Esclavizados
Recordaba conversaciones con sus padres sobre su futuro: "Conseguir un buen trabajo es la clave".
Ahora aquellos tiempos quedaban lejos, su vida era fácil. Lo había conseguido. Gozaba de toda clase de caprichos, ninguna obligación le atenazaba.
Pero la mascota cibernética era un humano domesticado por el cíborg más avanzado.
Ahora aquellos tiempos quedaban lejos, su vida era fácil. Lo había conseguido. Gozaba de toda clase de caprichos, ninguna obligación le atenazaba.
Pero la mascota cibernética era un humano domesticado por el cíborg más avanzado.
Intrigante relato. El que todos acabemos, de alguna manera, siendo cíborg, no me sorprende en absoluto a estas alturas; pero ¿Acabaremos siendo mascotas de nuestra propia especie? ¿Habrá distinción entre humanos puros y cíborg?
ResponderEliminarEspero que nos lo cuentes en próximos cincuentas.
Un fuerte abrazo, amigo Paco. Tenemos una comida pendiente. No lo olvides.
Hace poco leí que un chico, a modo de experimento, tuvo apagado su móvil durante tres días. Al conectarse de nuevo... tenía 14.000 whatsapps sin leer. Parecen 14.000 eslabones que atenazan nuestro tiempo. Gracias, Isidro. Un abrazo. Tenemos que reunirnos.
EliminarHumanos como mascotas de otros humanos, gracias a la cibernética... La esclavitud no ha llegado a desparecer de la Historia de la Humanidad, pero este futuro quizá no muy lejano poco dice en favor de la evolución de la especie.
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco.
Gracias. Si pensamos en el futuro se dispara la imaginación. Un Abrazo, Carmen.
EliminarMe queda de tu relato ese trágico avance que nos adelanta del futuro. Ya desde el título advertimos que lo que nos espera no son tiempos mejores, sino un conformismo esclavo en una sociedad domesticada por las máquinas. Inquietante. Saludos, Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Manuel. La tecnología permite grandes avances en medicina o en otros campos que mejoran nuestra vida. Pero, hay esa otra ligada a recopilar información sobre nosotros que creo que lo que nos hace es depender de una especie de vampirismo. Seguro que Google sabe ahora mismo que estamos comentando esto. Un cordial abrazo.
Eliminar¿Llegará a ser verdad?
ResponderEliminarDe esclavos todavía no hemos pasado.
Un beso.
Muy probable. Pero, quiero aportar optimismo. Incluso hay una película en que un robot cuida de un anciano (porque sus hijos le compraron esa robot o mascota) y es más querido que su entorno familiar. Muchas gracias, Maite. Un abrazo.
EliminarMenuda sorpresa final: los humanos, convertidos en mascotas. Aunque, si las máquinas llegarán a dominar, no sé si ocurriría algo así.
ResponderEliminarSaludos, Francisco
De lo que se trata es de sorprender y reflexionar para otros relatos más extensos. Muchas gracias, Plácido.
EliminarPues tal como está el mundo, no sería extraño que algún día la ¿humanidad? alcanzara esos niveles de perversión. Echando a volar la mente, así como para "ser esclavo" con tener fortaleza casi es suficiente, pienso que para ser mascota, en esas circunstancias hipotéticas harían falta otras cualidades: belleza, docilidad, "saber estar". Incluso podría haber escuelas específicas, donde los aspirantes a mascotas se formarían para, luego, participar en algún proceso selctivo. Bueno, me parece que me estoy dispersando, pero es que tu texto da para pensar. Algo positivo, sin duda. Me ha gustado. Suerte y saludos, Francisco.
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