Parvulitos
Se negó a hacer el dictado y le castigaron a escribirlo cien veces.
Cuando al final de la clase el maestro recogió la plana y leyó en cada una de las líneas "mi mamá no me ama, yo amo a mi mamá", llamó a su madre, pero esta no acudió.
Cuando al final de la clase el maestro recogió la plana y leyó en cada una de las líneas "mi mamá no me ama, yo amo a mi mamá", llamó a su madre, pero esta no acudió.
Un ejemplo de cómo una palabra de dos letras puede cambiar el cuento. Un niño que quiere a su madre, a pesar de que ella no lo hace es un drama terrible, que tú desarrollas con gran economía de medios, a partir de la frase más inocente.
ResponderEliminarMuy buen relato, Crispín.
Un abrazo
Y no se equivocó el niño al escribir su castigo, está claro que su mamá no le ama. Dicen que los niños siempre dicen la verdad.
ResponderEliminarUna historia dura, contada con sencillez y belleza.
Buen relato, Crispin.
Un abrazo.
Por algo el chaval no quería lo escribir. Al menos, que eso sirva para que el profesor, o a quien corresponda, pueda tomar alguna decisión para ampararle. Duro lo que nos muestras en tu relato. Suerte y saludos, Crispín.
ResponderEliminarUn niño desamparado, sin el cariño de una madre a la que ama. El castigo a su rebeldía destapó el tiste origen de su sufrimiento. Los maestros descubren muy pronto las carencias afectivas de los niños y, aunque se esfuercen, no podrán sustituir a las verdaderas familias. Transmite mucha pena tu micro, Crispín. Muy bueno. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarOscuro, triste, desgarrador e inesperado relato, de primorosa composición. Original punto de vista, cosa que siempre se agradece. Felicidades.
ResponderEliminarel comentarista aficionado dijo buen relato y mejor lesión para los maestros aunque a algunos les falte la acepción de magister "autoritas"
ResponderEliminaro sea la vocación de enseñar y la autoridad para saber que y como hacerlo.
Hay madres que no aman a sus hijos, que los consideran una molestia. Incomprensible.
ResponderEliminarMe ha gustado tu micro, Crispín. Saludos
Crispín, lo primero que has conseguido es hacerme recordar los tiempos en los que iba al colegio, o, mejor dicho, a la escuela. Y después de tu magnífica prosa, has rematado de una manera sublime este micro que me lo apunto como un aspirante a la final, al menos para mí que me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Hay en ese triste niño una rebeldía por la falta de amor que sufre a tan temprana edad. Y es algo realmente terrible el que uno empiece tan pronto a sufrir injusticias, y nada menos que de la persona de quien más debería recibir.
ResponderEliminarSólo cabe esperar que ese mensaje desesperado que ha dejado escrito –cual náufrago que mete su escrito de solicitud de ayuda en una botella y la arroja al mar- y que su maestro ha leído tenga algún efecto.
De momento, y ante la primera decisión tomada por el maestro, la de llamar a la madre desaprensiva, lo que ha quedado evidente es ese desapego que quizá esconda conductas peores.
Nada sabemos si existe un padre, o si esa es una madre soltera, o una mujer abandonada por su pareja que se venga de sus frustraciones con su hijo.
Sea como fuere, el maestro debería acudir a las autoridades y estas iniciar una investigación para dilucidar lo que de verdad ocurre, y, primero, llamar al orden a esa madre, y si no hubiese rectificación por parte de ella, quizá tomar medidas más drásticas, muy complicadas por cierto si lo que de verdad buscan es paliar en parte ese terrible desamor de una madre hacia su hijo.
Enhorabuena Crispín, por tan buen microcuento. Un abrazo.
Desolado me dejas Crispín, esa plana es la plana más triste que haya escrito cualquier niño. Qué duro trasfondo encierra tu micro. Enhorabuena.
ResponderEliminarPues eso, parece ser que no todas las madres son una bendición. Duro.
ResponderEliminarUn beso
Un micro muy triste. Por lo menos, el profesor ha conseguido averiguar el motivo de sus males. Un primer paso para poder, no sólo entenderle, sino ayudarle. Enhorabuena, Crispín.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y vuestra solidaridad con ese pobre niño.
ResponderEliminarMuy triste debe ser la vida para este niño ignorado por esa madre tan desapegada.
ResponderEliminarUn abrazo, Crispín.
Muy triste, sí, pero seguro que si lee el micro rectifica.
EliminarDura situación, terrible, la de un niño que no es querido por su madre, sabiendo que el papel de esta es el de ser referente de los hijos. Enhorabuena, Crispín. Feliz año 2018. Un abrazo.
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