Un hombre de piedra
Deucalión y Pirra lanzaron las piedras, estas se despojaron de su dureza transformándose en personas. Observando una de las figuras inacabadas semejante a un hombre, Pirra se inflama y ruega por su posesión.
—Has caído en la trampa de un hombre y la ira de una mujer —le previene Temis.
—Has caído en la trampa de un hombre y la ira de una mujer —le previene Temis.
Maite, original relato, en el cual nos narras la leyenda de Deucalión y Pirra, únicos salvados por Zeus y que para repoblar la tierra debían lanzar piedras por encima de sus hombros y estas se transformaban en hombres o mujeres según quien las lanzase.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un abrazo, Maite.
Gracias por leer y comentar, un beso, Javier.
EliminarMuy sugerente la forma de llevarnos al mito mediante un relato que nos proporciona los elementos necesarios para que nosotros acabemos de construirlo (confieso haber recurrido al dios Google).Si Zeus levantara la cabeza...
ResponderEliminarSaludos, Maite.
Google, es el dios más cercano para nosotros, y pienso que Zeus anda más interesado en otros menesteres...
EliminarGracias; Manuel, un beso.
También he recurrido a Google para seguir tu relato, Maite. Se aprende mucho en esta página. Es curiosa la creación de seres humanos tras el diluvio y muy de temer las certeras advertencias de Temis.
ResponderEliminarMuy interesante tu versión. Un beso.
Juno es bastante celosa, Temis lo ha comprobado.
EliminarGracias, Carmen, un beso.
¿Qué sería de nosotros sin Google? Hace algunos años podíamos recurrir a alguna enciclopedia "normal". Ahora, los que todavía puedan conservar alguna, seguramente arrumbada en algún trastero y obsoleta en demasiados temas, no tendrían la fuerza de voluntad ni la paciencia para levantarse del sofá para buscar la información. Bueno, creo que estoy exagerando un tanto. Buen relato, maite. Suerte y saludos.
ResponderEliminarGracias, Jesús, y bueno mucho no exageras, pero mejor es que se consulte en lo que sea. Un beso.
EliminarAunque el mundo vuelva a regenerarse los hombres no cambian, siguen generando trampas e ira contra sus semejantes.
ResponderEliminarInteresante relato, con el que todos hemos aprendido.
Un saludo y Felices Fiestas
Gracias, Ángel, no, no han cambiado y menos la relación entre hombre y mujer.
EliminarGracias, Un beso y Felices Fiestas.
Los seres mitológicos comparten las emociones y tentaciones a las que estamos sometidos los humanos. Pirra no es la excepción y se apasiona por un hombre.
ResponderEliminarTemis, que a diferencia de su equivalente romana, no lleva los ojos vendados, está ahí para estropearle los planes.
Buen micro. Por cómo lo has escrito y porque con él nos has puesto a trabajar. A todos.
Un gran bico, Maite.
Qué bien lo has visto, sí, la pobre Pirra se lo pensará, Zeus siempre con engaños y Juno castigando injustamente, todavía me pregunto el por qué.
EliminarGracias, Georges, un bico grande.
Muy bien, Maite!!
ResponderEliminarNos has hecho tirar de google, para poder enterarnos de estas historias míticas. Da igual que el hombre sea de piedra, de bronce... no cambiamos nada.
Muchos besos, Maite y Felices Fiestas.
Nada de nada, parece increíble y todavía en este siglo los maridos nunca son culpables. Pobre Pirra...
EliminarUn beso grande.
Buena ingeniería en tu relato, para meternos de lleno en la leyenda, con toques originales de tu cosecha.
ResponderEliminarSuerte, feliz 2018 y un besito. Maite
Muchas gracias Mª Jesús. Suerte también y felicidad. Un beso.
ResponderEliminarMuy original e interesante tu relato, Maite. Felicidades. Aprovecho para desearte un gran año 2018. Besos.
ResponderEliminarGracias por leer y comentar, un feliz 2018 también para ti. Un beso
EliminarYo también he recurrido a Google para tener información de los protagonistas. La verdad es que la versión que has creado te ha quedado muy acertada. Felicidades, Maite, y te deseo lo mejor para el 2018. Besos.
ResponderEliminarGracias, Juana, por leer y comentar, un beso y feliz año para ti también.
EliminarAhora comprendo la dureza de algunos corazones. Original e interesantísimo relato, Maite. Un abrazo y feliz 2018.
ResponderEliminarGracias, Salvador, los dioses siempre engañan y se vengan, son muy duros. Un beso y feliz año.
ResponderEliminarMaite, no conocía la historia. Gracias a tu micro he crecido un poco más.
ResponderEliminarOriginal micro. Enhorabuena.
Besos.
Gracias, Pilar, un beso y feliz año.
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