16 de noviembre de 2117
Como establecía el contrato, lo descriogenizaron el 16 de noviembre de 2117. Una vez recuperado, se reunió con el director de CryoNix, que le dio la mala noticia: todavía no había cura para su enfermedad. Sin embargo, volverían a criogenizarlo si pagaba un suplemento de quinientos mil millones de yuanes.
Plácido, pues tal día como hoy, pero dentro de 100 años, más vale que no lo descongelen, ya que la broma por lo que veo le va a salir cara. Sólo espero que dentro de 100 años el mundo no sea igual que ahora y lo ideal sería poder volverte a leer entonces.
ResponderEliminarOriginal y futurista relato, Plácido, me ha gustado.
Un abrazo.
¿El dinero es salud? Pues no siempre. No me gusta esta gente que cree que con dinero se puede comprar todo.
EliminarGracias por tu comentario, Javier. Saludos
Me encantan los relatos en los que flota una desbordante imaginación, aderezado con un punto de ironía, y el tuyo, pie supuesto, me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Hay gente que se criogeniza esperando que, en el futuro, su enfermedad tenga cura. Pero la vejez no tiene cura.
EliminarGracias por tu comentario, Pablo. Saludos
¡Genial!
ResponderEliminarEso de los "Yuanes" en miles de millones me encanta. Vaya una vida más larga, crionización sí, crionización no.
En fin, mucha imaginación y feliz futuro.
Besicos
El yuan, me temo, será la moneda del futuro.
EliminarGracias por tu comentario, Cabopá. Saludos
Me encantó!!!! Y más la coincidencia con el aniversario de mi ciudad jajajja. Saludos.
ResponderEliminarEl día lo pusieron Álex y el azar.
EliminarGracias por tu comentario, Omar. Saludos
Jajaja Que gran sentido del humor Plácido. Me ha encantado leer tu micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que no haber disuadido a algún cincuentista de que se criogenice.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos, Raquel
No importa la época en la que nos encontremos, la evolución a la que haya podido llegar la Humanidad o cualquier otra circunstancia. Al final, el dinero, poderoso caballero, es el que manda. Es descorazonador pensar que siempre habrá ricos y pobres. La tecnología y los avances, lejos de eliminar esa barrera, la acentúan.
ResponderEliminarImpactante relato, no exento de mensaje social.
Un abrazo, Plácido
Gracias por tu comentario, Ángel.
EliminarA veces me pregunto qué pasaría si toda la humanidad se criogenizara.
Saludos
Justo dentro de cien años, cuando todos estemos más que calvos, volverá a la vida el acaudalado criogenizado. Pero no podrá ver cumplido su sueño. La suma necesaria en yuanes no está a su alcance.
ResponderEliminarMe ha gustado, Plácido. Furturista con crítica social y el humor que te caracteriza.
Un abrazo.
Futurista*
EliminarDebo admitir, Carmen, que mi micro está ambientado en un libro de Philip K. Dick: La penúltima verdad.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos
Lo peor es que lo pilla con la Visa vencida. Me imagino.
ResponderEliminarBuen relato, Plácido con mucha imaginación y humor.
Cordiales saludos.
Sobre todo, humor negro para soportar la negra realidad.
EliminarGracias por tu comentario, Georges. Saludos
Muy bueno! Humor y fantasía pero también realidad que pinta muy bien los delirios del ser humano. Bravo!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Lo que quería era mezclar humor y ciencia ficción. Saludos, Sylvia
EliminarUna estupenda combinación de ciencia ficción e ironía, salida de un gran "coco" para contar historias.
ResponderEliminarSaludos y suerte, Placido.
Gracias por tu comentario. Precisamente lo que quería era fusionar relato de ciencia ficción y de humor. Saludos, María Jesús
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPlácido, siempre me sorprendes con tu ácido sentido del humor. Buena crítica a los que hacen negocio con la salud de las personas, sobre todo con las que no asumen su destino. A saber qué nos depara el futuro... pero ellos cobran por adelantado.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos.
Gracias, Pilar. Sin humor, me temo, no podría vivir. Ya me gustaría a mí.
EliminarSaludos
Creo que ese contrato era un cuento chino. Aunque no estaría mal como argumento para una peli de ciencia ficción, en la que veríamos que los negociantes sin escrúpulos son una especie que siempre goza de buena salud, aunque para ello suponga jugar con la de los demás. Muy imaginativo y divertido, Plácido. Un abrazo.
