Las fabulosas aventuras del Barón Angulo

La llegada del Barón a nuestro pueblito insuflaba vida y alegría a sus habitantes. Los niños se agolpaban a su alrededor para escuchar sus adivinanzas, nuestras hijas se deleitaban con sus poemas y nuestras mujeres disfrutaban con sus historias anecdóticas; mientras nosotros esperábamos la noche para oír sus chistes escabrosos.
Escrito por Jean Durand - Web

35 comentarios :

  1. Un excelente microrrelato, imaginativo como suele ser habitual en ti, y, si no me equivoco, con un guiño a uno de los más cultos cincuentistas de nuestra familia.
    ¡Bravo, Jean!
    Pablo

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    1. Gracias por lo de culto, Pablo, pero llegué tarde para eso, cuando quise ponerme al día de toda la ignorancia que arrastraba, y empecé a picar un poco de aquí y otro poco de allá en el mundo del conocimiento, había desperdiciado mucho tiempo, aparte de tener que emplear otro tanto, como la mayoría, en buscarme la vida, así que me quedé en aprendiz de todo y maestro de nada.
      De lo que sí estoy encantado y orgulloso es de pertenecer a esta bondadosa y generosa familia. Un abrazo.

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    2. Hola Pablo, pues si, un pequeño homenaje a un grande de 50 palabras. Agradezco siempre lo de "imaginativo" y que te gustara.
      Un abrazo Pablo!

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  2. El Barón Angulo y su ingenio protoplástico son legendarios.
    Una excelente semblanza, Jean.
    Abrazos para los dos.

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    1. Recibida la parte de esos abrazos que me corresponde, Patricia, en cuanto al ingenio del varón Angulo, pues de vez en cuando da de sí alguna cosita. Abrazos de vuelta.

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    2. Hola Patricia, pues muy cierto lo que dices. Nosotros que tenemos la dicha de conocer su cuenta de twitter, conocemos la ingeniosidad del barón. Haikus, tankas, poemas, microcuentos, pensamientos, dibujos, chistes... de todo podemos encontrar en su twitter, con los que deleita a todos por igual.
      Un beso enorme para ti Patricia y un fuerte abrazo a Enrique.

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  3. Jean, original relato dedicado a uno de los mejores comentaristas de esta página, En cada comentario nos deja su conocimiento pata deleite de todos y como tu bien pones siempre lo esperamos.
    Un abrazo, Jean.

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    1. Javier, puedo asegurarte que es mucho más el conocimiento que recibo que el que dejo, y si es que dejo algo espero que sea contribuya a enriquecer esta página. Gracias por tus palabras.

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    2. Hola Javier, concuerdo contigo en que el barón es de los mejores comentaristas de la pagina. Una delicia leerlo y disfrutar sus palabras.
      Un abrazo Javier y mis saludos a Pilar.

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  4. El sr. Angulo puede ser barón, marqués o lo que quiera, pues tiene sabiduría para enriquecer a personas de cualquier edad y condición, con un ingenio que abarca varios géneros. Un relato que aplaudo por su original confección y por lo que tiene de merecido homenaje.
    Ya estoy deseoso, seguro que igual que tú, de leer su comentario-respuesta.
    Un abrazo, Jean

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    1. Estoy muy lejos de la sabiduría Ángel, como decía Serrat que decía su madre de la mujer que quería, tengo muchos defectos, aunque intento reconocerlos, apechugar con ellos e intentar limarlos un poco.
      Estoy de acuerdo en la originalidad del microcuento de Jean, en cuanto a mi comentario, si te decides a leerlo, espero que no se te haga muy pesado, pues me he extendido más de la cuenta, creo.
      Un abrazo.

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    2. Como siempre muy agradecido tus palabras que tanto valoro Ángel, por cierto tu tampoco te quedas corto en sabiduría, así que no te escapes, jejeje.
      Y si, ansioso por leer la gran respuesta de enrique que veo más abajo.
      Un abrazo a ambos.

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  5. La verdad es que el Barón Angulo es un mago de las palabras y nos sorprende con ellas de mil maneras. Cada vez que se rumorea que el Barón se acerca, la gente se asoma curiosa a ver qué cuenta. Saben que nunca defrauda.
    Ingenioso y certero homenaje, Jean. Un abrazo.

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    1. El Barón Angulo, tal y como le describe Jean, tiene que ser un mago de voz, pero ese no es mi caso. Lo que sí es cierto es la gran generosidad y camaradería que hay en esta página, así que creo que me quedaré a vivir en ella para siempre. Gracias, Juana, un abrazo. Y pido perdón a Jean porque estoy metiéndome en su terreno, pero él tiene parte de culpa por haberse sacado a ese personaje del magín.

