El viejo párroco
Somos un caso perdido, es innegable. Almas corruptas, mentes destrozadas, conciencias quebradas.
Nuestros valores están hundidos; nuestro espíritu, acabado; nuestra dignidad, desaparecida.
Inútil esperar a que obre la justicia, a que prevalezca la verd...
—Padre —interrumpió sor Prudencia—, hágame caso, no prepare la homilía dominical después de ver el telediario.
Nuestros valores están hundidos; nuestro espíritu, acabado; nuestra dignidad, desaparecida.
Inútil esperar a que obre la justicia, a que prevalezca la verd...
—Padre —interrumpió sor Prudencia—, hágame caso, no prepare la homilía dominical después de ver el telediario.
Parece un tanto pesimista y exagerado nuestro curita, pero, por desgracia, no parece estar muy lejos de la realidad su discurso. Buen relato y de los que nos hacen reflexionar. Suerte, José Antonio. saludos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Jesús, nuestro querido párroco no pasaría por su mejor momento, aunque como bien dices no está muy alejado de la realidad. Esperemos que el año que viene pueda opinar de forma diferente.
EliminarUn saludo y felices fiestas.
Quien puso el nombre a esa religiosa sabía lo que se hacía. No hay nada más descorazonador que las noticias, siempre centradas en las desgracias. Lo reconozcamos o no somos muy influenciables. Si este párroco hubiese visto un programa de humor el sermón iría por otros derroteros.
ResponderEliminarUn relato divertido que a la vez ahonda en la realidad diaria y en la psicología humana.
Un saludo y feliz año, José Antonio
Menos mal que nuestra sor pone algo de luz sobre tan lúgubre sermón, era ese final o poner ya la esquela de la humanidad. Sobre las noticias menos mal que nos olvidamos de ellas con una facilidad pasmosa, sino veríamos quien tendría siquiera ganas de pisar la calle.
EliminarUn saludo y felices fiestas.
Hay días que el mundo solo da para una plática de la desesperación, así que comprendo la actitud del pobre párroco, pues las noticias siempre inciden en el lado más escabroso de los asuntos. Una certera reflexión con un toque de ironía. Saludos, José Antonio. Feliz Año.
ResponderEliminarEfectivamente hay días muy duros, menos mal que siempre encuentras detalles que te dan esperanzas de que ésto puede cambiar.
EliminarGracias por tu comentario y feliz año.
Las noticias no levantan el ánimo, en efecto. Destacan siempre la parte más oscura del ser humano, lo más morboso. Menos mal que la prudencia aconseja no dejarse influenciar demasiado.
ResponderEliminarMuy buen micro, José Antonio. Feliz 2018 y un abrazo.
Carmen yo últimamente intento evitar los boletines informativos de las horas en punto, ¿para que?, para producirme más desesperanza, ya me daré de bruces con la cruda realidad cuando toque.
EliminarUn saludo y feliz año.
Todo tiene su lado positivo y alguien con cierta influencia en el espíritu ajeno no debería dejarse llevar por esa ventana al mal que son los noticieros. Menos mal que andaba cerca la buena de Prudencia.
ResponderEliminarUna buena crítica a nuestra adicción a las malas noticias aderezado con un saludable sentido del humor.
Te felicito por este buen relato, Jose.
Un abrazo y feliz año entrante.
Ayyy sor Prudencia que bien viene siempre en nuestras vidas. Cuando piensas que la especie humana es un desatre siempre encuentras algún individuo que te hace dudar de esa afirmación, y es que como grupo no tenemos perdón pero luego sueltos encuentras gente maravillosa.
EliminarOtro fuerte abrazo y gracias por aparecer en el último grupo, jejeje.
Entiendo perfectamente al párroco, ese pesimismo y desconsuelo es lo que sentimos muchos algunos días. También es verdad que ocurren cosas positivas y que hay personas que se esfuerzan por mejorar el mundo. Seguro que sor Prudencia es una de ellas. Un micro que refleja la realidad que vivimos, contado con ironía y mucha chispa. Saludos, José Antonio y lo mejor para el 2018.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Juana, es difícil abstraerse de tanta maldad, pero hay que centrarse en intentar hacer felices a los que nos rodean, quizá si lo hiciéramos todos así el mundo cambiaría.
EliminarUn saludo y feliz año.
No he podido comentarte antes, lo siento. No me extraña que el pobre párroco esté de esa manera, me pongo igual. Un beso.
ResponderEliminarTranquila Maite se agradece igual, recuerda que siempre hay esperanza,aunque a veces sea difícil pensarlo.
ResponderEliminarUn saludo y feliz año.