Cena a la luna llena
—Me encanta la luna llena. Admito que es un tópico comentarlo cenando en la primera cita.
La muchacha se limpió relamiéndose los restos que le quedaban en los labios, y abandonó los despojos sangrantes del ligue de turno.
—Alguien debería haberle dicho que no se habla con desconocidas —dijo sonriendo.
Escrito por Amelia
La muchacha se limpió relamiéndose los restos que le quedaban en los labios, y abandonó los despojos sangrantes del ligue de turno.
—Alguien debería haberle dicho que no se habla con desconocidas —dijo sonriendo.
Nunca hablar con desconocidas y menos una noche de luna llena, nunca sabes lo que te puede pasar. Para él desde luego fue su última cena.
ResponderEliminarbuen relato.
Un abrazo, anónimo.
Pura licantropía, muy bien llevada. Besos.
ResponderEliminarQué genial, la mujer lobo irresistible. Muy a lo atracción fatal. Y a la vez retrata muy bien esas relaciones dificiles, que sin caer en lo fantástico pueden ser así de crueles para el alma y el corazón del ligue víctima frente al conquistador depredador. Creo saber quién escribió este relato, pero lo anotaré a ver si adivino cuando se develen los autores. Muchos aplausos.
ResponderEliminarLa influencia de la luna, le dió ganicas de comer a la muchacha... Qué peligro irse.. con quien no conoces bien sus gustos culinarios.jeje
ResponderEliminarMe ha gustado este 50.
Felicidades, Anónimo!
Voy a comenzar a preocuparme. Otro relato sobre una mujer-loba. Menos mal que la luna llena fue el pasado 5 de octubre. Puedo estar tranquilo por unos días.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos
Pues sí que como dice Plácido: habrá que preocuparse ya??? jajaja. Saludos.
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