Juntos
Mi mujer y yo solíamos ir al cine juntos. Juntos caminábamos por el parque y juntos asistíamos a las presentaciones de libros. Como era natural, juntos también dormíamos. Un día desperté y no la vi. Somnoliento, me puse frente al espejo. Ahí estaba ella, con su cuerpo... y mis pensamientos.
Escrito por Andrés Galindo - Web
Juntos,aunque uno de ellos ya no esté, son espíritus unidos para siempre.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo, anónimo.
Ah, qué bonito. Tan juntos que se hicieron uno, como debe ser. Me gusta mucho tu relato. En su brevedad describe escenas cotidianas que compartían y sin necesidad de un lenguaje romántico, lo has hecho profundamente romántico. Felicidades!
ResponderEliminarExpresas familiaridad, confianza, bienestar... Eran uno.
ResponderEliminarMuy bonito. Gracias anónimo.
Se siente la tristeza a través de la imagen reflejada en el espejo. Ella ya no está, o él ha tomado prestado su reflejo. La amaba tanto que sigue viva en él. Un amor tan grande es lo que hace que, los que ya no estén a nuestro lado, lo sigan estando en forma de recuerdos, pensamientos hermosos de lo que un día fueron. Me ha llenado de recuerdos. Abrazos.
ResponderEliminarEso si que es estar unidos para siempre. Generalmente, las personas de avanzada edad sin expectativas de futuro, mantienen una relación basada en la dependencia total con el otro, de tal manera que cuando ese alguien fallece, la otra persona no encuentra motivos para seguir viviendo, se desconecta. Pero en tu caso ha tomado la persona de su esposa para continuar.
ResponderEliminarEs muy bonito tu relato. Besos.
Toda la vida dos, para terminar siendo uno. Contenido y bello.
ResponderEliminarSorprendente final y sorprendente ejemplo de desdoblamiento de la personalidad. Enhorabuena por el micro. Saludos
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