Perfume embriagador
La vio fugazmente al pasar. Se giró y clavó su mirada para observarla con detenimiento. Ella ni se inmutó. El perfume que captó era embriagador, y le recordó noches de pasión a la luz de la luna que jamás volvieron a repetirse. Vestida de terciopelo burdeos era majestuosa. Preciosa rosa.
Menuda sorpresa final. Cuántos recuerdos trae una rosa, aunque a mí sólo sus espinas.
ResponderEliminarSaludos, AQV
Nos metes muy hábilmente en una historia que, incluso dejándonos envolver con ese embriagador perfume, no es la que imaginábamos, y no vemos que la protagoniza esa majestuosa rosa hasta la palabra cincuenta. Perfectamente relatado y muy lograda sorpresa final. Felicidades, Anima Quo Vadis. Saudos,
ResponderEliminarCertera definición de una rosa, equiparándola con una mujer. Lo has clavado con el desenlace final.
ResponderEliminarSuerte y un besito.
Muy buena esta descripción que juega con la imaginación del lector. Deslumbrante rosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay rosas cautivadoras. Muy bien logrado, jugando con el lector hasta que averiguamos de quién o qué se trata.
ResponderEliminarUn saludo.
Malu.