La alargada sombra de la frustración
Cada día, a la misma hora, acudía al desértico callejón. Justo cuando el sol se colaba entre las estrechas paredes, su sombra se alargaba hasta donde las risas y burlas de sus compañeros quedaban enmudecidas. Y, por unos efímeros instantes, se convertía en aquel niño gigante que siempre soñaba ser.
Vencer a los miedos cuesta, luchar contra el acoso, siendo víctima, cuesta y mucho. Pero tal vez de esta forma, tu protagonista,logre poco a poco salir de ese pozo. A lo mejor algún día puede salir de esa sombra y hacer frente a esos "compañeros". La sociedad no debería cerrar los ojos y ayudarle a ello.
ResponderEliminarUn relato con mucho fondo, me ha gustado, Esteban.
Un abrazo.
Esperemos que lo consiga. Muchas gracias Javier. Feliz Año y un fuerte abrazo.
EliminarHola, Esteban.
ResponderEliminarTodos somos de la patria de la infancia. La que nos marca indeleblemente. Simpática e imaginativa forma de auto engañarse y engañar a sus compañeros de clase, o de juegos. Lo complejos, los abusos a los bajitos por parte de los más altos. Educar a los hijos como es debido suele ser una asignatura en la que los padres suspenden: lo fían todo al colegio. Y luego pasa lo que pasa. Buen texto, enhorabuena. Y un abrazo fuerte.
Así es Eduardo, si los niños fuesen bien educados desde casa al colegio, muchas de las cosas que pasan, no pasarían. Feliz Año y fuerte abrazo.
EliminarEl título es genial. Y el relato, una maravilla. Qué triste que algunos tengan que ocultarse en la sombra para sentirse ser humano. Grande. El maldito zarpazo de la intolerancia sigue estando muy vivo y es una lacra con la que no acabamos de terminar. Una pena.
ResponderEliminarAbrazos.
Pablo
Hola Pablo, confiemos en que poco a poco estas situaciones de injusticia se conviertan en algo anecdótico y no cotidiano. Te deseo un Feliz Año y te mando un fuerte abrazo.
EliminarLarga es la sombra del sufrimiento, tanto como la capacidad de hacer sufrir, para lo cual, desgraciadamente, estamos muy bien dotados desde pequeños.
ResponderEliminarBuen relato. Enhorabuena
Un saludo
Cuanto sufrimiento se podría evitar si la sociedad se centrase más en los valores humanos y no tanto en los materiales. Esperemos que poco a poco se invierta esta situación. Feliz Año y un abrazo.
EliminarEn un lugar concreto, durante un instante exacto del día, la baja estatura de un muchacho, por la que es objeto de crueles burlas, queda superado bajo una ilusión óptica. Lástima que dure poco, que todo sea un espejismo pasajero, que haya personas que renieguen de su propio cuerpo porque no se ajustan a los cánones estándar, objeto de mofa de seres desamados, por muy niños que sean. La frustración puede tener una forma muy alargada, algo que late de forma intensa en todo tu relato.
ResponderEliminarUn saludo, Esteban
Ese niño podríamos ser cualquiera de nosotros en algún momento de nuestras vidas. Gracias por tus comentarios. Feliz Año y un fuerte abrazo Ángel.
EliminarEl niño acosado se convierte en un pequeño héroe a solas, contemplando su sombra alargada en un apartado callejón. Mucho sufrimiento y mucha soledad a cuestas para un ser diminuto. Sus compañeros repiten cruelmente los valores de una sociedad despiadada con los diferentes. Ojalá encuentre la fuerza para no sucumbir, la mano que lo rescate de su soledad, el adulto que le haga creer en sí mismo, el amor que se le niega.
ResponderEliminarUn micro intenso y doloroso, Stbn. Un abrazo.
Estoy seguro que este niño se sentiría muy querido y feliz en este foro. Te deseo un muy Feliz Año Carmen. Un beso
EliminarSi un niño gigante, pase lo que pase, será ya grande siempre. Me ha encantado
ResponderEliminarMuchísimas gracias Luisa. Me alegro mucho que te haya gustado. Feliz Año y un beso
EliminarEs posible que sólo dure un instante esa sensación de ser lo que no es. Pero, si cada día es un segundo, igual en alguno de ellos encuentra esa "sombra alargada" en su interior y cree en él mismo. Sin importar el resto.
ResponderEliminarUn micro genial
Aún me sorprende como con tan pocas palabras, decís tanto.
Un saludo
Muchas gracias Lunanegra. La verdad es que es increíble lo que se puede llegar a contar con 50 palabras. Feliz Año y un beso.
EliminarEste relato no solo contiene una maravillosa historia, sino que dibuja con la imagen que proyecta su propia ilustración.No es que continente y contenido se den la mano, sino que, como en el propio micro, la sombra se agiganta y hace un relato enorme que nos hace seguir leyendo más allá de las cincuenta palabras que lo contienen.
ResponderEliminarEnhorabuena, Stbn.
Muchísimas gracias Manuel, de verdad. Vuestros halagos son un gran regalo de Reyes. Feliz Año y un abrazo grande.
EliminarEl acoso escolar es un problema, reflejo de la sociedad intolerante y competitiva en la que vivimos. Educar en el respeto y la solidaridad es tarea de todos. Gracias por recordarnos en este relato las frustraciones y el maltrato a que se ven sometidos los que lo sufren.
ResponderEliminarAsí es, debe ser la sociedad y, sobre todo las familias, las que a partir de una educación basada en los valores del respeto acabe con esta lacra. Feliz Año Smokey.
EliminarCuánto nos falta por recorrer en el camino de la educación. En enseñar a los niños (y a algunos mayores) a respetar al otro tal como es.
ResponderEliminarMe parece un micro brillante. Nos lleva a ponernos en la piel de ese chico que, simplemente por ser bajito de estatura, sufre el desprecio de los demás. Una injusticia que desgraciadamente se da en muchos casos. La imagen de la sombra alargada en el callejón para sentirse más alto, aunque sea fugazmente, me parece muy ingeniosa. Así como el título, que resume tan acertadamente la esencia del relato. Me ha encantado, Esteban. Saludos.
Muchísimas gracias Juana, me alegra un montón que te haya gustado. Feliz Año y un beso
EliminarEste es un micro que, además de dejar una imagen potente con esa figura proyectándose en un callejón intentando hacer sombra a la frustración, deja un poso amargo en el alma. Me ha gustado mucho, Esteban. Un beso y enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Matrioska, ya se sabe, las denuncias han de tener ese punto amargo para ser tenidas en cuenta. Me alegro que te haya gustado. Un beso
EliminarMe ha encantado ese juego con las sombras, has engrandecido el relato. Un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Maite. Un beso también para ti.
EliminarNo hay manera de no empatizar con ese chico asediado que dibujas, Esteban, y desearle que, más allá del cobijo que dan las sombras, halle la fuerza para hacer frente a las adversidades de la vida.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
¡Cuánto queda todavía por hacer en ese terreno! En casa, educando en el respeto. En el colegio, en igualdad.
ResponderEliminarGran tema has elegido, perfectamente resuelto y merecedor de estar entre los ocho finalistas.
Enhorabuena, Esteban, me alegro mucho.
Besos.
Malu.