Emigrante
Cerró su valija y emprendió el viaje. Llevaba el salitre pegado a la piel y la promesa de volver. Pero el tiempo se hizo cada vez más largo y sus anclas empezaron a caer de los bolsillos del abrigo. Cuando el salitre se fundió con la nieve ya nunca regresó.
Hola, Sylvia.
ResponderEliminarMe gusta tu texto, su simbolismo, sus metáforas. Las palabras elegidas. El viaje, el salitre, las anclas. Como cantó Nino Bravo: todo lo que nos es querido siempre queda atrás. La dura consigna del emigrante. Los hay que vuelven a sus patrias, otros mueren en patria extranjera, integrados en ella. O no, cuando el salitre marino se funde con la nieve. Veinte años, sí es algo, mucho, para contradecir al tango. El emigrante se hace viejo, se acomoda, o es presa de las circunstancias, y no vuelve, como una anciana parra sarmentosa queda aferrado a la piedra. Enhorabuena, feliz todo para ti siempre y un beso.
Hola Eduardo: muchas gracias por tus palabras llenas de poesía. Es dura la vida del emigrante, pero también conoce de primera mano que el mundo puede ser siempre más grande y hermoso. Saludos!
EliminarSyvia, tu texto es maravilloso. El modo de describir cómo el emigrante va echando raíces en su nueva tierra es poesía pura. El salitre que se funde con la nieve es el último toque maestro de esta historia. Enhorabuena. Espero volver a leerte muy pronto.
ResponderEliminarHola Ana: muchísimas gracias. Realmente es un aliciente a seguir escribiendo recibir comentarios como el tuyo. Saludos!
EliminarSalitre del mar atravesado y nieve de la tierra de acogida. Adiós anclas que lo unían a los suyos. Ya no regresará.
ResponderEliminarTriste historia la del emigrante. Ojalá encuentre otra gente que lo acoja.
Buen micro, Sylvia. Un beso.
Muchas gracias Carmen! Muchas veces las historias de los emigrantes también son alegres, aunque ciertamente nunca es fácil. Saludos!
EliminarInmigrantes que prueban fortuna en otros lugares, porque en los propios presente y futuro parecen vedados, pero siempre guardan el deseo de regresar. Una vez emprendido el camino, nunca fácil, pueden suceder muchas cosas, pero a medida que pasa el tiempo la posibilidad de retorno es más remota. Es duro que la necesidad obligue a romper raíces, a separar familias, a lanzarse a lo desconocido con el único pasaporte de una frágil esperanza.
ResponderEliminarHas expresado esos sentimientos en pocas palabras y de forma hermosa.
Un saludo, Sylvia
Ángel: muchas gracias por tus comentarios!. Si, es duro, pero se descubren también otras dimensiones del mundo. Saludos!
EliminarPreciosa descripción del emigrante, me ha llegado. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Maite! Saludos
EliminarMuy poéticas las imágenes y el desarrollo del micro, que acompaña al migrante desde el desarraigo del sur hasta echar raíces en el norte. Saludos, Sylvia.
ResponderEliminarMuchas gracias Manuel!
EliminarSaludos
Un micro que, pese a su fondo de tristeza, lo envuelves en una poética y delicada forma. Felicidades, Sylvia. Un saludo.
ResponderEliminarHola Matrioska: muchas gracias por tus palabras! Si, es posible que se vea con un aire triste, es más creo que muchos han "recibido" un aire de tristeza leyendo el micro. Pero puede ser vista como un proceso de crecimiento, de descubrir que el mundo es cada vez más grande y profundo, de cambio. Entonces, los emigrantes se convierten en personas más grandes...
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