Ni de pensamiento
Al llegar a la última puerta, un funcionario (¿o funcionaria?) le entrega los formularios que debe rellenar. Todo bien, hasta la novena hoja. Sabe que tiene que declarar toda la verdad, pero aquellos pensamientos eran su secreto. Eso creía él, al menos.
Tras la nube, Pedro niega con la cabeza.
Tras la nube, Pedro niega con la cabeza.
Al cielo no se le puede engañar, y menos a las llaves de Pedro que tiene ojos, y no de cerradura, en cada rincón del Cosmos.
ResponderEliminarSuerte para tu relato, Pepe
Gracias, Mª Jesús. Pues no, no hay quien los engañe... ni de pensamiento. Saludos.
EliminarA cuántas situaciones parecidas nos enfrentamos todos los días!!!! Buen micro!!! Saludos.
ResponderEliminarHola Omar, gracias por pasarte por aquí. Un saludo.
EliminarPepe, ya lo dice el catecismo, no pecarás ni de obra, palabra y... Tú protagonista olvidó que ni de pensamiento se puede pecar y eso le ha cerrado las puertas del cielo.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Imagina, una religión que castiga hasta los pensamientos íntimos... Gracias Javier, un abrazo.
EliminarPepe, ya se sabe que las reglas para entrar en el reino de los cielos son muy extrictas. Has hecho un excelente relato lleno de ingenio.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Pablo
Quien inventó esas reglas ya sabía por qué lo hacía. Control absoluto sobre el rebaño. Un abrazo, Pablo.
EliminarPues lo lleva claro Pedro... espero que se enmiende pronto o se va de cabeza al infierno.
ResponderEliminarMuy original, Pepe. Me quedo pensando en esos pensamientos de tu protagonista...
Un beso.
Malu.
Pues piensa en el noveno, no se puede ni mirar a la mujer ( o al marido) del vecino, menudo plan. Besos Malú.
EliminarNi un secretillo dejan tener, ni un sacar un poco los pies del tiesto. Si es tan estricta la entrada en el paraíso igual no merece la pena, quién sabe si dentro todo es muy aburrido por culpa de tanta perfección. Quizá tu protagonista salga ganando si termina en el otro destino posible.
ResponderEliminarSimpático e interesante relato, Pepe
Un abrazo
Muchas gracias, Ángel, por tu comentario. Qué malo debía ser eso de pensar... Un abrazo.
EliminarEstoy pensando que ese Dios cristiano es realmente el gran hermano,nsi norteamericano, la stasis de la RDA, la prensa rosa española... Etc Jajaja Bromas aparte nuestros pecadillos íntimos y más oscuras fantasías deberían ser solo nuestras... O que formarán parte, como mucho, de algún que otro relato de 50 palabras.
ResponderEliminarUn abrazo Pepe muy original y mordaz como siempre.
Perdón por las incongruencias ortográficas, entre otras cosas, quería poner STASI y la NSA pero el móvil toma el control de mis palabras y escribe lo que le da a él la gana. Jajaja
EliminarEfectivamente Raquel, has nombrado Agencias de Inteligencia o de Control sobre todos nosotros. Esta Religión que castiga el pensamiento es su primera antecesora. Muchos saludos.
EliminarInconfundibles tus relatos y tu "cultura" cristiana. Si con engaños y mentiras se pudiera entrar... el cielo sería un completo arco iris, ja, ja... felicidades Pepe. Ahora compartimos día, al menos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mª Luisa, un placer coincidir en la misma fecha en esta página que tantas satisfacciones nos ofrece. Ya te habrás dado cuenta de que a estos "cristianos" no los puedo ni ver. Abrazos.
EliminarParece que a ese cielo funcionarial no se le puede ocultar nada. Veremos si es aceptado en el infierno con tanto bueno como para completar ocho hojas. Y si no, al limbo.
ResponderEliminarIngenioso relato, Pepe.
Un saludo.
Me parece a mí que solo aceptan a los que consiguen 10 sobre 10. Será que ellos no tienen ningún defecto...
ResponderEliminarGracias Antonio, saludos.
Como dice Serrat, El que no se quede quieto no sale en la foto. Menuda ley esa que, además de tanta restricción sin sentido, te culpa nada más nacer. Yo hace tiempo que decidí no hacerles ningún caso, y que sea lo que Dios quiera.
ResponderEliminarEnhorabuena, Pepe.
Un abrazo.
Pues no sé yo si lo que Dios quiere y lo que quieren sus intérpretes será lo mismo. En todo caso, ya somos dos que no les hacemos ni caso. Un abrazo, Enrique.
EliminarPepe, propongo declarar una independencia exprés de pensamiento impuro...una república donde la mayor dicha sea respetar el secreto de los secretos no confesados.
ResponderEliminarEn qué buena tecla fue a dar el acertado golpeo de tu martillo al narrar. Saludos.
Pues me apunto a esa República donde no exista represión para el pensamiento libre. Un abrazo, Manuel.
EliminarPor Dios, ¿qué pensamientos son esos? Incluso a las puertas del cielo deberíamos tener el derecho a acogernos a la quinta enmienda.
ResponderEliminarUn buen micro. Enhorabuena, Pepe. Saludos
Se supone que son los pensamientos impuros, pero ¿quién decide los que lo son?. Asociar pensamiento con pecado me parece una mala idea. Saludos, Plácido.
Eliminar¿Hasta el pensamiento vigilan a la puerta del cielo? Más parecen orwellianos que cristianos. Me pregunto cómo matan el tiempo en esa eternidad vigilada.
ResponderEliminarMuy bueno, Pepe. Un abrazo.
Pues sí, Carmen, tú entérate bien y verás cómo se las gastan. Si ya nos hacen nacer en pecado y convierten la vida en un valle de lágrimas... Algo tendremos que hacer para que no nos tengan atrapados en sus redes. Abrazos.
EliminarPepe, me parece que ni en el cielo aceptan los Paraísos fiscales de pensamiento. Creo que no cuela. No se les escapa nada.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos.
Efectivamente, control absoluto. Gracias Pilar, un abrazo.
EliminarParece que a Pedro le ha llegado la hora de declarar sus penas y sus culpas. Ya no quedan más puertas ni ningún recoveco donde ocultarse. Al pan, pan. Un abrazo, Pepe.
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