Signos de puntuación
Perdida mi admiración por ti después de tu punto y aparte, hoy recuerdo mis pequeños amoríos. Añadiré unos puntos suspensivos, indicando una continuación en el futuro, a ver si con suerte aparece quien me saque del estado de coma actual y así cerrar esta amarga soledad como un breve paréntesis.
Escrito por M. Carme Marí - Web
¡!
ResponderEliminar:-) :-*
EliminarPues fíjate que Manuel me ha quitado la idea, eso es lo que yo iba a poner después de leer tu ingenioso relato una signos de admiración ¡----!
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo, anónimo.
Te he ganado la mano, Javier, jeje. Un abrazo.
EliminarY es que los signos que complementan a las letras en la escritura dan para mucho, también fuera de ella.
EliminarGracias Javier.
Abrazos para ambos
EliminarTranqui, siempre te quedará un punto y coma.
ResponderEliminarEs importante que siempre quede algo, o alguien, a lo que (o a quien) agarrarse.
EliminarGracias por comentar Luis
Chicos, yo creo que lo que se impone es el paréntesis (), si lo que queréis es acompañarla para que abandone la soledad. Muy ingenioso, estimad@ anónim@.
ResponderEliminarY dentro del paréntesis nos vamos añadiendo todos, separados por comas ;-) y así la soledad se queda fuera.
EliminarGracias, de anónimo a anónimo!
Bien trazado, con los puntos sobre las íes donde deben estar. Me ha gustado mucho. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Carmen. Los puntos sobre las íes y también entre las palabras. Cuando en la vida son punto y aparte a veces duelen, aunque en otras ocasiones pueden ser necesarios.
EliminarAbrazos.
La gramática al servicio de la narrativa.
ResponderEliminarSimpático y bien hilado relato.
Un saludo
Las palabras permiten a veces su uso fuera de su habitual contexto y nos pueden brindar nuevos significados. ¡Usémoslas!
EliminarSaludos
De verdad que MUY BUENO!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (para que no falten los signos, jajajaja
ResponderEliminarDe verdad que muchas gracias!!!!!!!!! :-)
EliminarDesde luego que nuestras vidas se podrían contar desde el punto de vista de los signos de puntuación, como has hecho tú en este ingenioso microcuento; un tipo de microcuentos que me son muy caros, pues para mí supone un gran placer y divertimento jugar con las palabras.
ResponderEliminarEn la vida, hacemos puntos y aparte, paréntesis, otras veces la situación es de puntos suspensivos y tampoco nos libramos de estar en coma, no digo ya etílico, pero sí de empanada gallega o torrija manchega, o de esas que te fulminan cuando estás zapeando y caes de repente en uno de esos gallineros que hay montados en algunas cadenas ampliamente seguidas por el respetable.
Así que tras una cuantas exclamaciones y admiraciones, me despido con un abrazo.
Cierto es que podríamos usar para muchos casos los signos de puntuación.
ResponderEliminarY ahora puntúo muy alto tu comentario: ¡gracias Enrique!
Me parece que todo va a acabar con un punto y final en la unidad de medicina paliativa.
ResponderEliminarUn micro ingenioso. Saludos
No pongas nunca el punto y final.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato. Es muy ingenioso.
Muchos besos.