como éste, en el que tanto se cuenta sin dwcirlo
ResponderEliminarUn abrazo grandw, María José
Una redacción elegante, sin tremendismos, que engrandece el relato. Qué bien has expresado la incomunicación que ha dejado la ausencia.
ResponderEliminarEnhorabuena, María José.
Precioso relato... Me ha emocionado. Besitos
ResponderEliminarMaravilloso relato, Maria José. Lo padres que aún tenemos a nuestros hijos en casa idealizamos ese momento en que las responsabilidades paternas hayan desaparecido, pero lo cierto es que la mayoría de las veces el síndrome del nido vacío genera tristeza en la pareja. Me encanta la forma en que has explicado las distintas formas en que los padres afrontan la situación.
ResponderEliminarUn beso.
Lo peor para mi, aparte de ese silencio, es que no se hablen. Muy bueno
ResponderEliminarMuy sugerente y atractivo texto el tuyo, María José. Me gusta. Suerte y un saludo.
ResponderEliminarOs doy las gracias por vuestros generosos comentarios. Un abrazo a todos.
ResponderEliminar¡Bravísimo, Mª José! Creo que me queda mucho para tener esa sensación, pero he podido sentirlo con tus letras.
ResponderEliminarMe ha emocionado, enhorabuena, un beso.
Malu.
Demasiado orden en esta casa llena de ausencia. Has expresado el dolor de esta pareja y su incomunicación sin recurrir al tono trágico, con elegantes detalles cotidianos.
ResponderEliminarMuy bien escrito, María José. Enhorabuena y un beso.
Magnífico relato. El silencio, el invitado que invade la casa y un periódico que lo ocupa todo. Enhorabuena Mª José.
ResponderEliminarPintas la soledad como un cuadro sin color. Dibujas la tragedia como un relato perfecto.
ResponderEliminarMe gusta mucho. Un saludo. Pregunta: ¿Se va a Segovia?
Genial.
ResponderEliminarEstupenda reflexión sobre la vida en pareja. Triste y Conmovedora.Me ha gustado.
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