Ocurrencia macabra

El humor negro es peligroso. Como el de Yahvé, que le llevó a ordenar al patriarca que sacrificara a su hijo. A punto estuvo de hacerlo.

El hombre tuvo la oportunidad de quebrar el abuso de autoridad, defender su decoro rebelándose. Pero el miedo le impidió negarse a tamaña barbaridad.
Escrito por Carmelo Carrascal

14 comentarios :

  1. Tu relato, Carmelo, es el tamiz perfecto para los tiempos que corren. Gobiernos y otros círculos de poder han entendido la vieja lección de los tiempos e inoculan el miedo en dosis efectivas en la sociedad. Unos, más autoritarios; otros, con sesgo democrático, pero del miedo siempre se obtiene la misma respuesta, acatación, sumisión y, como bien dices, se pierde el decoro de rebelarse. Los intereses nos incitan y el miedo nos domina. ¡Vaya círculo vicioso!
    Oportuno y revelador nos llega el contenido de tu texto. Un abrazo, Carmelo.

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  2. Carmelo Carrascal25/9/17, 17:37

    Muchas gracias, Manuel.

    Tus glosas son una delicia. Posees la rara virtud de invitar a la inmersión, penetra con doble giro de tuerca en el mensaje que te llega. Lo dimensionas, lo expandes.

    Es lo que tiene la lucidez y, aún más importante a mi entender, la honestidad.

    Un abrazo!

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  3. El principio de autoridad es uno de los pilares de toda sociedad, siempre que su aplicación esté fundamentada en el bien común e individual. Pero cuando esa autoridad parte de un criterio injusto, incomprensible o arbitrario, todo se tambalea y resulta lícito que exista un cauce para expresar una duda y pedir explicaciones. Nunca la fe o una ideología deberían impulsar a nadie a ejecutar terribles acciones sin ninguna explicación por parte de quien las encarga. El miedo no debería ser un recurso.
    A partir del episodio bíblico planteas un tema de lo más interesante.
    Un saludo, Carmelo

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  4. El miedo que no permite, en demasiadas ocasiones, que triunfe lo justo o, al menos, lo que consideramos justo. Da para reflexionar, y adaptarlo a algunas situaciones que podamos reconocer, la lectura de tu relato. Saludos y suerte, Carmelo.

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  5. Maria Galerna25/9/17, 21:50

    El miedo, la obediencia ciega, el no cuestionar aunque estés en desacuerdo... tantas cosas que nos llevan a ser dependientes de aquello que no compartimos, pero que acatamos sumisos.
    Un incisivo micro.
    Saludos.

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  6. Carmelo Carrascal25/9/17, 23:03

    Ángel, Jesús, María, os agradezco mucho el detalle de comentar y las sugerencias.

    El miedo es una emoción básica, universal, necesaria. No habría que tenerle miedo al miedo, es un aliado si no se desmadra y desborda.

    No es creíble el lema que se repite (¿por miedo?) estos días en el este del país. ¿Y si sólo fuera una bravata eso de que "no tengo miedo"?
    Si no tienes miedo, peor para ti, te irá mal.

    Si me dejo llevar por el miedo, mal. Pero si mo lo tengo en cuenta, mal tb. Esto vale para el sumiso y tb. para el rebelde. La diferencia radica en que el primero se rinde a él y el segundo lo afronta como puede. El mítico Abraham parece que era de los primeros, no creo que sirva de modelo, ni siquiera para su propio hijo (¿Isaac?), que gracias a la cobardía y acojono de su papi salvó el pellejo...

    Cordiales saludos a los tres!

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  7. El miedo puede ser positivo como instinto de conservación, pero el hombre pronto descubrió su poder como elemento de dominación y desde entonces no ha dejado de utilizarlo. Para comprobarlo puedes ir a la biblia, o abrir un periódico. Cualquier día, en cualquier lugar.
    Buen micro, Carmelo.
    Cordiales saludos.

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  8. La pregunta es: ¿Porque alguien te pide tamaña barbaridad, como matar a tu hijo? Su incuestionable obediencia hace pensar, cuanto hay de fe en Dios y cuanto pertenece a la ignorancia del hombre.
    Buen relato. Saludos

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  9. Más que comentarte el texto, te contaré que este relato bíblico siempre me pareció tremendamente injusto. En la escuela leíamos pasajes de lo que entonces se denominaba Historia Sagrada. Los del Antiguo Testamento me gustaban muchísimo, pero este de Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo por orden divina me inquietaba. No era justo que Dios pidiese este crimen, no era justo que el padre fuera a obedecer tal orden. Aunque después un ángel le detuviera la mano con el cuchillo en alto, Abraham y Dios habían perdido mi respeto infantil.
    Gracias por traerlo aquí, Carmelo. Ahora puedo hacer otras lecturas, como las que han apuntado nuestros compañeros. Un fuerte abrazo.

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  10. Carmelo Carrascal26/9/17, 23:06

    Gracias, Georges, Maribel N. y Carmen. Vuestros comentarios me llevan a añadir una coletilla final.

    Los dioses, por más que se lo propongan, no pueden evitar caer en la tentación del abuso de autoridad.

    ¿Dónde está el respeto (si divino, se supone que más exquisito) del dios que lo ve todo - ¡lo mira! - incluso los pensamientos? Qué abuso contra la intimidad es ése.

    Otra pasada más, a modo de ejemplo: que J. C. afirmara de sí que él era la Verdad, etcétera. Mi impresión es que esa exageración de mal gusto constituye un arrogante abuso, propio de quienes gustan de avasallar.
    Y así sucesivamente.

    Vale. Un cordial saludo a los tres!

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  11. ¿Es la rebelión, o es la sumisión la que salva al hijo del profeta? da igual. Lo interesante es que tu relato invita a penar y a mantener en alto las espadas. Enhorabuena.

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    1. Carmelo Carrascal26/9/17, 23:55

      José Mª, respondo a tu pregunta.

      A mi modo de ver lo salva el capricho del tirano.

      No sé, de haberse rebelado A. el hijo (I) se hubiera salvado por la sencilla razón de que su padre hubiera caído fulminado por desobediente.

      Entiendo que no era principalmente la crueldad hacia la criatura (I) el motivo de la orden macabra, sino poner a prueba al padre (A.), que obedeciera por encima de todo.

      Un saludo.

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  12. Creo que lo mejor que podemos hacer en esta vida es cuestionarlo todo y además, inculcárselo a nuestros hijos. A parte de esto y hablando del miedo... pues sí, ¡cuántas cosas no se hacen por miedo! ¡Y cuántas también se hacen por miedo a que suceda algo o miedo a represalias!
    Mucha miga, Carmelo, mucha... de esos micros que te dejan pensando por mucho tiempo.
    Enhorabuena.
    Malu.

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    1. Carmelo Carrascal28/9/17, 21:00

      Hola!

      Como bien dices, Malu, el truco está en cuestionar. Claro que para cuestionar hay que empezar por perder el miedo a hacerlo (¿y si la sumisión abonase los miedos?).

      Luego, todo son ventajas para quienes cuestionan, Por ejemplo, ese león pintado tal como lo pintan, en ese cuadro, ese aviso, advertencia o lo que sea... Vaya, ¡resulta que no es tan fiero!

      Saludos!

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