Los recién casados
Julia nunca ha visto un hombre desnudo. Con dedos trémulos de miedo y de pudor, deshace con torpeza su trenza nupcial. En la alcoba contigua le espera el hijo del herrero (su esposo ya, qué extraño suena). Pedro espera y se desviste con dedos trémulos de miedo y de deseo.
Aurora, qué bien relatas cómo debían ser las noches de los recién casados en las bodas de conveniencia. Esperemos que entre los nervios de su inocencia nazca el amor.
ResponderEliminarUn besote.
Pablo
Aquellos tiempos, que tambien son estos tiempos, donde casarse era una imposicion.Muy bien llevado el relato, donde la inocencia es el trampolin para una vida juntos. Besitos,Aurora.
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ResponderEliminarAurora, un precioso relato, lleno de sentimiento e inocencia. Estos recién casados llenos de miedos y nervios. Has utilizado las palabras adecuadas para hacernos sentir.
EliminarMe ha gustado, buen relato.
Besos, Aurora.
Tiempos oscuros son aquellos en los que, para que un hombre y una mujer pudiesen unirse, tenía que haber un acuerdo previo de las familias, acorde con determinados intereses. Esta práctica parece ajena a nuestros días, pero todos sabemos que aún se produce en determinadas zonas. Tú has relatado muy bien las sensaciones previas de esa pareja, una mezcla de ellas que hace de un momento especial y placentero (así debería ser) algo casi traumático e imprevisible.
ResponderEliminarUn relato humano y visual, propio de una escena de cine.
Un abrazo, Carmen
Yo, no entiendo que sea una boda acordada por la familia, sino el pudor y "miedo", a una situación desconocida para toda la vida.
ResponderEliminarHe visualizado el momento gracias a tus gráficas imágenes, Aurora.
Suerte y un besito virtual.
La antesala del encuentro nupcial traza en tu relato un hermoso paralelismo entre los desposados, que seguro que contribuirán, ya en privado, a culminar esta estimulante historia. Saludos, Aurora.
ResponderEliminarEn los recién desposados observamos una sensación común, la del miedo. No se conocen íntimamente y se preparan para el lecho nupcial sin saber lo que pueden dar y recibir el uno del otro. Puede tratarse de un matrimonio de convivencia, como han apuntado otros compañeros, pero también de una pareja de anteriores generaciones en una sociedad vigilante de la moral sexual. Por fortuna, el amor -si es que lo hay- y la naturaleza los ayudarán a superar la prueba.
ResponderEliminarMuy bien contado, Aurora. Visualizamos las dos figuras paralelas. Un beso.
No me meto en si es un matrimonio de conveniencia o por amor, pero nos presentas muy bien esa especie de "dualidad especular", por llamarle de algún modo. Aun así, parece que, siguiendo los hábitos de ciertas "convenciones sociales", en tu texto parece ser el macho quien de forma más visible siente ese deseo. Me ha gustado, Aurora. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarSupongo que la primera noche que pasan juntos dos novios siempre está llena de nervios. Por lo menos estoy seguro al cincuenta por ciento.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos, Aurora
Muy gráfico y tierno, una pena que Julia no sienta el mismo deseo. Un beso.
ResponderEliminarMuy bien descrito ese miedo y nerviosismo ante una situación a que no se desea llegar. Felicidades, Aurora. ¡Y buen año 2018! Abrazos.
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