Recordar el futuro
En mis viajes por tierras lejanas, una vez escalé una montaña muy alta y en su cima encontré una aldea cuyos habitantes, además de recordar el pasado, podían recordar el futuro. Cuando les dije que yo no podía recordar el futuro, les di lástima. A mí no me la dio.
¿Es un pueblo feliz?
ResponderEliminarUhm!... No sabemos si es bueno o no.
Buen micro.
Muchas gracias, María. Ahí está cómo cada uno interprete el micro. Un saludo.
EliminarPercibo una visión muy negativa del futuro. Como todo tendrá sus cosas malas y mejores. Habrá que esperar a vivirlo.
ResponderEliminarSuerte, Luis
Muchas gracias, María Jesús. Yo me refería más a nivel personal, es decir, por ejemplo, ¿nos gustaría saber el día y la hora en que moriremos?. A mí, no. Es cierto, por otro lado, que conocer el futuro puede tener sus cosas buenas, no lo niego: por ejemplo, se podría saber cómo hacer/descubrir una vacuna que se hará/descubrirá en dicho futuro; o evitar un accidente, etc... Pero, en conjunto, yo prefiero no conocer el futuro. Además, el hecho es que no podemos conocerlo, y eso nos debería hacer pensar que si nuestra evolución natural no ha ido por esos derroteros, es que no debe ser muy bueno para nosotros, creo yo. En todo caso, el futuro dirá. Un cordial saludo.
EliminarUn micro intrigante. Un Sangrilá, perdido quizás en las montañas. Cuyos habitantes son felices por tener el control del tiempo de sus vidas. Me ha gustado. Abrazos Luis.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen. Una interpretación interesante, la tuya, controlar el tiempo y, por tanto, poder recordar incluso el futuro; aunque, insisto, siempre y cuando haya cosas que no sepamos, como el momento de nuestra muerte, o cuando tengamos alguna sorpresa agradable; no sé, los enredos temporales siempre se me escapan un poco. En todo caso, que cada uno saque su interpretación, que ahí está lo interesante. Me alegra que te guste mi micro. Un abrazo.
EliminarQuizá, aislados en esa aldea perdida, el tiempo no cambia demasiado las cosas. Igual todo es en exceso previsible. Quizá... lo que no conocen son las emociones inesperadas...
ResponderEliminarYo estoy contigo... Hay cosas que mejor vivirlas cuando llegue su momento. Creo que el tiempo está para que todo en la vida, se vaya situando en su lugar. No conviene precipitarse y llegar antes de su hora.
Ein!... que me olvidé... Muy bueno y perfecto para darle muchas vueltas
EliminarMuchas gracias, Galilea. Tienes razón, quizá los de la aldea puedan, más que recordar el futuro, preveerlo, dado que su vida es previsible, y que lo suyo sea un juego de probabilidades llevado al extremo, y que, como bien dices, "lo que no conocen son las emociones inesperadas". Interesante prespectiva para explorar como argumento de un relato. Me alegra que te guste mi micro. Un abrazo.
EliminarSupongo que poder conocer el futuro, tendría sus ventajas pero, como bien dices, si eso conlleva saber cuándo moriremos, creo que no estamos preparados. Aunque, por otro lado, sabiendo el tiempo del que dispones igual priorizas hacer algunas cosas y evitas hacer otras. De todas formas prefiero que el futuro siga siendo sorpresa con todos sus riesgos. Recordar el futuro sería como volver a ver una película de la que ya sabes el final. Lo verdaderamente interesante sería conocerlo antes de que suceda, pero teniendo la facultad de poder cambiarlo en caso necesario. ¿Pero seríamos capaces de ponernos de acuerdo en qué, cuándo, cómo y para quién modificar ese futuro? Un micro muy imaginativo, "recordar el futuro" creo que es una expresión que da mucho juego, con mucho futuro. Un abrazo, Luis.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juana. Tienes razón: lo interesante es poder cambiar el futuro, o, al menos, tener la sensación de que podemos cambiarlo, si no sería muy deprimente. en todo caso, como argumento para un relato de fantasía o ciencia-ficción, puede dar "mucho juego". Un abrazo.
EliminarPues yo, Luis, casi prefiero no conocer el futuro que nos espera. Viviría angustiada sabiendo lo que me va a ocurrir y cuando.
ResponderEliminarBuen micro. Te felicito.
Muchas gracias, Alma. Sí, opino lo mismo. Supongo que por esa, y otras razones que desconocemos, no tenemos la capacidad de recordar el futuro. Me alegra que te guste mi micro. Un saludo.
EliminarUna polémica de muchos años y para muchos años. En todo caso el micro la encendió muy bien, y eso vale.
ResponderEliminarEn mi caso me gustaría conocerlo, pero quizás de una manera un tanto egoísta: por qué??? pues porque me gustaría ir al futuro, verlo, saber que va a pasar..., pero al regreso no recordarlo!!!! Para cuando lo viva, sorprenderme.
Creo que ya puse por allá arriba que me había gustado el micro, tendré que ir al pasado para revisar si lo escribí??? Un saludo.
Muchas gracias, Omar. Quizá lo ideal fuera poder recordar el futuro siempre y cuando también podamos cambiarlo. Un saludo.
EliminarMuy original, Luis, tu micro.
ResponderEliminarSe sabe que la memoria, aunque muy poderosa, tiene fallos y sesgos, tanto para atrás como, se supone, tendría para delante.
Me digo que si, en el contexto de tu planteamiento sobre ella,al recordar el futuro se lo deformase (incluso se inventasen involuntariamente los recuerdos futuros), ¿podría alterarse su curso normal y dar pie a un futuro diferente del que correspondería de coincidir con los recuerdos "objetivos" del futuro? ¿La libertad empujaría en esa dirección? Tal vez, pero eso igual lo sabes mejor tú, Luis, que tan bien te lo has "currado".
