Desde la azotea
Se arrojó al vacío y chocó contra el suelo. Justo antes del impacto se dio cuenta de que dormía en aquella cama de hospital. Su única movilidad seguía siendo la de sus párpados pero disfrutó, durante una centésima de segundo, de la liberadora caricia de la muerte sobre su cuerpo.
Excelente título, gran comienzo, tremendo desenlace y magistral final. Un micro que, sin nombrarla, habla de la eutanasia. De lo mejor del mes, Sandra, y punto.
ResponderEliminarQue me ha encantado cómo lo has contado es obvio.
Un besote.
Pablo
Muchas gracias gracias por ese comentario tuyo tan elocuente Pablo. Yo feliz de que te haya gustado.
EliminarBesos!!
Cuesta creer, para quien no está en el lugar de la persona que se quita la vida, que ésta se pueda convertir en una carga insufrible. Hay quien se aferra a la existencia y otros que ven en la muerte una liberación, justó lo que sintió tu protagonista, aunque fuese durante un instante.
ResponderEliminarContar las sensaciones de quien ya nunca podrá hacerlo supone un ejercicio de imaginación y empatía sensible que, en tu caso, nos ha llevado a creer que podría suceder como tú lo has contado. Eso hay que saber hacerlo.
Un abrazo, Sandra
Muchas gracias por esa mirada tan amable hacia mi relato Ángel. Debe ser terrible algo así pero sé que estas personas están ahí y les ha tocado vivirlo...
EliminarBesos!!
Buena historia en la que la muerte se siente como una liberación. No nos hagas esperar tanto para el próximo micro, Sandra.
ResponderEliminarUn beso.
jaja pues espero participar asiduamente Asun, la verdad es que se me fue pasando el tiempo sin enterarme... no sabía que hacía ya tanto que no participaba y mira que me gustan los 50 palabras. Aysss...
EliminarGracias Asun y besos!!
La imagen del cuerpo en el vacío, que nos inquieta como lectores es, parodójicamente, la única liberación posible para el protagonista.
ResponderEliminarEs muy difícil situarse en su punto de vista, como lo es no pensar en la eutanasia en estas situaciones extremas.
Muy bueno, Sandra. Un beso.
Muchas gracias por tu comentario Carmen! Besos.
ResponderEliminarHola, Sandra.
ResponderEliminarLa muerte puede ser liberadora, sí. Y debería poder serlo para el que la desea. "Mar adentro". Tan legítimo es querer vivir, a mi modo de ver, como desear dejar de estar vivo. Como dice Aute, la vida es un accidente, luego cambia por un clavo ardiente en otra versión. Nadie hemos pedido venir a la vida. Sea como fuere, el tuyo es un gran microrrelato. Un supertetrapléjico. Un paralítico total imagina, fijado a la cama de un hospital, el instante que le produce más disfrute de su vida: el de su muerte. Genial. Un beso.
Estoy de acuerdo con lo que expones en tu comentario Eduardo. Muchas gracias por compartir y me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarBesos!
Me has puesto el corazón en un puño, Sandra.
ResponderEliminarHas llevado el relato con pericia desde el principio, dando una vuelta de tuerca antes del final sorpresivo, con esa liberación no concluida.
Un besito virtual.
Sé que el micro es duro sí, pero no por ello (desgraciadamente) menos real para muchas personas que así lo sufren.
EliminarGracias por tu comentario y besos para ti también María Jesús.
La muerte como liberación. Relatas de forma tremenda la angustia vital que soportan las persona privadas de la autonomía para moverse. Soñar sea tal vez la única manera de escapar de esa cárcel en vida. Intenso relato. Saludos, Sandra.
ResponderEliminarEs que así creo que debe ser, desgraciadamente, para muchas personas Manuel y lo fácil que opinamos por ellos tantas veces.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegráis mucho con que os guste. Saludos!!
Ingenioso: soñar que te lanzas al vacío para sentir tu propio cuerpo, que tienes inmovilizado.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos, Sandra
Muchas gracias Plácido!
EliminarSaludos!!
Nos dejas un relato muy duro, pero "suavizado" por la aparente sencillez y el realismo con la que nos muestras un, puede que para algunos, ínfimo momento de liberación en el medio del oceáno que supone para el personaje tener que sufrir una existencia aprisionada. Me ha gustado. Suerte, sandra. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús, otro abrazo de vuelta para ti!
EliminarMe alegro que os guste!
Sandra, me alegra que regreses a casa por Navidad, con un micro muy duro. Hay temas que aunque duelan merecen ser contados. La eutanasia es uno de ellos.
ResponderEliminarCon gran maestría nos narras lo que siente un suicida al saltar al vacío e impactar contra el suelo. Lo que para todos es terrorífico, nos descubres que para tu protagonista, totalmente inmovilizado, es su sueño liberador de esa cárcel en la que se ha convertido su cuerpo.
Si mueve los párpados puede decidir su destino y alguien debería escucharlo.
Muy buen micro,
Besos.
Sé que el micro es duro Pilar, no pretende sino concienciar de que hay muchas personas que tienen una existencia muy difícil. Bueno me alegra que te guste. Sí, he vuelto y espero que sea para quedarme, había participado bastante y llevaba un par de años alejada de esta magnífica web sin saber muy bien por qué (supongo que liada con todo lo demás). Gracias y besosss
EliminarDurísimo y espléndido relato, Sandra. Liberar la imaginación para abrazar por un instante la muerte, en un acto de libertad que nunca podrá ejercer. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Salvador! Otro abrazo fuerte para ti y muchísimas gracias por dejar un comentario.
EliminarMuy duro, tiene que ser terrible. Un beso.
ResponderEliminarYa lo creo Maite! Besos para ti también!
EliminarExcelente, agónico, libre...al menos eso sueña desde su prisión, busca esa libertad de movimientos que desgraciadamente sólo encuentra en su cabeza. Enhorabuena y feliz vuelta a casa Sandrita.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Yoya!! Espero volver para quedarme jaja.
EliminarBesazos!!
Extraordinario, Sandra. Me encanta el modo en que has tratado el asunto.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Muchísimas gracias Enrique. Me alegro!
EliminarSaludos!!
El tema de la eutanasia aparece tratado de una manera tan sensible en tu micro, Sandra, que nos hace sentir empatía con tu personaje. Enhorabuena. Aprovecho para desearte un feliz 2018. Abrazos.
ResponderEliminarPues me alegro mucho que así te lo parezca María José, muchas gracias. Feliz 2018 para ti también, que sea muy próspero en todos los sentido! Besos!!
EliminarBuen micro Sandra. Me ha gustado mucho la ensoñación liberadora de tu protagonista.
ResponderEliminarBesos,
Muchísimas Raquel! Feliz 18 !!
EliminarBesos!