Epifanía Z
La noche transformó el camino en una duda serpenteante. Cuando aquella estrella iluminó lo que parecía ser un establo, los viajeros decidieron dar descanso a sus monturas.
Allí, un recién nacido les mordió el corazón.
Melchor fue el primero en convertirse. Súbitamente, sintió la irrefrenable necesidad de adorar al niño.
Escrito por Carles Quílez
Allí, un recién nacido les mordió el corazón.
Melchor fue el primero en convertirse. Súbitamente, sintió la irrefrenable necesidad de adorar al niño.
Me gusta esta historia de zombis y la adoración de los Reyes Magos, muy logrado. El título es muy bueno. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo, anónimo.
Me encanta. Es una reescritura genial, muy sorprendente.
ResponderEliminarLos niños es lo que tienen, ¿no?: morderte el corazón.
Felicidades!!!!
Genial micro.
ResponderEliminarA esa religión igual si me apuntaba de.
Saludos.
Micro que muerde y a la vez convierte la palabra en hecho.
ResponderEliminarMuy, muy bueno!!! Y coincido con Javier en cuanto al título. Saludos.
ResponderEliminarUna curiosa mezcla de temática zombi con una historia por todos conocida. El doble sentido de la frase morder el corazón y la Z del título dan las claves.
ResponderEliminarSorprendente y bien escrito.
Un saludo
Microcuento híbrido muy difícil de encajar, palabra que parece que está de moda con lo de Cataluña, aunque si hay que hablar de encajes, me quedo con La encajera de Vermeer.
ResponderEliminarRecuerda un poco la película de aliens y cowboys, aunque en este caso creo que tus personajes hacen muchas mejores migas, y la historia es más verosímil e ingeniosa.
Rascando mucho se podría entrar en reflexiones más profundas acerca del nacimiento –y nunca mejor dicho- de las religiones, y de esas fantasías que muchas veces suelen acabar en sangre. Y también me sugiere algunas otras cosas de más profundo calado, aunque eso lo dejo para los filósofos.
Pero quedándonos en la sutileza y la ironía de la historia, encuentro pinceladas de La vida de Brian, por lo que me, al final, lo que me queda es una amplia sonrisa en la boca.
Un abrazo.
Qué genial creatividad. Muy bien logrado. Mezclas de todo un poco en un relato tan breve. La metáfora de morder el corazón, de conmoverlo al punto de adoración. Te quedó totalmente genial. Muchos aplausos.
ResponderEliminar¡Por Dios, menuda epifanía! Yo creía que el primer zombi fue Lázaro, pero ya veo que me equivocaba. Enhorabuena por el micro. Saludos
ResponderEliminarUna buena mezcla. Muy original tu micro. Besos.
ResponderEliminarParece ser que el zombi es el niño, ya que al "morder" el corazón de los magos los convierte, sometiendo su voluntad. Muy imaginativa esta renovada epifanía. Saludos, Anónimo 13.
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