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    2. Hola Juana, muy cierto lo que dices. Aunque ando un poco perdido en comentar estos mese, la sola noticia de la llegada del barón al pueblito de Cincuenlandia es una alegría para todos.
      Gracias por tus palabras. Un beso enorme para ti.

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    3. Hola enrique, pues no hay problema en que comentes a los demás, ya lo hice yo con el homenaje que me dio Patricia... Además tus comentarios le dan un plus a mi relato.

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  6. El que le hayas puesto mi primer apellido a ese maravilloso personaje del microcuento que has pergeñado, me parece un gran premio que te agradezco mucho, ojalá me pareciese un poco a él, ojalá tuviese esas milagrosas capacidades de conseguir que los niños se agolparan a mi alrededor para escuchar mis adivinanzas, de deleitar a las muchachas con mis poemas, a las mujeres con sus historias anecdóticas, y a los hombres con chistes escabrosos, aunque aquí matizaría que sin salirse del buen gusto y alejándose lo más posible del humor de trazo grueso, si es que a esto último se le puede llamar humor o más bien sería chabacanería.
    Pues pienso que esa capacidad de llegar a la gente mediante el humor y el arte y alegrarles la vida, aliviar sus males y hacerles un poco mejores, es lo más maravilloso que puede recibir como don un ser humano, luego tiene que saber cómo gestionarlo sin endiosarse.
    Ese Barón que describes me ha recordado a mi difunto abuelo materno, quien sí tenía unas capacidades fabulosas para contar chistes, historias, chascarrillos, anécdotas... Tal era así, que en unas épocas de pobreza en las que la gente apenas si tenía un aparato de radio en sus casas, la diversión de muchos de quienes vivían en su barrio era bajar a la calle con sus sillas, sentarse en ellas y escuchar a mi abuelo que no solía faltar a aquellas citas.
    Yo, que por entonces era un niño, le miraba admirado, pues la gente lo agasajaba y se partía de risa con él; ya que no sólo era lo que contaba, además, salvando las distancias, tenía un estilo propio como el recién fallecido humorista Chiquito de la Calzada –mi abuelo también era andaluz-, y en cuanto abría la boca la carcajada era general.
    Luego, pasados los años, supe que en muchas otras cuestiones de la vida no era tan admirable, más bien, había mucho que censurarle, pero con esa gracia que tenía se lo hacía perdonar casi todo. Así que si he heredado una pizca de esa inventiva y esa gracia me doy por satisfecho.
    Aparte de todo eso, el personaje y lo que cuentas en esta pequeña historia entronca con los inicios de la literatura. Quizá todo comenzó en alguna cueva del paleolítico cuando algunos sapiens empezaron a fantasear, a imaginarse cosas, a tergiversar la realidad, mientras el resto del grupo los escuchaban arrobados, y esas capacidades extraordinarias creo que nos salvan de muchas cosas, pues, como dice el humorista Forges, el humor es de todos, y también lo es la música, el arte, la literatura, la danza, la ciencia, etcétera. De todos quienes quieran enrolarse en esas capacidades superiores de nuestra psique en vez de apostar por lo mezquino y lo mediocre.
    Así que muchas gracias, Jean, por haber ligado mi apellido a esta genial historia, aunque, por lo que he contado de mi abuelo, el Barón, para que yo me pareciese un poco a él, debería ser más Moya que Angulo.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Hola enrique, pues lo de chistes escabrosos, se entiende que es para la época en que esta situado el relato, lo que al cambio de moneda actual serían solo chistes inocentes.
      Me alegro que el relato te hiciera compartir la historia de tu abuelo materno. Son esas pequeñas cosas -para los demás, que para nosotros son grandes- los que marcan el rumbo de nuestra vida.
      Tu relato me hizo recordar lo que escribía Gurdjieff sobre su padre (en Encuentros con Hombres Notables, también hay una excelente película que recomiendo ver), personaje al que amaba mucho y decía que era un gran contador de historias. Al punto que de él (allá en el siglo 19) fue la primera persona que escucho la historia de Gilgamesh, historia que fue dada a luz años después. Esto concuerda con tu comentario sobre que el oficio de contador de historias a existido desde la antigüedad, y ha servido para legar grandes relatos, leyendas o verdades a través del tiempo.. Y digo oficio, porque es una gran labor ya perdida y que sin duda nos ha dado por ejemplo los cuentos de los hermanos Grimm, relatos orales recopilados entre los campesinos de su pais. También me recuerdo, por asociación de ideas, lo que dice Fulcanelli en sus Moradas Filosofales, sobre un profesor que enseñaba la historia de Francia con unos simples dibujos y símbolos trazados en el suelo. En fin, otro tipo de relator de esos que tanto admiramos, que quisiéramos volver a ver y seguir sus pasos.
      Por cierto, lo del título "Las fabulosas aventuras del barón.." lo tome de otro barón: Munchausen.
      Un abrazo para ti, mi eterna admiración y la alegría de conocer a tu abuelo, que también fue recordado y homenajeado en nuestro pueblito de Cincuenlandia.
      Saludos gran barón!