Saludos!
Muchas gracias, Carmelo. Lo que dices es muy interesante. Quizá pudiéramos recordar retazos del futuro pero, a la vez, tener la suficiente libertad para actuar de forma diferente a lo previsto de modo que se cambie el futuro en función de nuestros hechos actuales. No sé, quizá me estoy liando. En todo caso sólo es una ficción entretenida; al menos hoy en día. Un cordial saludo, Carmelo.
EliminarRecordar el futuro... Extraña la capacidad de los habitantes de esta pequeña aldea. Para ellos no parece un inconveniente, sino que sienten lástima de tu narrador protagonista.
ResponderEliminarA mí no me gustaría recordar el futuro, como si fuera una página ya escrita que no permite variaciones ni anotaciones al margen. Con saber que hay un desenlace ineludible ya es suficiente, ya intentamos reconciliarnos con el pasado y tratamos de vivir el presente -lo único que de verdad poseemos- del mejor modo que sabemos.
Invita a muchas más reflexiones tu relato, Luis. Desde luego, no me deja indiferente. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Carmen. Esa era la idea al escribirlo: presentar una nueva forma de ver el futuro, en este caso como si fuera un pasado aún sin pisar, o algo por el estilo. La idea la saqué al ver la película "La llegada" (Denis Villeneuve, 2016). En todo caso sólo es una ficción irrealizable, pero me pareció interesante y por eso lo escribí. Me alegro que te guste. Un fuerte abrazo.
EliminarLa verdad es que lo único que hace soportable el duro presente es el prometedor futuro, aunque resulta descorazonador pensar en todos los futuros posibles que ya no serán.
ResponderEliminarUna historia misteriosa y fantástica.
Saludos, Luis
Muchas gracias, Plácido. Sí, tienes razón, pues con cada nueva decisión que tomamos es como si desechárámos futuros por donde caminar. De todas maneras la vida es así, y a mí me gusta pensar que es así por alguna razón que nos beneficia. En todo caso por ahora no tenemos la capacidad de cambiar ese aspecto de la vida, y conociendo a la humanidad me parece bien, pues si pudiéramos hacerlo seguro que estropeábamos la vida más de lo que ya lo hacemos.
EliminarUn saludo.
Interesante concepto ese de recordar cosas que todavía no han pasado, me sugiere y me invita a pensar en teorías de espacio tiempo, dónde todo ha pasado, pasa y estar por pasar. Donde el destino está escrito, y nosotros no podemos evitarlo. Desde luego, yo no siento pena por el viajero, el misterio, en sí mismo, es pura magia.
ResponderEliminarUn abrazo Luís.
Muchas gracias, Raquel. Sí, es cierto, sin las sorpresas, la vida sería horrible. Aunque como idea para un relato, ofrece infinitas posibilidades. Un abrazo.
EliminarConocer el futuro condicionaría el presente, nos haría conformistas, no tendríamos esperanzas, de nada servirían esfuerzos e ilusiones cuando todo está predestinado. Sabemos que muchas cosas se nos escapan y no dependen de nosotros, pero la sensación de escribir cada día nuestro porvenir no tiene precio.
ResponderEliminarUn relato que hace pensar, ya desde el título, profundo en su aparente sencillez.
Un saludo, Luis
Muchas gracias, Ángel. Es por eso que no veo la ventaja de poder recordar el futuro, y es por eso, supongo, que no podemos hacerlo. En todo caso, pensar en las ventajas e inconvenientes de dicha capacidad nos puede servir para darnos cuenta de lo afortunados que somos de ser como somos. Me alegro que te guste mi micro. Un saludo.
EliminarDejarno con ganas de más... el ABC del microrrelato... ¡Magnífico! Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias, Salva. Que cada lector complete el micro. Me alegra que te guste mi relato. Un saludo.
EliminarLo de recordar el futuro me ha hecho recordar, valga la redundancia, y si no vale pues me da igual, un libro titulado Recuerdos del futuro de un autor, Erich von Daniken, que en su día hizo furor con sus teorías de los dioses extraterrestes que habían traído la vida a nuestro planeta.
ResponderEliminarEn cuanto a ese pueblo tan singular que descubre el protagonista de tu historia, yo estoy con él, recordar el futuro tiene que ser muy negativo, no sólo porque recordaríamos cosas que aún no han ocurrido, sino porque lo malo que va a sucedernos aparecería también en esos recuerdos, lo cual, seguramente, nos amargaría las satisfacciones del presente y nos crearía una ansiedad perniciosa.
Por otra parte, tu microcuento entra de lleno en todas las especulaciones que pueden hacerse sobre viajes en el tiempo, lo cual da para una enciclopedia o más; viajes hacia el pasado, viajes hacia el futuro, y la multitud de paradojas que eso conlleva y que explotan las novelas y las películas que tratan de ese tema.
Así que, de momento, me quedo en el presente y te felicito por este microcuento tan imaginativo. Un abrazo, Luis.
Muchas gracias, Enrique. Lo cierto es que el libro que dices de von Daniken no lo conocía. La idea para el relato la saqué de la película "La llegada". De todas maneras, como base para especulaciones espacio-temporales, la idea vale, como dices, para varios libros. Me alegra que te guste mi relato. Un abrazo.
EliminarMal futuro veo yo para todos los protagonistas de este micro...
ResponderEliminarMuy reflexivo e interesante, Luis.
Enhorabuena.
Malu.
Muchas gracias, Malu. Sí, como futuro no es muy bueno, pero como afortunadamente para nosotros es imposible pues mejor que mejor. En todo caso, como idea para un relato sí que tiene futuro. Un saludo.
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