Deseos de paz
En aquella vorágine de personas corriendo sin saber a dónde. En su casa se encontraba Andrés, sentado en su butaca mirando por su ventana y recordando lo vivido hace tantos años. Unas lágrimas saladas se deslizan en silencio.
Su nieto se acerca y pregunta:
—¿Por qué lloras, abuelo?
—Quiero paz.
Escrito por Belén Sánchez Sánchez
—¿Por qué lloras, abuelo?
—Quiero paz.
Los deseos de tu título todos los queremos, por desgracia en este mundo actual hay algunos que prefieren hacerla estallar y jugar con el miedo de las personas.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo, anónimo.
Así es Javier Puchades. Esperemos que la cordura y el sentido común consiga la paz.
ResponderEliminarUn abrazo desde Asturias.
Me sumo a esos deseos!!!!!! Saludos.
EliminarVaya. Exactamente lo que me pasa a mí cuando llegan a casa los sobrinos de mi mujer. Supongo que la intención de este micro es menos frívola. Saludos
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