Mortalidad latente
De repente, el airbag aplastó su ansia de vivir muchas vidas. Cuando empezó el "viaje" creyó que alcanzaría sus sueños infinitos.
La realidad le impuso su final.
Ya se lo advirtieron, aunque en ese momento no quiso atender más razón que su entusiasmo: "Sabemos cuándo nacerás, pero desconocemos cuándo morirás".
La realidad le impuso su final.
Ya se lo advirtieron, aunque en ese momento no quiso atender más razón que su entusiasmo: "Sabemos cuándo nacerás, pero desconocemos cuándo morirás".
Una realidad que nadie sabe cúando, ni siquiera el airbag ese sistema moderno que intenta que no sea, pero...
ResponderEliminarLos sueños hay que intentar llevarlos a cabo cada día con o sin razón.
Besicos, amigo
Ni siquiera planeado se consigue. Se dice que tenemos la hora marcada ¿Quién lo sabe?
ResponderEliminarMuy buen relato.
Tu protagonista es en verdad un personaje peculiar, sobre todo, por lo contradictorio. Le mueve el ansia de vivir muchas vidas, por lo que lamenta que el airbag le impida terminar con la actual, en lugar de aprovecharla. Aparte de ello, la muerte natural es un episodio tan inevitable como predecible, una realidad latente que nos condiciona.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
"Sabemos cuándo nacerás, pero desconocemos cuándo morirás", qué cierta y real es esta reflexión. Parece que al protagonista le ha llegado su hora. El entusiasmo freno a su razón.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael.
Hay cosas que podemos decidir en nuestras vidas y otras que no, por mucho empeño que pongamos en ello. En el caso de tú personaje podríamos decir que su obsesión por dirigir su existencia, o existencias, resulta casi enfermiza.
ResponderEliminarUn muy original relato, Rafa.
Enhorabuena y un abrazo.
De una escena cotidiana, has creado un relato filosófico.
ResponderEliminarSuerte, Rafael
Supongo que, a esas velocidades, es normal que le ocurriera lo que le ha ocurrido: cada viaje podía ser el último.
ResponderEliminarSaludos, Rafael
Me parece que no estamos preparados para vivir sabiendo la fecha de nuestra muerte. Dicen que actuaríamos de diferente forma, aprovechando más el tiempo, siendo más reflexivos ante las cosas, etc. Yo le veo más contras que ventajas. Un tema muy interesante para pensar. Un abrazo, Rafael.
ResponderEliminarNo hay mayor verdad que la muerte que nos espera, aunque intentemos olvidarlo y no sepamos aprovechar el tiempo que se nos ha concedido. El viaje ha terminado para tu protagonista.
ResponderEliminarUna reflexión a tener en cuenta, Rafael. Un abrazo.
La muerte siempre está ahí, acechando.
ResponderEliminarNos dejas un relato muy reflexivo... sigo dándole vueltas, Rafa.
Un beso.
Malu.
Quería resaltar más lo de las "ansias de vivir muchas vidas" y los "sueños infinitos", que decaen casi siempre ante la cruda realidad...pero sí, veo que me ha quedado lúgubre...Intentaré temas más alegres...jeje
ResponderEliminarMuchas gracias, colegas...
Un abrazo