Desamor
Tras amarse hasta lo indecible, se instalaron paulatinamente en inefables silencios, apenas turbados por miradas huidizas y palabras rutinarias. Se olvidaron del roce, desterraron el goce y un mal día despertaron con una pregunta anclada en el fondo de su hastío. No encontraron la respuesta, ni siquiera buscaron la pregunta.
Hola, Javier.
ResponderEliminarTu texto que me recuerda la canción de Aute"... Y con monosílabos adormecidos, pretendes decir que no vives conmigo... Siento que te estoy perdiendo". Dibujas la estampa perfecta (disculpa el sarcasmo, o la ironía) del desamor. Un micro muy bien escrito que merece todos mis parabienes. El título invita a leer y el final es de rechupete (disculpa la ironía otra vez) Un abrazo fuerte.
Cincuenta palabras que bien podrían valer como definición a la que encabeza el título. Vocablos bien buscados y conjuntados para describir un proceso que va del todo a la nada. Un relato de lenguaje afortunado y muy efectivo.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier
Muy bien retratado el proceso del desamor, desde el amor del comienzo hasta el silencio y la incomunicación final.
ResponderEliminarYo también destaco la exquisitez léxica, Javier. Un fuerte abrazo.
ES la teoría de la evolución estadísticamente comprobada y fiable. Menos mal que hay excepciones, y relatos como este que previenen, además de estar bien construido.
ResponderEliminarMuy bien narrado este proceso tan triste y duro en el que acaban derivando muchas parejas que un día se amaron y que terminan derivando en hastío y desamor, con el gran dolor que ello supone. Enhorabuena, Javier. Un saludo afectuoso. Gloria
ResponderEliminarYo quiero brindarle a tu exquisito texto un epílogo poético que creo puede ser el mejor comentario que pudiera hacerle: "Es tan corto el amor, y tan largo el olvido".
ResponderEliminarSaludos, Javier.
Brillante con el tiempo, cincuenta palabras te han llegado para acortar una larga historia. Muy bueno. Un beso.
ResponderEliminar¡Qué triste el vacío del desamor! Me ha llegado a lo más hondo que los protagonistas ni siquiera se preguntaron qué les había ocurrido. Es la nada total. Me ha compungido, pero, al mismo tiempo, me ha gustado porque es la vida misma.
ResponderEliminarEl desgaste lleva a la apatía y la apatía a la más absoluta indiferencia. Parece mentira que en tan pocas palabras se pueda expresar el penoso proceso del desamor. Tú, además, lo has hecho de una manera exquisita. Felicidades, Javier. Un saludo.
ResponderEliminarMil gracias por leer y comentar tan generosamente. Un abrazo.
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