Olfato y tacto
El verano estaba resultando muy caluroso pero allí corría la brisa marina.
—Dame la mano, vamos a subir al puente de madera. Mira, el mar. Ahora respira hondo, siente su aroma.
—¡Ummm!
Lo guardó en su memoria y nunca olvidó aquel olor, ni tampoco la mano que allí la condujo.
—Dame la mano, vamos a subir al puente de madera. Mira, el mar. Ahora respira hondo, siente su aroma.
—¡Ummm!
Lo guardó en su memoria y nunca olvidó aquel olor, ni tampoco la mano que allí la condujo.
Precioso relato, Snow. Al leerlo se siente ese aroma marino y que cada uno ponga cara al propietario/a de esa mano inolvidable. Felidades!
ResponderEliminarSí, hay instantes, SnowThomas, que duran para siempre.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos
Bello relato, SnowThomas. Hay momentos y personas inolvidables.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos.
Entrañable. Sientes la brisa y la mano. Enhorabuena... y sigue por favor. Todos los meses.
ResponderEliminarGracias, me gusta que os guste.
ResponderEliminarSaludos,
SnowThomas
Hay lugares, momentos y personas que se recuerdan siempre.
ResponderEliminarBonito y emotivo.
Saludos.
Malu.