Muero de amor
Y salí corriendo a la calle. Descalza. Miré a ambos lados de la calle pero ya no estabas. Aún sentía el aroma de tu piel en mi piel. Volví a casa llorando. ¡No puede ser! Eres lo mejor que ha pasado en mi vida. Y allí estás. Sonriendo. Te amo.
Un final inesperado: ¡no se había ido! Pero ¿dónde estaba? ¿Por qué la ha asustado de esa manera?
ResponderEliminarSaludos, Marola
Me ha gustado mucho Mariola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonita declaración de amor correspondido, la que nos has ofrecido en tu relato, Marola.
ResponderEliminarBesito virtual.
¡Qué susto! Creer que has perdido a una persona querida cuando en realidad no... Eso sí es morir de amor.
ResponderEliminarUn saludo.
Malu.