ResponderEliminarNo lo había pensado. Alargaré la historia y haré de ella un relato.
EliminarGracias, Juana. Saludos
Hay novedades que lo dejan a uno helado, aunque me temo que en este caso eso no será suficiente para que el hombre se ahorre ese dinero.
ResponderEliminarUn abrazo, Plácido.
El dinero no lo puede todo. Afortunadamente.
EliminarSaludos, Enrique. Gracias por tu comentario
Hay veces que si el criogenizado levantara la cabeza, se volvería a crionizar de inmediato,si la cartera se lo permite. Ingenioso, Plácido. Saludos.
ResponderEliminarHay gente que no comprende que en la vida no se puede tener todo: dinero, poder, inmortalidad…
EliminarGracias por tu comentario, Manuel. Saludos
Por mucho que avance la medicina, siempre lo hará con menor intensidad que el amor por el dinero. Me gusta la paradoja de tu cuento: por muy rico que seamos, nunca sabremos con estas nuevas técnicas si lo seremos durante el tiempo necesario.
ResponderEliminarIronía de la buena, Plácido. Enhorabuena.
Un abrazo.
Gracias
EliminarMuy divertido y creíble tu micro. Me ha gustado.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Silvia.
EliminarMe parece que, para el protagonista, no resulta demasiado divertido.
Saludos
Las previsiones que pronosticaban que China sería una potencia mundial parece que se cumplieron y su moneda gobierna el mundo.Lamentablemente y a pesar de haber transcurridos cien años, hay cosas que no han cambiado. Simpático relato pero tb. un poco desesperanzador.
ResponderEliminarLa verdad es que el futuro es todo menos esperanzador.
EliminarGracias por tu comentario, Smokey. Saludos
Muchas gracias por vuestros comentarios. Saludos
ResponderEliminarDe todas las perspectivas de sobrevivirnos, creo que la criogenización es de las peores. ¿Qué se supone que va a hacer uno en un futuro del que no va a entender ni papa y en el que no va a conocer a nadie?
ResponderEliminarAdemás, uno se expondría a lo peor en ese futuro, como, por ejemplo, que sus moradores decidieran utilizarte de cobaya para vaya a saber usted qué experimentos.
Así que lo que le ocurre al protagonista de tu irónico microcuento, aunque a él se espante, es lo mejor que le puede ocurrir, puesto que no va a poder pagar el dinero que le piden, deberá morir tras esa pesadilla que él mismo, con su decisión, añadió a su destino.
Una muy irónica e inteligente moraleja de lo que suelen ser nuestros sueños más locos y cómo suelen acabar, lo cual, a la mayoría, no nos suele aprender lección alguna.
Un abrazo, Plácido.
De todas las perspectivas de sobrevivirnos, creo que la criogenización es de las peores. ¿Qué se supone que va a hacer uno en un futuro del que no va a entender ni papa y en el que no va a conocer a nadie?
ResponderEliminarAdemás, uno se expondría a lo peor en ese futuro, como, por ejemplo, que sus moradores decidieran utilizarte de cobaya para vaya a saber usted qué experimentos.
Así que lo que le ocurre al protagonista de tu irónico microcuento, aunque a él se espante, es lo mejor que le puede ocurrir, puesto que no va a poder pagar el dinero que le piden, deberá morir tras esa pesadilla que él mismo, con su decisión, añadió a su destino.
Una muy irónica e inteligente moraleja de lo que suelen ser nuestros sueños más locos y cómo suelen acabar, lo cual, a la mayoría, no nos suele aprender lección alguna.
Un abrazo, Plácido.
Primero me dice que ha habido un error y luego lo publica dos veces. Así que si falla esto como para no fallar la criogenización.
EliminarQué gran relato de ficción y de tragedia, Plácido. El pobre protagonista tendrá que confiar en CryoNix pagando esos quinientos mil yuanes de nada, a riesgo de volver y que no tengan aún la cura.
ResponderEliminarSensacional, Plácido.
Un abrazo.
Enrique
Humor negro y crítica social perfectamente engranados en este relato futurista y realista.
ResponderEliminarEnhorabuena, Plácido.
Malu.