La despedida
Antes de irnos, lancé una última mirada hacia el interior. Estaba en penumbra. Solo al fondo percibí una pequeña luz parpadeando que me hacía suponer la existencia de algo vivo. Sin pensarlo dos veces me metí de nuevo en la cueva. Allí estaba el pokémon pidiéndome un beso de despedida.
Un pokemon, una cueva, una despedida... Tu relato me hace pensar en un espacio-tiempo difícil de concretar, un texto abierto a la interpretación del lector. Me gusta. Abrazos, Mª Luisa.
ResponderEliminarHola, María Luisa.
ResponderEliminarEl encuntro con el pokémon y la despedida sin solución de continuidad. Pero han interactuado el ser humano y un bichejo que, de virtual pasa a real. Mundos distintos puestos en relación en la realidad de las cosas. Un bichejo humanizado y sentimental que demanda un beso. Me gusta tu texto. Enhorabuena y un beso mío. El pokémon que se quede con las ganas.
Ja, ja... gracias Eduardo por el beso. Hoy con tanta realidad virtual, acabaremos no sabiendo lo que es y lo que no es. (espero que no).
ResponderEliminarPepe, gracias por tu comentario. Abierto a que cada uno lo coja como quiera... nos vemos !!!
Pues creo que puede ser un paso a la madurez. Me ha encantado. Un beso.
ResponderEliminarLas pantallas con su realidad virtual y la otra, la de verdad, cada vez se confunden más. Vivimos tantas vidas de mano de la tecnología que va a llegar un momento en el que no sabremos a qué carta quedarnos.
ResponderEliminarActual y simpático relato, con mensaje incluido.
Un abrazo, María Luisa. Creo que coincidimos en breve.
La humanidad aún no ha salido del fondo de la cueva en la que engendró sus mejores obras. Del arte rupestre, al pokémon virtual, la poserosa sombra de la caverna se cierne sobre nosotros. Ocurrente y provocador, María Luisa. Saludos.
ResponderEliminarEsta cueva aúna todos los tiempos, el de las pinturas rupestres, el mito platónico de la caverna y la realidad virtual de nuestros días. La nueva mascota alberga sentimientos y pide ese beso de despedida. Estos bichitos virtuales nos están ganando el corazón.
ResponderEliminarEncuentro tu micro muy original, tierno y divertido, María Luisa. En pocas horas te daré un par de besos totalmente desvirtualizsdos.
Eso espero... esperemos que no nieve !!!!!!
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras. Besos y hasta el sábado.
M. Luisa, tu relato me ha recordado al famoso juego en el que la gente va con sus móviles cazando Pokemon. Eso es una tremenda locura. A muchos les sobra el tiempo y les falta contacto con la realidad.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos apretados.