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    2. Cuántas buenas lecturas me ha recordado tu comentario -Gurjieff, Fulcanelli, Gilgamesh, los hermanos Grimm, el barón de Munchausen- y cuánto tiempo hace que las hice, tanto, que no estaría de más una relectura.
      Y seguro que mi abuelo estará de lo más feliz en ese pueblito de Cincuenlandia –lo mismo que lo estoy yo por ser un personaje de uno de los microcuentos de esta página- y no defraudará a sus habitantes con su labia y su gracejo.
      Un abrazo fuerte, Jean.

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  7. Tu relato, Jean, remite a la literatura oral y a la capacidad de cautivar con distintos géneros a personas de diferentes edades y gustos literarios. Es la magia de la palabra.
    Aquí el mago de la palabra, el homenajeado, es uno de nuestros cincuentistas más estimados, por su variedad estilística, su inteligente ironía, su vasta cultura -aunque lo niegue-, sus valiosos comentarios y, sobre todo, por la humanidad que destilan sus letras.
    Enhorabuena a los dos.
    Un gran abrazo desde este viejo continente, Jean.

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    1. Hola Carmen, todos coincidimos en la generalizada admiración hacia Enrique, mejor definición que das de él, imposible,
      Gracias.
      Un beso enorme Carmen.

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  8. Jean, no has podido elegir mejor a tu protagonista. Por todos y cada uno de sus comentarios merece este bello homenaje.
    Buen micro,
    Besos.

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    1. Hola Pilar, gracias por tus palabras. definitivamente un homenaje bien merecido. Y lo mejor es el cariño que aprovechamos todos de brindarle con los comentarios.+Un beso para ti y me saludas a Javier.

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  9. Del Barón Angulo se aprovecha todo. Excelente micro.
    Saludos, Jean

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    1. Jajajaja, si fuera un producto, hasta la etiqueta seria aprovechable... (su avatar de twitter es de los mejores que he visto).
      Saludos Plácido!

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  10. Coincido con los compañeros. El Barón Angulo es una enciclopedia y cada palabra suya, cuenta... toda una teoría y visión personal.
    Qué se quede muchos años en este pueblito de letras ordenadas.
    Saludos desde el otro lado del mar, Jean

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    1. Hola María, pues si que coincidimos todos, jejeje... Con esta muestra de cariño, ya no nos abandonara nunca, jajaja.
      Un beso enorme y gracias por comentar.

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  11. Carmen, Pilar, Plácido, María Jesús, gracias por lo que me atañe de vuestros comentarios, como ya no tengo abuelas, lo que decís de mí es como un bálsamo para mi autoestima.

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  12. Has sabido encajar a nuestro estimado, prolífico y poliédrico Enrique Angulo en un abanico de personajes que representan distintos ámbitos del arte de la palabra. El relato es redondo por bien construido y por lo que cuenta, y si además contiene la esencia de un escritor al que admiro, solo me queda darte mi más sincera enhorabuena, Jean.
    Un abrazo.

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    1. ...Y un enhorabuena tuya vale más que un bitcoin.
      Gracias Antonio por tus siempre bien recibidas palabras y un caluroso y afectuoso abrazo.
      Que estés muy bien.

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    2. La admiración es mutua, querido Antonio, un abrazo.

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  13. ¡Querido Jean, no me pueden gustar más "Las fabulosas aventuras del Barón Angulo"! No se puede ser más culto, educado, sabio y grande que el Señor Angulo, al que aprecio tanto por todo lo dicho, como por su buen gusto por el arte en general y la vida en particular.
    Enhorabuena a Jean por traer esta historia-homenaje y a Enrique, porque se lo merece de verdad.
    Un beso grande para los dos.
    Malu.

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    1. Mi queridísima María Luisa, me alegra mucho que te gustara el relato. Bien merecido que lo tenia Enrique. Gracias por comentar y recibo mi beso correspondiente y me robo el beso dirigido a Enrique, que la tentación es mas fuerte.
      Otro beso para ti!

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  14. Ya veo que Jean ha andado más listo que yo y se ha llevado los dos besos, no importa, con esos elogios que me haces, querida Malu, inmerecidos, desde luego, creo que mi ego tiene ahora mismo obesidad mórbida.
    Un beso de vuelta.

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  15. Grande, el narrador e inmenso el homenajeado.mister Jean, mi reconocimiento;sr Angulo, mi admiración. Abrazos para ambos.

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